Capitulo 5

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Mientras caminaban hacia el instituto, sintiéndose completamente agotados, Stephen no había olvidado en ningún momento la situación por la que habían pasado los demás alumnos el día anterior luego de haber presenciado un arranque un poco agresivo por parte de Tony. Al parecer, ya se había cansado de escuchar frecuentemente que él y Stephen eran pareja y decidió hacer algo al respecto. Sin embargo, cuando le dijo al moreno que lo arreglaría, Stephen no esperaba encontrar a toda la clase en una esquina, mientras el resto del aula era un caos de sillas y mesas casi acomodadas en forma circular. Siendo completamente sincero, no le sorprendió mucho eso. Más bien llamó su atención que un compañero se acercara-sin dejar el miedo de lado, obviamente-y le contara que Stark había entrado hecho una furia gritando que no había absolutamente nada entre él y Stephen Strange y que quien se atreviera a murmurar algo más de ellos, lo lamentaría de sobremanera.

Quizás había sido algo extremista, pero Stephen agradecía que ya no iban a andar murmurando cosas.

Miró al más bajo y vio que se cubría la boca mientras bostezaba. Esa misma mañana, Tony no había desayunado con ellos. Al encontrarse con él en la puerta, le dijo a Stephen que se había encargado el desayuno para su casa, ya que debía resolver algunas cosas. Stephen sólo se encogió de hombros y dijo que daba igual. Sin embargo, no había dejado de mirar las notables ojeras que Tony tenía y hasta parecía más cansado de lo habitual. Habría pensado que sólo era fatiga por tener que ir al instituto, pero al verlo mejor, notó que estaba realmente agotado. Se preguntó si habría tenido algún problema. Desde que habían hablado en la cafetería, Stephen estuvo pensando bastante la situación actual de Tony. No iba a negar que le preocupaba un poco el hecho de que vivía solo si ni siquiera sabía prepararse un plato de comida. Pero tampoco iba a estar comiéndose la cabeza por eso. Era mejor dejarlo como estaba.

Llegando a la puerta del instituto, escucharon la inconfundible risa de Wong. Ambos intercambiaron una mirada y entraron para saber qué pasaba. En el patio, él estaba sentado con Christine y Pepper. Parecían estar hablando de forma bastante animada. A Stephen le llamó la atención que Wong estuviera riéndose con alguien que no fueran Christine o él, ya que rara vez lo hacía con una persona que no conocía demasiado.

-Vaya, Pepper si sabe hacerse querer-comentó, cruzándose de brazos y apoyándose contra una pared.

-Ella es genial. No tarda en caerles bien a las personas-convino Tony-. Yo creo que no le caigo muy bien a Wong.

-Seguro fue sólo una primera mala impresión. Créeme, cuando se conozcan se llevarán bien-aseguró Stephen-. A Christine le pasaba lo mismo.

- ¿Son muy amigos ahora?

-Pues... conversan mucho de temas que no me interesan y Wong le enseñó la música que siempre escucha, así que sí.

Pepper notó que ellos estaban parados a unos metros y sonrió de oreja a oreja, mientras levantaba la mano para saludarlos, llamando la atención de Wong y Christine. Al ver a Tony y a Stephen, los saludaron también. La rubia fue la primera en acercarse a ellos de forma algo tímida. Tony sabía lo que estaba por decirles.

-Chicos, de verdad lamento haber hecho tanto alboroto por un malentendido-se disculpó, jugando, avergonzada, con mechón de su pelo-. Exageré un poco las cosas. Pero de verdad creí que había algo entre ustedes.

Stephen se mantuvo impasible y Tony sintió que una sonrisa amistosa se formaba en sus labios.

-No hay problema. ¡Está olvidado!-contestó Tony, moviendo su mano de forma despreocupada.

Stephen bufó y fue con sus dos amigos, dejándolo a él con la rubia. Ella rodeó los hombros de Tony con su brazo y ambos se fueron hasta el aula.

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