Plan de amor

Capitulo 7

Desde la mañana del jueves, una semana más tarde después de que Stephen le contara lo que había pasado con Tony, Wong, sin decirse mentiras, había quedado un poco preocupado. A él le costaba un poco entender algunas cosas de las personas, pero el lado psicológico era lo más curioso para él, por lo que al escuchar que parecía completamente abatido, no tardó en comenzar a hacer sus propias teorías sobre el estado de Stark. Siempre lo veía como una persona sarcástica, bromista y con un ego bastante grande. No le gustaba mucho especular, pero era difícil cuando algo de verdad llamaba su atención. Después, al pensarlo mejor, se dijo que quizás estaba exagerando un poco. Los problemas que causan esa cosas no eran tema de conversación casual, como si fuera una broma o algo que formara parte de la vida cotidiana sólo porque sí.

Fue hasta el baño luego de desayunar, se lavó los dientes y luego terminó de preparar sus cosas. Su mamá le había dicho que ese día podría llevarlo al instituto, así que no tendría que salir apurado para llegar. Su padre siempre se iba temprano, así que, en las mañanas, no lo podía ver mucho. De todas formas, al ser así, no se llevaban mal, pero tampoco eran sumamente unidos. Wong era más unido a su mamá. Sabía que eso podía poner algo celoso a su padre, aunque el hombre nunca se lo dijo directamente. Más bien parecía ignorar eso para no generar un ambiente incómodo.

Habiendo ya terminado de prepararse, fue con su madre, que estaba parada en la puerta, y le dijo que ya podían irse. Salieron luego de que ella volviera para buscar su bolso y ambos se subieron al auto, rumbo al instituto. Durante el camino, Wong le preguntó una vez más si habían pensando en lo de dejarlo ir al viaje con sus amigos, a lo que la mujer respondió que claro que podía, pero que por favor, no se olvidara de enviarles al menos un mensaje cuando estuviera con sus amigos, cuando llegaran al lugar y cuando estuvieran por volver para poder esperarlo; bromeó diciendo que, como una condición extra, debía enviarle fotos del lugar y de algunos momentos. Wong dijo que nada de eso era un problema y le agradeció por dejarlo ir. Ella le respondió que se lo merecía después de todo su esfuerzo por sacar buenas notas. Ellos podían ser un poco exigentes, pero tampoco esperaban que fuera un estudiante modelo. Sólo querían que tuviera buenas notas para que no se dificultara tanto entrar a la universidad.

Al llegar al instituto, se despidió de su madre, bajó rápidamente, cerrando la puerta con algo de fuerza, y entró al lugar, esperando encontrar a Christine, a Stephen o a ambos en el mejor de los casos. Caminó por los pasillos mientras miraba su celular. Quería ver si le habían mandado un mensaje o algo antes de llegar. No había nada, así que se limitó a llegar a su casillero para buscar su libro de Historia. Por suerte, Christine estaba ahí, revolviendo su bolso con el ceño fruncido.

— ¡Christine!—la llamó.

—Hola, Wong. Justo te estaba por llamar, pero no encontraba mi celular—dijo ella, sacando la mano de su bolso—. A lo mejor lo olvidé.

— ¿Otra vez?—preguntó Wong, mientras sacaba el libro de su casillero.

—Me levanté apurada—se excusó ella.

—Como digas. ¿Has visto a Stephen? No lo vi en la entrada.

—Creo que está en el aula—respondió Christine—. Vamos.

Los dos chicos fueron hasta el aula y Wong se quedó parado en la puerta al ver a Stephen de brazos cruzados hablando con Tony. El castaño se veía serio, pero, a la vez, algo cansado. Su mejor amigo prestaba total atención a lo que le decía, aunque ellos no podían escucharlo muy bien debido al resto de personas que hablaban a su alrededor. Sin embargo, viendo la expresión de Stephen, parecía ser una conversación casual.

—Bueno, hasta que llegaron—dijo Tony al notar sus presencias—. Stephen no dejaba de quejarse.

—No me quejé—gruñó el moreno.