Oscurecía. Los dos amigos, Tony y Pepper, estaban en el balcón que ella tenía en su cuarto. Teniendo una casa tan grande, su padre le había concedido un buen toque para ella. Lo único que hacían era mirar las estrellas bajo la luz de la luna, que no era tan tenue como otras veces. Pepper estaba del lado derecho, recargando los brazos en el barandal y con la cabeza levantada hacia el cielo nocturno, mientras que Tony estaba con los brazos sobre la misma base con el mentón apoyado en sus antebrazos, mirando al frente. Los padres del chico habían ido para organizar con los de la rubia los arreglos para la fiesta de la próxima semana y los adolescentes no querían estar presentes si llegaba a haber alguna discusión.
Hacia las cuatro y media, Tony se había sentido bastante intranquilo al recibir una llamada de su padre pidiéndole que lo acompañara hasta la casa de los Potts por el tema de la fiesta y, de paso, le avisó que María también debía estar presente. Eso fue casi una hora después de que llegara del instituto. Por dicha ocasión, los dos jóvenes prefirieron quedarse al margen de todo, esperando solamente a que llegara la hora en que los Stark debían irse y los Potts se quedarían solos de nuevo, esperando únicamente a que llegara la fecha establecida para la fiesta y deseando que la situación no incomodara a nadie más de los invitados. Pero ambos dirían que, con el pasar del tiempo, las cosas se habían complicado un poco. Pepper había escuchado claramente la voz nerviosa de su madre y ciertas replicas de Howard, mientras que su padre y María sonaban hasta hastiados. Ella y Tony estaban negados a bajar y ver qué estaba pasando, ya que no querían generar un ambiente más incómodo entre los adultos.
Sin embargo, sabían lo que ellos pensaban, y esos mismos pensamientos les causaban cansancio físico y mental. Era bastante difícil ponerse de acuerdo para la organización de una fiesta donde van exclusivamente empresarios, modelos y gente bastante conocida y adinerada, así que, por mucho que no quisieran, era fundamental que dieran una buena impresión con los invitados.
Tony y Pepper no habían querido molestar, por lo que cuando llegaron, dejaron sus abrigos tirados por ahí y subieron hasta el cuarto de la rubia para quedarse ahí hasta que llegara la hora de irse. Estando allí arriba por varios minutos, Tony había sentido la necesidad de asomarse y escuchar un poco la charla que estaban teniendo, pero fue la misma Pepper la que sujetó su mano y dijo suavemente:
-Ellos nos dirán las cosas a su debido tiempo, cuando terminen de organizar todo. Por ahora, démosles espacio.
Por una vez, Tony decidió hacerle caso a la primera. Salieron hasta el balcón y ahí decidieron quedarse hasta que sintieran que sus mentes estaban totalmente despejadas, sin importarles que el frío parecía crecer cada vez más. El viento soplaba bastante fuerte, revolviendo furiosamente sus cabellos. A ellos no les importaba, porque cada vez que sus padres los llevaban a otros países por temas de sus empresas, siempre debían adaptarse a los climas de los países más fríos, así que aguantar las bajas temperaturas de su lugar de nacimiento no era nada para ellos; de hecho eran casi indiferentes.
Pepper miró a Tony y sonrió levemente. Sentía que eran como dos hermanos que acaban de discutir por una tontería y sus padres los habían regañado y enviado a su cuarto a ambos mientras ellos buscaban un momento de tranquilidad, aunque fuera difícil de conseguir. Se dijo que esos pensamientos le servían mucho para alejar las malas vibras por las cosas ajenas. Bueno, no tan ajenas, porque su grupo de amigos también era muy importante para ella, igual que para Tony, pero sabía que éste jamás lo admitiría.
Tony la miró de reojo y rápidamente volvió a dirigir su mirada al frente. Quizás se estaba arrepintiendo de no haberle contado sobre lo que pasó con Stephen, pero ahora mismo, ambos debían centrarse en ayudar a sus padres con la fiesta y si Pepper se enteraba, podía molestarse o sólo ponerse triste, pero fuera como fuera, Tony sólo esperaba que siguiera creyendo que había discutido con Stephen por algo personal de ellos dos. Por un momento, sintió un aguijonazo en el pecho. No le gustaba mentirle a esa chica.
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Plan de amor
FanficA veces, se tiene más en común con una persona de lo que uno mismo cree. Y en la adolescencia, puede ser donde más se descubran los sentimiendos, el dolor y la amistad de verdad. Sin embargo, nada se puede conseguir si no es con esfuerzo y un plan d...