(Samantha)
Estaba con Diana conversando.
—Mi fiesta tiene que ser de las mejores, pero sin agotar las ideas porqué... oye Sam ¿estoy hablando más de la cuenta?.
—Estás loca Diana, escúchame no habrá ninguna fiestita ¿me oyes? Y por cierto siempre hablas más de la cuenta— me detengo a observarlos a ambos con una sonrisa, ya van a empezar.
—¡Claro que haré una fiesta! O sea cumpliré diecisiete, tengo la edad suficiente como para dar una fiesta.
—Pero no la que planeas, no eres mayor de edad, sólo habrá un pastel, refrescos, comida y tal vez helado. Es todo.
—Tú no eres mi maldito padre.
—Como él no está aquí se hará lo que yo diga ¿está claro? Y Samantha me dirá si planeas algo ¿verdad, Sam?— comenzó a acariciar mi cintura, me siento algo incómoda, los amigos no se dan estas caricias.
—¿Samantha?— dijo Diana esperando que tomara un lado.
—Oh no, no me hagan elegir. Pero Ryan si Diana quiere hacer algo para su cumpleaños es su decisión, después de todo un cumpleaños es especial, pero claro Diana sin cruzar la línea. Eso es lo que creo.
—Ahí lo tienes Ryan. Sólo vendrán amigos. Sam por cierto aprovecharemos esa reunión para conseguirnos novios, yo me voy a asegurar de que tú primer novio sea el mejor.
—Samantha, no escuches a esta chica, ninguna de las dos tendrá novio a esta edad ¿está claro?— dijo mirándonos fijamente.
—Ryan, yo ya tuve novio desde hace dos años, aunque Samantha es la única que no hasta ahora.
—Entonces— Ryan tomó mi mentón, lo movió haciendo que lo mire, me quedé hipnotizada por el bonito color verde que encuentro sus ojos, su hermosa y breve risa me devolvió a mis sentidos —. Samantha va para ti, no tengas novio.
—Ajá— respondí, mis mejillas se calientan, Ryan quitó su mano de mi espalda y se fue.
—"Ajá"— dijo Diana con burla —. ¿Por qué no han tenido sexo aún?.
—¡Diana! ¿qué cosas dices?.
—No te hagas ¿creés que estoy ciega? No dejaba de tocarte y tú le hacías ojitos de "no te detengas" ¿quién se pierde de algo tan obvio?.
—Nadie, nadie se perdería de nada porqué no ha pasado nada de lo que piensas, Ryan y yo somos amigos.
Ahí quedó la conversación, luego ella salió con la señora Verónica, yo no pude ir con ellas, ya que no estaba mi mamá para pedirle permiso, así que me tuve que quedar, me dirigí a mi habitación que quedaba a lado de la de Ryan, la puerta estaba abierta, el estaba ahí en su cama jugando vídeos juegos.
—Pasa Samantha, cierra la puerta por favor— dijo Ryan sin voltear a verme.
No sé como sabía que yo estaba ahí, así que pasé, cerré la puerta como ordenó que hiciera, yo me quedé parada mirando como jugaba, hasta que él frunció el ceño.
—Ven aquí puedes sentarte, no seas tímida, te pones rara cuando estamos nosotros dos solos ¿por qué?.
Con eso sentí como mi corazón se aceleró, casi podía escuchar mis latidos, no sé por que me ponía así con Ryan, sólo con él me pasaba, tal vez Diana tenía razón, tal vez me gusta Ryan.
—Yo... no, no sé, no inventes, yo no soy rara, Ryan— le respondí algo pausada.
Ryan detuvo el juego, me miró con una sonrisa, y yo no podía levantar la mirada entonces, la dirigí a mis manos que estaban reposadas en mis rodillas.
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Eres Mía [1]
RandomLa protagonista de ésta historia es Samantha Lawrence, pronto convertida en una víctima de su historia, víctima de sus miedos, sus malas decisiones, obligada a permanecer en silencio.. Tuvo personas buenas en su vida y luego también malas personas. ...