Plan de amor

Capitulo 12

El grupo de amigos había salido hacía menos de diez minutos de la cabaña. El lugar al que irían a nadar no estaba lejos, pero debido a algunos atrasos, tardaron un poco. Christine les comentó que el arroyo tenía además una pequeña cascada que le daba un mejor toque al lugar, ya que no lo hacía tan «vacio», según sus palabras. Dijo además que, hasta mucho más tarde, no habría gente, lo cual les resultaba genial. Tenían bastante tiempo si es que más tarde comenzaban a llegar las personas. En gran parte del camino, Pepper no había dejado de acomodar uno de los tirantes de su bikini. No estaba bien ajustado, por lo que se iba de lado. Christine le preguntó si necesitaba ayuda para ajustarlo y la rubia le respondió que no se preocupara, que lo haría antes de meterse al agua.

Al llegar, Tony dejó un bolso con toallas en el suelo y Stephen sacó algunas para ponerlas en el suelo en caso de que alguno quisiera echarse allí luego de nadar. Habían llevado también algunos sándwiches para comer, puesto que estarían con hambre luego de nadar, y conociéndose entre ellos, estarían un largo rato ahí.

Sin perder ni un segundo, las chicas se quitaron sus shorts y remeras, quedándose en bikini. Luego de que Christine ayudara a Pepper con el bretel del suyo-porque a pesar de ser terca, no había podido por su cuenta-se lanzaron al agua. Luego de unos minutos se sumaron los muchachos. Wong se tiró de cabeza y nadó un poco bajo el agua antes de salir y sacudir la cabeza, haciendo que una lluvia de gotas cayera en las caras de las chicas. No se enojaron; lo miraron mal un momentos, antes de echarse a reír. Los otros dos también saltaron y se quedaron en el agua durante un largo rato, salpicándose, metiendo al otro debajo del agua a la fuerza y hasta jugaron a ver quién aguantaba más la respiración. A ellos les daba igual lo que cualquiera podría decir. Mientras la pasaran bien, nada les impedía hacer esas cosas. Aunque quienes más trataron de casi ahogar al otro habían sido Tony y Stephen. Esos dos casi siempre trataban de hundir al otro. Jamás salía bien, pero seguían intentándolo bajo las miradas divertidas del resto del grupo. Una un poco más avergonzada por parte de Christine, pero que rápidamente se ría cuando veía la forma en que esos dos hacían las cosas. Y Wong simplemente negaba con la cabeza, sin dejar de sonreír. Él ya se había hecho la idea de que cosas así podían pasar. Pepper sólo se sentía tranquila por ver que ellos comenzaban a llevarse mejor. Hasta el momento, había sido un poco pesimista sobre cómo podían ir las cosas, pero vaya que se había equivocado. Sus pequeñas vacaciones serían las mejores.

Las chicas se alejaron unos metros de ellos. Christine estaba sentada en la hierba con una toalla sobre los hombros, mientras Pepper seguía en el agua, que le llegaba un poco más abajo de los hombros.

-De verdad que fue una buena idea venir aquí-comentó Christine, metiendo los pies en el agua-. Como dijo Wong, debemos volver en las vacaciones y quedarnos más tiempo.

-Eso también es una buena idea. Quiero tener más tiempo para conocer el lugar-contestó Pepper, apoyando los brazos en la tierra para estar más cerca de ella.

-Bueno, hoy en la noche, cuando no haya nadie, podemos ir a explorar un poco más por el fondo del lugar. Jamás he ido, mis padres nunca me dejaron. Tengo mucha curiosidad por ver si hay algo.

Stephen las veía hablar y sentía mucha curiosidad por saber de qué, pero Christine se iba a poner como una fiera si trataba de espiarlas. Algo que ella odiaba mucho, además de que la dejara plantada, era que anduviera de metido. De pronto, se sintió tonto por querer saber de qué hablaban las chicas. Él rara vez le preguntaba a una de ellas sobre eso, con lo que únicamente obtenía como respuesta: «nada importante». Sabía que Christine, siendo su mejor amiga, no le escondería cosas que podían ser serias, pero también sabía que quería ahorrarse los chistes de ellos. Por eso no hablaba sobre su vida amorosa. Y Stephen lo sabía. Y pensarlo le daba gracia por alguna razón.