Capitulo 32

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Como había prometido, Tony volvió al instituto el día después de haber hablado con Stephen antes. Pepper fue la primera en recibirlo y dijo que estaba muy feliz de verlo ahí de nuevo. Tony sonrió y le comentó que haber estado esos tres días con sus padres fue mucho mejor de lo que pensó: por una vez, pudieron estar en la misma mesa hablando de algo que no era el trabajo y sin terminar en una discusión. Hasta cenaron juntos y vieron películas. Fue realmente divertido para Tony poder convivir con sus dos padres sin terminar en una pelea y con un sabor amargo en la boca luego.

Pepper se mostró realmente tranquila cuando escuchó eso. Al final, Howard y María realmente demostraron poder ser buenos padres y preocuparse de verdad por Tony y no sólo por un interés o alivio de conciencia. Hasta el momento, su amigo no había vuelto a contarle algo malo sobre ellos.

Después, Christine y Wong lo recibieron con más tranquilidad para no incomodarlo. La joven dijo que la alegraba mucho verlo de nuevo en el instituto y el asiático sólo dijo que esperaba que se sintiera mejor luego de las resacas por la bebida. Tony rió con ese comentario y respondió que ya estaba mucho mejor.

Sin embargo, su sonrisa no tardó en borrarse cuando sus ojos se encontraron con los de Stephen, que parecía más apagado que el día anterior. Tony sólo le sonrió sin gracia alguna y volvió su atención hacia Pepper. Ella parecía un poco inquieta, aunque se notaba que quería evadir ese tema para no crear un ambiente incómodo. Wong intercambió una mirada con Christine y ambos estuvieron de acuerdo en dejar a los amigos solos para que hablaran, si lo necesitaban. Pepper les agradeció y ellos fueron con Stephen, que seguía en su lugar, mirando fijamente por la ventana, sin prestar real atención a nada.

-Stephen, ven con nosotros. Necesitamos tu ayuda para algo importante-dijo Wong, tomándolo del brazo.

-No preguntes y síguenos. Una profesora quería verte-siguió Christine, caminando delante de ellos.

Al salir del aula, aprovechando que aún faltaban diez minutos para el comienzo de las clases, fueron hasta el patio y se sentaron lo más alejados de la puerta posible, por si a alguien se le ocurría pasar, querían evitar ser escuchados.

-Bien, ¿qué me querían preguntar?-comenzó Stephen, sin cortarse.

-Disculpa, fue más fuerte que nosotros-se excusó Wong-. Creo que debemos hablar de ello.

- ¿Qué quieren saber?-insistió Stephen.

-Pepper nos contó que habló contigo, aunque no reveló sobre qué cosas, y no, no vamos a preguntarte sobre eso. Sólo queríamos saber cómo estás. Dijo que Tony no estaba muy bien y supimos que tú tampoco.

Stephen desvió la mirada un momento, antes de levantar la cabeza hacia el cielo, suspirando.

-De verdad que no deben preocuparse. Me contó algunas cosas de sus amigos y de él mismo, pero no hablamos de lo que pasó con mi examen, sobre la mentira o... sobre lo otro. Usamos ese tiempo para entender cosas del otro. Yo le hablé de mi padre-admitió, sonriendo amargamente-. Al final, dejamos la charla para otro momento.

De haberlos mirado, habría notado cómo se estaban viendo sus dos amigos. Habría notado que parecían nerviosos y hasta inseguros. Pero no lo notó. Sólo terminó bajando la cabeza y mirando al frente.

-Hablaré con él en cuanto tenga tiempo... y cuando él se sienta listo.

Antes de que pudieran preguntarle algo más, la campana sonó y supieron que debían a la clase.

Cuando entraron en el aula, vieron al profesor diciéndole a Tony que era bueno tenerlo de vuelta en la clase y que esperaba que se encontrara bien. El castaño sólo hizo un gesto con la cabeza y no dijo absolutamente nada.

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