Instituto de criaturas© »Borrador.

Obsesión cumplida (Capitulo final)

N/A: Capitulo final inspirado en la canción de Skinny Love de Birdy.

Mañana subiré el epilogo. Disfruten. 

***

NARRA HAYLEY: 

Aún seguía en el césped, acurrucada con Sam y Peter: mis mejores amigos. No quería despedirme de ellos. Peter se le salían lágrimas, y Sam nadaba en su propio charco de tristeza. Aún quedaba una hora para irme, mis padres me dieron permiso de estar un rato más con ellos.

 —Siempre serás mi mejor amiga Hayley. Aunque tu estés vieja y yo de guardian— susurró Peter.

No me hagan llorar, no por favor. 

—De verdad no se que le pasó al idiota de Jason— dijo este.

El no había aparecido.

—Ya no importa— susurré— Ya todo acabo. No lo veré jamas. 

—No digas eso— intervinó Sam— Tengo el presentimiento de que si lo vovleras a ver Hayley. 

—Eso espero Sam, eso espero.

***

(ULTIMO) NARRADO DE JASON:

Hace un par de semanas en clase, un profesor nos habló de un señor  Jacobskin. 

Tal vez se pregunten ¿qué tiene de especial ese señor? 

Bueno su pregunta es muy sencilla. El es un ex-estudiante del Instituto de Criaturas. Y inexplicablemente desapareció para convertirse en humano. De seguro es mi pariente lejano, mi obsesión por ser humano se volvía grande cada día. A veces no dormía por pensar lo maravilloso que seria no tener alas grises, ni tener poderes. Simplemente ser normal.

Aunque yo llegué a la conclusión que en este Instituto nadie será normal. Ni siquiera Hayley.

Ah, su nombre hace que me de escalofríos, su dulce y tierno nombre, el que jamas volveré a escuchar. Aunque ella no lo admita es famosa aquí, y siempre se hablará de ella. Y eso lo odio, no soportaré la idea de saber que hablan de una persona que amo y nunca podré estar con ella porque... oh, es humana.

 El día en que el profesor de mitología me regaño, si es ese día en que Hayley y Peter espiaron, la verdadera razón que no quise contar es que fui al salón de limpieza. Ahí es donde el tal señor que se volvió humano dormía, aunque antes no era de limpieza.

Nadie nunca iba ahí, porque es oscuro y prohibido. Pero mi obsesión por saber que ahí guardaba todos sus apuntes me llevó hacia ese lugar. Estaba yo todo sudado y tembloroso, no quería que nadie me observara así que tome unos polvos para ser invisible. 

Al llegar a mi destino no me costo nada entrar, era un lugar lleno de mugre, jamas había sido limpiado desde su desaparición así que me pusé a buscar durante mucho rato hasta que encontré sus diarios. 

¡Los diarios que tanto quería! 

Pero por mi desgracia el profesor me descubrió saliendo ya que el efecto de los polvos de había pasado y termine regañado. Pero antes escondí los diarios en mi mochila para que no me los quitaran. 

Y así fue como en toda la noche leía sobre sus pensamientos, de como odiaba ser una criatura y que deseaba ser humano. Cuando leía cada palabra en ese viejo papel, parecía como si estuviera leyendo mis propios obsesionados pensamientos.

Hasta que lo encontré lo que estaba buscando. Yo quería saber como le hizo el para desaparecer de este infierno.

"... mi mente estaba apunto de explotar, las venas sangraban de tanto forzar mi cerebro. Estaba convertido en la criatura horrible que soy: un minotauro. Mi cabeza peluda la tenia reflejada en mi espejo. Ya no quiero ser así, tengo que quitarlos..."

Y así es como terminan su ultimo diario. "Tengo que quitarlos".

Por muchos días lo pensé ¿que tenia que quitar? Los minotauros son personas muy egoístas, y por eso no me extraño que no tuviera amigos o ni siquiera novia, y que por esos sus diarios los guardo bajo piso. Pero esa ultima frase la tenia en la cabeza mucho tiempo, algo se quito el. 

