Instituto de criaturas© »Borrador.

Epílogo

TRES SEMANAS DESPUES [NY]

Estábamos en un bonito edificio de un barrio antiguo en las calles de Nueva York, esta es una ciudad nueva para mi. Ahora soy otra Hayley, y ya no soy como lo era antes.

Ya no supe nada más de Jason, ni de mis otros amigos. Sam prometió escribirme cartas cada vez que iba en su estancia en Transilvania. Peter prometió que cuando cumpliría la mayoría de edad haría todo lo posible por visitarme y ser un guardián importante. 

Pero de Jason no sabia nada, y cuando les pregunté si la familia de Jason sabia que le pasaba me dijeron que incluso ellos no sabían que le había pasado, que había desaparecido.

Se me hizo un nudo en la garganta cuando me enteré, pero así era ahora. Y no podía cambiar las cosas. No tenia alas, ni amigos nuevos y mis padres incluso habían cambiado. Todo aquí era confuso, igual como al principio. 

 —¿Estas lista cariño?— me preguntó mi madre. 

Hoy volvía a la escuela, se que es una estupidez que en semanas regrese, pero lo era. Era un nuevo horario escolar. No Keyla, no criaturas, no profesores raros y mucho menos clases extrovertidas. Ya había pasado un año al que creía que habían muerto mis padres, pero aunque todo fue complicado para mi los perdone. 

Perdone incluso que me hubieran ocultado mi verdadera familia por tanto tiempo, mi verdadero yo y hasta m verdadero cuerpo. Pero los aprecio por habérmelo enseñado.

—Lista— contesto. 

***

La escuela era totalmente lo contrario al Instituto de Criaturas, mi nueva escuela era colorida con miles de chicos normales, y eso no me gustaba. Desearia que Sam estuviera aqui con sus mechas de cabello, a Peter y su lindo cabello rubio. Y quiero mucho más a Jason diciéndome las mil maravillas de ser un humano.

¿Tanto pido? 

—Nueva estudiante...¿Hayley Woodhouse?— pregunta la secretaria. Mi madre y yo asentimos.

—Bien, la primera clase empieza en una hora. Tu casillero es el numero 45, esta al final de este pasillo. Buen día. 

Salimos de la sala de la secretaria. 

—Buen día cariño, te deseo lo mejor. Te amo.

—Igual yo mamá.

Mis palabras se las comió el viento, ella se alejó dejándome sola en esta jaula de gorilas, chicos en patinetas, miles de chicas platicando animadamente. Muchas viéndome pero nadie sabe de donde vengo.

Eso es lo que más me gustaba de ser nueva, nadie sabia nada de ti, y ni quiero que lo sepan. Así me paso con Jason, a simple vista era un buen chico pero ya que lo conocías tenia muchos demonios y voces en su cabeza. 

Iba caminando hacia mi casillero, en el otro Instituto no teníamos. Cuando un chico bajo choco contra mi.

—L-lo siento...

Y se fue corriendo, y eso me fastidiaba. Si en el otro Instituto alguien chocaba conmigo lo primero que me preguntaba era que criatura era, ¿sirena? ¿angel? ¿duende?

Pero ahora el chico que choco conmigo lo único que se es que no es nada sobrenatural, no le saldrán garras, ni cuernos, ni garras ni nada. Solo un cerebrito más.

El timbre sonó, me habían dicho antes que sonaría cinco minutos antes para llegar a tiempo. No se que clase saldría primero, pero no tenia ánimos de nada. Estaba triste y desinteresada en lo que ocurría en mi alrededor.