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POV Lauren

No tengo palabras para describir lo vivido anoche con Camila, es decir, ella estaba demasiado nerviosa pero lo hizo increíble... ella es increíble.

Siento que al fin he encontrado al amor de mi vida, ella es tan especial y ni hablar de Sean, es un niño maravilloso, sabe hacerme reír y siento que es mi verdadero hijo, adoro cuando me llama mami, mi corazón logra derretirse y caer rendida a los pies de mi bebés.

Era lo que siempre espere encontrar.

Creo que eran las 10 y Camila aun dormía solo con ropa interior tapada hasta el cuello, tenía un un brazo tras la cabeza y con la mano libre acariciaba su cabello.

Su cara era una verdadera obra de arte, sus labios eran perfectos, su nariz era tan lisa y bien formada, su mentón cincelado daba un toque más que femenino a su rostro, además de tener piel morena lo que la hacía más hermosa aún, su cuerpo es perfecto no tiene ni rastros de haber tenido un embarazo, en el sentido que, a pesar de sus pequeñas estrías, ella era perfecta, desconozco el tiempo que estuve observándola, se removió un poco y se estiró haciendo un ruidito desde su interior.

- Buenos días, amor... -susurre y ella rió pegando nuestros labios un segundo.-

-Buenos días, cielo...

De un momento a otro se levantó y se colocó una camiseta mía que tapaba hasta el inicio de sus muslos dejando ver parte de su trasero.

- ¿Adonde vas? -volteo y sonrió gateando hasta mi-

- Vamos a desayunar -beso mis labios y salió de la habitación-

Me levanté casi a rastras y me coloque un buzo de dormir y una polera holgada, bostece y camine hasta la cocina, Camila estaba frente a la encimera, me acerqué por detrás y la abrace por la espalda provocando que diera un saltito.

- Me asustaste -se volteo pasando sus brazos por mi cuello- Siéntate a comer...

Le obedecí y ella dio vueltas por la sala buscando su pijama y al encontrarlo se lo coloco, me sirvió café y le agradecí con un beso en la frente, encendió la televisión bajito y ingrese a revisar mis correos en la tablet mientras ella se sentaba en mis piernas.

- ¿Que es? -apuntó la pantalla-

- Es una nueva campaña, y necesito modelos... -me rasque la nuca porque de verdad las necesitaba, debía empezar a buscar-

- Oh... ¡suerte con eso! -le di un beso en la mejilla-.

- Y esto es... -mi frase se interrumpió cuando tocaron el timbre- 

- ¡Yo abro! -se levantó y cruzó la sala para llegar a la puerta- Seguro son tus pad... -volteo mirándome y al ver quien era, su frase se cortó y me levante con el ceño fruncido, de hecho, eran sus padres-.

Me pare a su lado, ella estaba pálida... y vi la cara de estos dos ¿humanos? ¿merecían ser llamados así? Su madre la miraba con una mano en la boca y los ojos cristalizados, su padre solo miraba con el semblante serio pero se veía su tristeza.

- ¿Qué hacen aquí? -mi voz salió más dura de lo planeado, Camila estaba igual de seria que yo-

- Nosotros... venimos a hablar contigo, hija... -la mujer dijo entre hipidos y entrecerré los ojos mirándola-

- Yo no soy tu hija... y sinceramente no sé qué hacen acá, justo ahora... ¡cuando no los necesito! -dijo con la voz firme, y en realidad, me sorprendió su sensatez-

- No digas eso, flaca... yo -no puedo creerlo- Debes hablar con nosotros...

Mire a Camila y ya estaba casi llorando. Ellos no tenían el derecho a hacerla llorar frente a mi.

