Capítulo 16

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Estoy en mi cama, pero siento la respiración de alguien a mi lado, tengo su brazo alrededor de mi cintura, es Mack quién duerme junto a mi.

—¡Joder, despierta! —le digo dándole un golpe.

—¿Qué pasa?, ¿te encuentras bien? —pregunta con su pelo todo revuelto y con preocupación en sus ojos.

—No, no me encuentro bien, tengo un maldito dolor en el costado y es de un puto tatuaje —le señalo dónde está el dibujo. —¿Qué coño haces en mi cama?, ¿qué fue lo pasó anoche? —manifiesto bastante enfadada, levantándome de la cama hecha una fiera.

—Tuve que dormirte, no quería que pasaras dolor, pensé que era lo mejor para ti —contesta tranquilo, y mientras tanto, se hace un moño de los suyos.

—¿Me puedes explicar quién eres tú para decidir qué hacer con mi cuerpo?, ¿quién te dio permiso para eso? ¡No recuerdo haberte dicho que quería que me marcaras cómo si fuera una vaca! —le advierto muy disgustada.

—No tuve otra opción, ya oíste la conversación con la reina. No te mentí en nada, sabía que eras portadora de luz, pero no estaba seguro hasta que salió todo tu poder. Quiero que estés protegida, te ayudará tener la marca. Cada vez que sientas el peligro, la marca te quemará, ella te avisará, así tendrás tiempo de alejarte y ponerte a salvo. Tengo que averiguar cuál es tu poder, hablar con los druidas para que puedas utilizarlos y no te veas indefensa ante cualquier peligro.

—¡Mírame Mack!, joder, ¡me cago en la puta! ¿Crees qué soy de otro mundo?, ¿te has vuelto loco? ¿Qué hora es?, ¿cuántas horas llevo dormida?, ¡demonios!, tengo que prepararme.

—¿A dónde crees que vas? —declara al verme recoger mis cosas como una loca.

—Me voy a Escocia, tengo que vestirme, me recogen en una hora.

—¿A Escocia?, de ninguna manera, no irás a ningún lado y menos a Escocia —se levanta y viene detrás de mi.

—¡No te atrevas a acercarte a mi, tú y yo no vamos a terminar bien si vuelves a tocarme! Ni se te ocurra impedirlo, esta vez te has superado con todas tus mierdas y sin mi permiso.

—¿Con quién vas a Escocia? —me fulmina con su mirada.

—No lo sé, dímelo tú, eres el que siempre me está espiando o leyendo la mente.

—¿Te vas con él y no ibas a decirme nada? —declara levantando sus manos al aire.

—No tengo que darte explicaciones, y si, me voy a Edimburgo a trabajar. No intentes nada, no me sigas, no vuelvas a acercarte a mi. Quiero que salgas de mi vida, no quiero volver a verte nunca más, estoy harta de ti y de tus estúpidas paranoias.

—Hola hermanita, ¿estás preparada? —pregunta Ana cuando ha escuchado la discusión.

—Estoy en ello, puedes pasar, Mack ya se iba.

Sigue sin moverse y con su mirada desafiante.

Sé que delante de mi hermana no dirá nada, los dejo solos y me voy directa hacia el baño, tengo que darme un ducha antes de que Kellan pase a recogerme.

Delante del espejo veo la marca en mi costado, es negra y tiene rojo en los bordes.

Delante del espejo veo la marca en mi costado, es negra y tiene rojo en los bordes

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Entre Luces y TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora