Tony estaba de pie, indeciso, a un lado de su casa y delante de la casa de Stephen, sin dejar de preguntarse si debía ir o no a hablar con él.
Hacía menos de cinco minutos que había llegado de la plaza luego de haber podido aclarar bien las cosas con Pepper. Se había estado haciendo algunas ideas sobre las cosas que él podía llegar a hablar con Stephen, pero prefería no hacerse demasiadas para no estresarse más de lo que debía o podía. Sin embargo, lejos de tranquilizarlo un poco aunque fuera, lo preocupaba bastante, causándole una tensión no muy normal. Parecía intensificarse por cada minuto que pasaba, era como un susurro de viento que empieza antes de la fuerte tormenta. Pero, en realidad, no había tenido mucha opción a la hora de ir, porque sentía que, al no hacerlo, les estaba fallando tanto a Pepper y a Stephen. En momentos así, deseaba poder al menos recibir un «buena suerte» de sus amigos de la infancia antes de hacer cualquier cosa. Pero el pensar que las cosas podían solucionarse a su debido tiempo, sin tener la desgracia de que un segundo problema surgiera, hacía que cierto nivel de tensión bajara.
Miró su celular y se preguntó cuándo tiempo en concreto había estado esperando decidirse si ir a la casa de Stephen o entrar directamente a la suya desde que se había quedado pensando en tantas cosas a la vez. Pero ni siquiera se le ocurrió inventarse un periodo de tiempo para poder responderse esa pregunta. No dejaba de repetirse que no debía actuar como un cobarde y sí debía enfrentar la realidad: Stephen lo había escuchado, ahora él tenía que hablarle y... aclararse a sí mismo las cosas.
Pepper ya había dejado bastante claro que eso sí era importante y que no debía dejarlo pasar. Y sabiendo cómo era ella, lo mejor era no hacerle saber de ninguna forma que las cosas fueron contrarias.
—Antes me habías pedido un consejo, creo que ahora podría darte uno—dijo una voz a su lado.
—Que sea rápido, ¿sí? Quiero evitar alargarlo demasiado—susurró, por si alguien pasaba y veía que estaba hablando solo.
—Entonces, habla con él y dile las cosas. Tony, sé todo lo que pasa por tu cabeza. Puedes aparentar muchas cosas, pero sé de tu inseguridad. Así que mi consejo es que lo afrontes como siempre lo hiciste y te quites ese peso de encima. Y que lo ayudes a él a que se lo quite también. Ambos deben hacerlo.
—Gracias, Steve—exclamó. Al mirar a su lado, su amigo ya no estaba.
Con un repentino gesto de exaltación se giró hacia unas personas que lo estaban mirando fijamente y una de ellas estaba con su celular en mano, aparentemente tomándole una foto; eran chicas del instituto. Les lanzó una de esas miradas de pocos amigos, intimidándolas completamente. Siempre encontraba sus formas para alejar a las personas. Creyó que por eso no tenía tantos amigos. Aunque si lo aceptaban con todo y su mal genio podían ser los mejores. Al pensarlo mejor, se rió despacio, ¿qué importancia tenía eso en aquel momento?
Stephen ni siquiera parecía saber que Tony era capaz de ir y golpear su puerta para que pudiesen hablar como personas normales. Sin embargo, y por increíble que podía ser, lograba escuchar pisadas apuradas y hasta cosas moviéndose dentro de la casa y a veces hasta voces que hablaban bastante fuerte, aunque no tardó en darse cuenta que las voces eran de otras personas, y eso que iban en la vereda de enfrente. Quizás también estaba imaginando todo lo demás. Después se dio cuenta de que había estado más tiempo del previsto ahí parado, esperando de una maldita vez tomar una decisión.
Bien... es ahora o nunca, pensó, respirando hondo y exhalando lentamente.
Se acercó más con pasos firmes hasta la casa de los Strange y se quedó plantado delante de la puerta. Ya no había vuelta atrás. Levantó la mano e intentó golpear la puerta. Sin embargo, antes de poder tocar, ésta se abrió de golpe, dejando ver a Stephen. Se lo notaba muy serio.
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Plan de amor
FanfictionA veces, se tiene más en común con una persona de lo que uno mismo cree. Y en la adolescencia, puede ser donde más se descubran los sentimiendos, el dolor y la amistad de verdad. Sin embargo, nada se puede conseguir si no es con esfuerzo y un plan d...