Plan de amor

Capitulo 6

Christine había estado hablando con Pepper para pensar un lugar que todos pudieran disfrutar cuando hicieran el viaje desde que había llegado a la casa de la rubia. Apenas llegó, Pepper sirvió agua en dos vasos y se encerraron en su cuarto para hablarlo tranquilas. Pensaron primero los días para poder manejarse mejor: ir un viernes al mediodía, llegar en la tarde, estar hasta el domingo y volver en la tarde de ese día para llegar en la noche. Nada muy complicado.

Cada una decía lo que a sus amigos no les gustaba mucho: por ejemplo, a Tony no le gustaban los lugares donde hubiesen muchos bichos, así que debía ser un lugar que estuviera lo menos plagado posible. Y Christine dijo que Stephen no quería estar en un lugar donde estuviera plagado de gente, como los campings. Descartaron eso también.

-Se me acaban las ideas-dijo Pepper, mientras se sentaba en su cama. Christine se quedó de pie, con una mano en su mentón, pensando.

-A mí también-convino la castaña-. Al menos Wong no se queja de los lugares.

- ¿Él no tiene ninguna preferencia?-preguntó Pepper.

-Por suerte, no-respondió Christine, sentándose con ella-. No es tan exigente con esas cosas. Mientras salgamos, está bien para él.

Pepper no dejaba de repetirse que los muchachos podían ser algo molestos con algunas cosas. Es decir, no entendía cuál era el problema con las personas o con los bichos en algunas ocasiones. Sus pensamientos eran tan fuertes que Christine casi podía escucharlos desde donde estaba, llegando a reírse por lo bajo ante las caras de su amiga. Durante un momento, se quedó callada, permitiéndole a la rubia ordenar sus pensamientos antes de que tuvieran que volver a pensar un lugar para proponerles a los muchachos.

Pepper suspiró y levantó la vista al techo, mientras estiraba la espalda.

-No se me ocurre nada-repitió.

-Yo pensé en algo en este rato-comentó Christine.

- ¿Y ahora me lo dices?

-Estuve dudando-se defendió-. En fin. Pensé en un campo al que se puede llegar viajando en tren. Debe ser un viaje de dos horas y media. Tres como mucho.

- ¡Lo veo genial!-dijo Pepper, juntando las manos-. Les diré por el grupo.

Habían creado un grupo de WhatsApp para poder arreglar todo más rápido. Envió un mensaje preguntándoles si les parecía bien la idea de ir a un campo.

-Espera... ¿Hay estadías allá?-le preguntó a Christine, al caer en la cuenta de que ella misma no conocía mucho.

-Ah, sí, lo olvidé. Puedo hablar con mi tía para que nos consiga una cabaña en un lugar tranquilo. Sería la segunda que se lo pido. No tendrá problemas en hacerlo. Además, se lleva muy bien con su jefa.

Pepper rió suavemente y dijo:

-Tu tía es genial.

Miró su celular y vio que los chicos le habían respondido.

-Qué rápido-comentó Christine.

-Bueno, a los tres les parece bien el lugar-suspiró Pepper, aliviada-. Stephen dijo que lo hablará con su mamá y Wong dijo que sus padres están de acuerdo.

- ¿Qué dijo Tony?

-Él dijo que está bien. Su padre le debe pasar dinero la semana que viene, así que no tendrá problemas con eso.

-Ya quiero que llegue el día-dijo Christine, temblando de emoción.

Pepper lanzó su celular a la almohada y se acostó, dejando que sus piernas siguieran colgando. Christine imitó su acción.