Entre Luces y Tinieblas

Capítulo 38

Me adentro en éste nuevo mundo, todo es tan distinto al mundo de la oscuridad, hasta el aire que respiro se siente diferente.

Es puro y fresco, huele muy bien, es como cuando la lluvia ha parado y todo se ha vuelto a limpiar.

El paisaje no tiene nada que ver con el reino del dios Elatha.

Estoy rodeada de árboles, están llenos de frutos, son dorados como el mismo elemento, sus formas tienen parecido con los pequeños diamantes.

Nada los mantiene colgados a sus ramas, éstos están flotando.

Con los rayos de la luna resplandecen, tanto, que hasta llegan a deslumbrarte cuando son acariciados por ella.

Vida y luz, eso es lo que ven mis ojos, mi interior se siente feliz.

Se siente bien, me encuentro en armonía y paz.

Ya no queda nada de oscuridad en mis venas, nada de nubosidad en mi interior, creo que estoy en la frecuencia de la felicidad.

¿Así es cómo se sienten ellos?, entonces, ¿por qué llevan maldad en sus cuerpos si son dioses de luz?

¿Por qué Morgana trabaja con la oscuridad?, ¿acaso no es ella una diosa de luz?

Las preguntas se arremolinan en mi cabeza, hay cosas que no entiendo, cosas que se escapan de mi mente.

¿Éste es su reino, o es el reino del descanso eterno?, ¿éste es el cielo de los humanos?

El bosque es frondoso y celeste, no es verde como el de los seres humanos, puedo apreciar bien su color porque la luna no tiene nada que ver con la nuestra.

Ella es intensa, e ilumina cada parte de este reino, aquí no hay sombras, no hay lugar para la tenebrosidad.

Un lago enorme lo bordea, sus aguas son cristalinas y también tienen parte de ese esplendor.

Unos seres diminutos corretean cerca de mi, sé que no saben que estoy aquí por como se mueven.

Sus ojos azules iluminan cada paso que dan, su pelo son hojas del mismo color que las de los árboles.

¿Estoy en el paraíso?, si, es un paraíso lleno de luces preciosas.

Mis pies se sienten como si estuviera flotando, una hermosa hierba cubre a cada uno de mis pasos.

A lo lejos puedo divisar las grandes colinas, se extienden hasta el horizonte y más allá.

Mi presentimiento me dice que tengo que llegar hasta ahí, mi madre también lo hace, la siento aquí conmigo, la siento dentro de mi.

Las vistas impresionan bastante, todo lo que me rodea es espléndido y hermoso.

¿Por qué el alma de Morgana descansa plácidamente en esas colinas?

Tengo que concentrarme en que mi odio no aparezca, que no haga acto de presencia, no puedo dejar que nada malo llene mi ser, si lo hiciera me descubrirían, sería el final para mi hermana.

Pero es difícil para mi no hacerlo, no puedo dejar de pensar que ella no debería de estar aquí.

No merece este paraíso, no merece este maldito descanso.

¿Por qué las cosas son tan dispares y tan locas en estos mundos?, nada tiene sentido. ¿Por qué las buenas almas no estaban aquí?

Me dirijo hacia ellas, sigo utilizando mi poder, me concentro para que nadie pueda verme.

Como diría mi amiga Alma, estoy en modo invisible.

La echo mucho de menos, y espero que ella esté bien, a lo mejor cuando termine toda esta locura, podré verla, podré estar con ella, volveremos a ser felices.