¿La vida? No creo ya que las personas dicen que se volvió humano. Una frase que tiene el decía "estas en este mundo de criaturas, porque eres una" .

Estoy en este mundo porque soy un ángel, una criatura. Entonces al estar pensando eso me había topado con Hayley y tuvé que darle un beso. Quería saber si todavía tenia sentimientos hacia ella. Y al dejar de besarla me sentía un tonto, ¿como pude pensar eso? 

¡Si la quería más que nunca! 

Hoy se supone que debería estar en su despedida. Pero yo estoy seguro que veré una forma de estar con ella. Yo no quiero que me despida de ella solo por obligación, porque, yo no puedo hacer eso. Seria como humillarme enfrente de lo que más quiero ser. 

Un humano. 

Estaba tumbado en una habitación abandonada, llorando por no querer ser una criatura. Mis padres odiaban a los humanos, por mi hermana. Pero más me odiaban a mi. Si desaparezco de este infierno de seguro ni se darían cuenta, y si lo hacen ni siquiera me extrañarian.

Traía conmigo el ultimo diario del señor que desapareció y fue humano. ¿Como hizo eso?

"Tengo que quitármelos" ¿Quitarse que cosa, carajo?

Entonces todo tuvo sentido, el era un minotauro. Tengo que quitármelos se refería a sus cuernos. Estas en este mundo de criaturas, porque eres una. 

El se había quitado sus cuernos, el había quitado una parte de su criatura, y si no eres una criatura...no perteneces a este mundo. 

Corrí lo más rápido que pude hacia mi habitación, en mi cajón tenia guardado un cuchillo en caso de emergencias. Y volví a correr hacia el cuarto donde estaba antes. Me sentía mal por dejar a Hayley plantada, pero después de esto estoy más que seguro que estaremos siempre juntos. 

Estoy enfermo, tengo una obsesión por no pertenecer aquí. Y cuando encuentro la cura no debo de desperdiciarla. Me quito rápidamente la camisa entre lágrimas y dolor. ¿Y si no funciona?

Hayley. Mis amigos.Mis padres. El Instituto. Peter. Yo.

Todo eso tenia en la mente, mi obsesiva y siniestra mente en estos momentos. No quería dejar nota, no quería que pensarán que los podría extrañar. 

Me quede contemplando mi torso desnudo mientras sacaba mis alas, la ultima vez que las vería. La ultima vez que estaría en este Instituto. Pero todo por querer lo que quería.

Ser humano y estar con las personas que amo. Hayley y mi hermana.  

Mis alas grises me daban cosquillas cuando tocaban mis hombros. Mi debilucho cuerpo ya no seria más así. Las plumas suaves que tenia vana desaparecer, las marcas de nacimiento también se irían junto con mis recuerdos. ¿Y si se borrán? N-no...

Se valiente Jason. 

Agarré cuidadosamente el cuchillo, más filoso de lo que recordaba. Y toqué mis alas, se sentía raro tener algo tan filoso en algo suave. Y empezé desde que empezaban estaba cortando poco a poco mis plumas. Gemía de dolor, dolía horrible. Y cuando las gotas cayeron al suelo era tranquilizador y siniestro al mismo tiempo. 

Podía escuchar como tronaba la sangre cuando caía, pero seguí cortando una por una de las partes que conformaban mis alas. Dulces y tiernas alas que no estaban y nunca estarán. Cuando termino caigo en un charco de sangre mía, pero no huelo a sangre sino a naturaleza. La que tanto me gusta. 

La espalda me duele al grado de gritar, de seguro tendré una enorme cicatriz. Pero de un segundo otro ya no estoy en esa habitación, sino que me marchó a otro lado. Pero ya no veo porque me nublo en una intensa y descolorida oscuridad. 

***