—¿Eres la chica nueva? Soy Clara, seré tu compañera de turno. Ven conmigo, te enseñaré dónde tienes que dejar tus pertenencias, te explicaré como va la cosa por aquí. ¿Qué te parece?
—Perfecto, soy Sorcha Ryan, encantada de conocerte.
—Bien Sorcha, te daré tu chapa, la tengo en recepción, me gusta que seas puntual, a nuestro jefe no le gusta la gente que llega tarde. Intenta que nunca pase eso, ¿vale? Es un poco especial, tiene muy mal carácter, un humor de perros y no queremos cabrearlo.
—Entendido, nunca suelo llegar tarde, me gusta la puntualidad, de todas formas ya me lo dijeron en la entrevista, también me dieron las normas de la empresa.
—Bien, léelas, aquí tienes todas las entradas de los clientes que llegan hoy, éstas son las salidas que están previstas. Cualquier cosa que necesites aquí estaré, si no sabes algo, alguna duda que tengas, yo te lo explicaré. Tenemos una hora para comer y 15 minutos de descanso cada tres horas. Tienes el comedor para empleados por esa puerta de la derecha, creo que por ahora está todo, si, no se me olvida nada.
—Gracias, eres muy amable.
—No te preocupes por nada, aquí somos buenos compañeros, te ayudaremos en lo que sea posible.
La mañana ha sido un poco estresante, gente entrando y saliendo.
Ahora estoy en mi descanso, la verdad es que Clara es muy simpática y me ha ayudado bastante, de momento me gusta como compañera.
Llamo a mi hermana y la intento poner al día en tan poco tiempo.
—Me alegro mucho, ¿ves cómo todo te ha ido bien? —contesta alegre a través del teléfono.
—Si de momento, no me puedo quejar para ser mi primer día. ¿Alma sigue durmiendo?
—Si... ya lo sabes, ella no vive el día, pandita. Estoy preparando la comida para cuando llegues. ¿Sabes a qué hora llegarás a casa?
—No lo sé, creo que salgo sobre las cuatro, ¿por qué?
—Voy a salir, iré a casa de Declan y no sé a que hora llegaré, por si no te veo.
—Ah vale, no pasa nada... ¿Saldrán está noche? —pregunto algo desilusionada, y es que quería estar en compañía de ellas.
—Los chicos tocan hoy, si te apetece puedes pasarte por el local —confiesa ella con pesar al notar mi voz.
—¿No tocaban los jueves? —pregunto extrañada.
—Si, pero hoy es algo más íntimo, es como un ensayo, solo para la gente del local.
—No, mejor me voy a descansar, no sé como terminaré aquí, es mi primer día. Pásalo bien, un beso, tengo que entrar, mi descanso ha terminado.
No he podido comer nada, solo pensar que mi hermana irá al local esta noche, hace que los nervios me revuelvan el estómago.
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Entre Luces y Tinieblas
FantasyLa vida de las hermanas Ryan toman un giro drástico luego de que su único familiar vivo fallece, tomando así la decisión de comenzar de cero acompañadas de su última esperanza. Emprenden un viaje hacia Londres para vivir con Alma, la cual es amiga d...