Capítulo 26

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Llevo dos semanas entrenando con el rey Oberón, estamos en un bosque a las afueras de su reino, aquí no hay nada de vida, ha dicho que así no haré daño con mi poder a nadie.

Hemos venido todos los días después de lo que pasó en el salón.

Me ha enseñado a bloquear cada poder que me ha lanzado.

He aprendido mucho a canalizar parte de los poderes que tengo.

Han sido los peores días de mi vida, el agotamiento ha hecho mella en mi cuerpo y estoy exhausta.

Me duelen todos los músculos, pero él no me da tregua alguna.

Solo descanso para comer y dormir unas horas, no tenemos mucho tiempo, tengo que aprender lo más rápido que pueda para poder rescatar a Kellan.

La desesperación que siento puede conmigo, hace que no logre concentrarme todo lo que quiero. Tengo miedo de que sea demasiado tarde para mi, para él.

No quiero pensar que pueda estar muerto.

Mis nervios están a flor de piel, casi no duermo, y apenas como para mantenerme en pié.

-Escúchame Sorcha, ¡maldita seas!, no podrás sacarlo de allí si no te concentras en mis movimientos. ¡Mírame!, no estamos jugando, ella es tu enemigo, y podrías quedarte en la oscuridad para siempre. ¿Quieres eso?, ¿es lo qué quieres? -me pregunta enfadado.

-No, quiero traerlo de vuelta.

-Bien, porque no creo que puedas volver a ver a tu hermana si fallas, tienes que ser más rápida, controla a tu mente, piensa antes de actuar, tienes que ser fría como un iceberg.

-Estoy agotada, no puedo con mi cuerpo, me duele todo. ¿Cuánto más tengo que entrenar?, solo quiero traer a Kellan de vuelta.

-¡No puedo creer lo que dices!, ¿así es cómo quieres traerlo?, no te quejes tanto y concéntrate en mis movimientos. Ella no será tan compasiva contigo, deja de quejarte tanto y sé más fuerte, puedes hacerlo, mira en tu interior. Eres capaz de hacer cualquier cosa que te propongas.

Sigo a cada uno de sus movimientos, pero son muy rápidos y se me escapan.

Él es una máquina de matar, todos los golpes que me da son muy dolorosos, no tiene ningún tipo de piedad conmigo.

Ya no sé si estoy viva o muerta, me siento como una mierda, apenas me quedan fuerzas.

-Entre más tardes en aprender... será peor para Feet, el tiempo no espera por ti, y tampoco espera por él -me susurra al oído, estamos muy pegados, luchando cuerpo a cuerpo.

Oberón es muy fuerte, y siento como cada músculo de su cuerpo es duro como el mismo acero.

Por un momento he pensado en que su acercamiento ha estado cargado de deseo hacia mi.

Intento quitarme ese pensamiento de mi cabeza, y sigo luchando con todas mis fuerzas.

Me ha tirado al suelo y me he golpeado muy fuerte la espalda al caer.

Lo tengo encima de mi, y veo como sus ojos han cambiado de color cuando nuestras miradas se han cruzado.

-Perdona, ¿te he hecho daño?

Se ha apartado de mi muy rápido, yo sigo intentando respirar a pesar del dolor de mi espalda.

Alarga su mano y me levanta del suelo como si de una pluma se tratara, sigue sin dirigirme la mirada. "¿Qué ha pasado aquí?", me pregunto mentalmente.

Algo no va bien con el rey, ha cambiado su actitud, está muy tenso.

-Puedes descansar, hemos terminado el entrenamiento por hoy, date una buena ducha y come algo. No sacarás nada si sigues así, mañana te quiero más despierta, no sé dónde coño tienes la cabeza -me advierte; sin ni siquiera mirarme.

Entre Luces y TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora