(Samantha)
Ryan puso su mano en mi mejilla, me niego a llorar rotundamente, no, no debo desesperarme o lo voy a arruinar, no quiero problemas y este sería uno muy grande.
Tengo mucho miedo, miedo de que los demás sepan de nosotros, si mis padres supieran sé que nada sería igual, llevo ocultando esto tanto tiempo no volverían a confiar en mi, ni a Ryan ni a mi nos conviene que los demás sepan de esto, si he pensado en contarlo todo, pero no es algo que tenga un cien por ciento de credibilidad.
Dios es una locura.
Debo parar todo esto, pero con calma debo convencerlo realmente, porque las de veces que me desesperé rogándole que parase lo hacía peor, sólo espero que funcione. Alejo a Ryan antes de que me bese, niego varias veces con la cabeza.
—Samantha ¿qué hemos hablado?.
Veo su mano reposada en su pierna, levanto mi mirada, remojo mis labios, aclaro mi garganta, vuelvo a mirar su mano.
—Ryan— hago una pausa para mirarlo, le sonreí un poco, tomé su grande mano entre las mías le doy un beso en ésta, la llevo a mi mejilla. Ryan no se ve para nada convencido de mi comportamiento por lo que me observa fijamente poniéndome muy nerviosa —. Ryan.. yo te quiero, pero debemos parar con esto por ahora por favor.
Ryan asintió, me ayudó a ponerme mi sostén como si lo necesitara lo he hecho un millón de veces sin su ayuda, luego me alcanzó mi blusa.
—Si, bueno hablemos un poco, pero no aquí.. espérame.
Ryan besó mi frente salió de la habitación, solté todo el aire recolectado, volví a respirar siendo más exacta. Bien Ryan se ha ido, debo hacer lo que me dijo mi mamá, guardar mis cosas, ya casi voy terminando, tomé mi último jean de éste cayó un chicle que aún conserva su envoltura, olvidé que lo tenía ahí. Terminé metiendo el chicle en mi boca, guardé mi pantalón, juego con la envoltura, Ryan entró en la habitación.. rayos creí que ya no volvería, y el viene con una sonrisa.
Se acercó a mi rodea sus brazos en mi cintura, hice un pequeño globo con mi chicle, Ryan besa mi mejilla, nos miramos aproveché para tirarle la envoltura en la cara, Ryan tomó mis mejillas en su mano.
—Oye linda buenas noticias, tu padre me preguntó por ti, le dije que te veías algo cansada y como soy tan amable me ofrecí para llevarte allá antes y de paso te ayudo con tus cosas y dijo que si.
—¿Me ayudarás verdad?.
—Claro, y tendremos tiempo de sobra para hablar un poco de lo que quieras, Sam déjame algo tuyo no sabes la falta que me harás.
—¿Qué quieres que te regale?.
Ryan fue hacía mis cosas comenzó a mirarlo todo sin mi permiso, sé que le gusta, que disfruta de su comportamiento imprudente conmigo. Sacó mi preciado álbum de fotos, me voy hacía Ryan sacó una fotografía de nosotros la cual tiene un par de meses de antigüedad, cuando todo iba normal.
—Bueno quiero ésta foto y escribe algo detrás de ésta para mi.
Alguien enloqueció un cinco por ciento más hoy.
—Ajá claro.
Escribo detrás de la foto. "Para mi amigo Ryan te quiero mucho". Se lo doy, Ryan se ve enojado pero no tanto.
—Tendrás que mejorar en esto la próxima.
—¿Qué? ¿me he equivocado en algo Ryan?.
Al parecer si, porque tachó la palabra "amigo" un poco arriba de esta puso "novio". Sonrío algo incómoda apuesto a que estoy muy roja, Ryan fue a guardar la foto en su habitación, regresó tomó mis cosas, sin dejarme nada para cargar.
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Eres Mía [1]
RandomLa protagonista de ésta historia es Samantha Lawrence, pronto convertida en una víctima de su historia, víctima de sus miedos, sus malas decisiones, obligada a permanecer en silencio.. Tuvo personas buenas en su vida y luego también malas personas. ...