- Miren, voy a pedir amablemente que se retiren, no vengan ahora a hacerse los padres preocupados y tristes porque no les sale, me negaron la ayuda en la cara cuando les pedí apoyo para encontrar a Camila y su hijo -ellos abrieron los ojos- 

- ¿Tenemos un nieto? -Dijo Alejandro y Camila rió entre lágrimas mirándolos fijamente-

- Sean sólo tiene dos abuelos -ellos fruncieron el ceño incluyéndome- Qué son los padres de Lauren...

- Flaca, perdón por lo que te hicimos pero ¿por qué no podemos conocerlo a él?

- ¡Porque no se me da la puta gana! ¡Es nuestro hijo, y incluyo a Lauren porque mi hijo la ama y ama a sus padres! No tienes idea lo felices que estaban cuando conocieron a Sean, ellos me buscaron por 1 año, ¡1 año! ¡En los que me violaron y maltrataron! ¡¿DONDE MIERDA ESTABAN USTEDES!? ¡¿EH!? Sus padres me han demostrado más cariño en 2 semanas de lo que ustedes me han dado en 10 años, no saben lo duro que fue para mi vivir ahí y tener a un bebé que quizás nunca conocería el mundo real -miró a su padre negando- No sabes las noches que soñaba en que llegaras y me sacaras de ahí... ¡te necesitaba! no sabes cuanto roge por sentir tus abrazos... ¡y no estaban! ¡¡NUNCA ESTUVIERON!! Pero llegó Lauren y volvió a ponerme en marcha ¿y sabes que? Soy feliz... sin ustedes -los miró sonriendo- Ustedes piensan que yo no se... pero están equivocados -ellos fruncieron el ceño y Alejandro al entenderlo se volvió más pálido de lo que estaba-

La miraron por última vez y voltearon pero Alejandro se devolvió.

- No me voy a rendir hasta que me perdones...

Camila hizo oídos sordos y se devolvió a la cocina, cerré la puerta y fui tras ella.

Estaba en el suelo, al verla de esa manera sentí que parte de mí se quebraba, me acerqué y la abracé arrodillándome frente a ella.

- Amor, tranquila...  -tomé su cara en mis manos y apreté los labios- Creo que es hora de que venga tu sorpresa...

- ¿Que sorpresa? -se limpiaba algunas lágrimas suspirando para tratar de respirar mejor-

- La que te iba a dar el otro día pero ya sabes lo que pasó... -me levante y la ayude a ella, cuando ya estaba en el sillón, salí de la cocina y marque-

- Ven... si está acá... estuvo llorando, ellos vinieron... aja... ¿en 5 minutos? ¿Donde estas? Estás acosando mis alrededores?... eres una tarada, ya... ¡nos vemos!

Camila me miraba algo impaciente y solo acaricie su cabeza.

- Extraño a Sean... -dijo con su cabeza apoyada en mi pecho-

- igual yo... pero luego llega -suspire y hable tratando de buscar las palabras- gracias por decir que mis padres son sus abuelos -volteo a mi y su mano acarició mi abdomen con cariño-

- Eso es lo que son, Lau...

Iba a besarla pero justo tocaron el timbre de casa.

- Llegó... -la tomé de la mano y cuando estuvimos frente a la puerta le tape los ojos-

- ¡Lau... amor! -abrí la puerta y Sofía entró, al ver a Camila inmediatamente empezó a llorar-

- Kaki... -Camila retiro mis manos lentamente y en cuando la vio corrió a Sofía enganchandose a ella como koala, tan típico en ella-.

- ¡Sofía! No.. puede ser...estas -la abrazó de nuevo y se aferraba a ella como si su vida dependiera de ello-

Luego de unos 10 minutos más que estuvieron abrazadas en el suelo y yo estuve a un lado de la puerta, se separaron y se rieron en cuanto se pusieron de pie.

Cerré la puerta y caminamos a la cocina donde ambas siguieron platicando mientras yo miraba embobada a Camila.

Sofía me miraba de reojo y no tenía que ser tan inteligente para darse cuenta de que estaba loca por su hermana.


Changed by loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora