(Samantha)
Abro mis ojos con dificultad, una vez más no me morí, de todas formas no era lo que quería ¿puede mi egoísmo hablar y decidir ésta vez? Pues no, no voy a matar a William seré sincera ganas no me faltan, pero no es algo que quiera llevar en mi conciencia, no soy esa clase de persona, no soy capaz.
Si hago algo al respecto sería confesarle a alguien lo que realmente William ha estado haciéndome, quizás me ayudan. Vuelvo a intentar abrir mis ojos ésta vez si pude, estoy en un hospital ¡Bien! ¿y ahora que pasó? Me muevo un poco para ver que William está apoyado en la cama.
—Ya era hora de que despiertes.
—¿Qué me pasó William?.
—Tuviviste un aborto espontáneo— respondió indiferente.
—¿Cuál es tu límite William? ¿por cuánto tiempo me seguirás torturando?— William viene hacía mi, puso su mano alrededor de mi cuello.
—Cállate, Samantha, contigo estaré hasta el cansancio, vamos hagamos otro bebé— sus ojos se ven casi negros.
—¡No me toques! Eres tan despreciable— William me dio una bofetada.
¿Desde cuando mis insultos le molestan?.
—Vamos mi amor, aquí tienes tu ropa, estaré afuera— dijo acomodando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
¿Por qué es tan raro y loco?.
Sin más sólo me puse mi ropa, salgo de la habitación cerrando la puerta, encuentro a William conversando con una enfermera, rodé mis ojos, él debería llevar un cartel de restricción.
(William)
Noté a Samantha, le doy una última sonrisa a.. bueno como se llame, voy hasta ella, llevo mi mano a su espalda le doy un pequeño empujón.
—Vamos.
Salimos del hospital, cuando me daba cuenta Samantha caminaba detrás de mi, me detengo.
—¿Puedes caminar más rápido?— ella asintió.
Entramos al auto conduje de regreso a casa. Al llegar Samantha fue a la cocina, la sigo hasta ahí, la veo tomando agua, me acerco a ella por atrás, la tomé de la cintura, le doy unos besos en el cuello.
—Para por favor.
—No empieces a llorar— Samantha se da la vuelta.
—No me toques—
—¿Y para que te tengo si no es para tocarte Samantha?.
Tomé con mis manos la parte superior de su camisa, la abrí arrancando algunos botones en el acto, puse una mano detrás de su cuello y la otra en su espalda baja, la beso con desesperación mientras ella suplicaba una y otra vez que me detenga.
De repente sin verlo venir recibí un golpe en la cabeza por su parte, caí al suelo, se me ha nublado todo por un momento, me levanto, esa zorra me ha golpeado con el vaso, duele mucho, es sangre lo que recorre mi frente. Voy tras ella de inmediato, salgo afuera la veo en los brazos de David, mi papá me mira.
—¿Qué ha pasado aquí?— preguntó mi papá.
—Nada, sólo una discusión, cosas de pareja.. lo vamos a solucionar, vamos Samantha— la veo aferrarse aún más a David y negar varías veces con la cabeza.
—No, no por favor— David me lanza una mirada fulminante, alejó a Samantha un poco para verla y ponerle su mano en la mejilla.
—Sam ¿William te ha tenido en contra de tu voluntad todos estos años?— Samantha intentó mirarme.
—No, no lo mires a él, responde— le dijo David.
—Es mi esposa claro que no es así.
—Cállate, William— dijo David.
—Samantha, sólo dime y realmente voy a solucionar todo esto— Samantha asintió repetidas veces, lloraba con más fuerza.
—Por favor sólo quiero irme con mi familia.. William, él me hizo mucho daño todo éste tiempo.
—Estarás bien, Samantha— le respondió David, volvió a abrazarla, le dio un beso en la frente.
—Regresarás con tu familia ahora mismo, lleven a ese enfermo adonde pertenece.
—Estás muerta, Samantha, estás muerta, tus malditos días están contados ¡zorra!.
—Shh William, cállate o te parto la cara ahora si prefieres, papá ve con ellos y asegúrate de que ésta vez si llegue a prisión y no salga de ahí, yo me encargo de ella.
(Narrador omnisciente)
David lleva a Samantha con sus hijos, llevaban años sin verse, David la encontraba igual de atractiva, pero es su amor imposible y lo acepta a contrario de William, David prefiere no forzar las cosas. Samantha aún no puede creer que regresará con sus hijos, no deja de llorar ahora por la felicidad de finalmente haber sido salvada por quién menos esperaba.
—David, estaré agradecida contigo eternamente.
—Era lo menos que podía hacer por ti, Sam.
David llevó a Samantha con su familia y se pasó por la prisión para ver a William encerrado. William juraba que saldría de prisión pronto, sólo para "matar" a Samantha y a los que se encargaron de dejarlo en donde está. Samantha corrió a abrazar a Ryan finalmente serían una familia otra vez.
Ryan y Samantha a los pocos meses se casaron. A Samantha le costó mucho poder retomar una vida normal, ya que William se había encargado de lastimar su espíritu, su alma, se volvió una insuperable tragedia para Samantha quien sólo decidió intentar no pensarlo en ningún momento del día lo cual le llevaría un tiempo.
Los meses pasaban, William aún permanecía en prisión enviando varios mensajes a varías personas para que lo ayuden a salir. A quienes se les notificó y al cabo de dos días no hicieron nada morirían, entre esas personas Austin fue notificado, pero lo ignoró por completo, por consejo de David quien se encargará de que William no se mueva de donde está. De momento "No hay nadie que lo quiera libre" o eso es lo que todos creén.
—Puedes relajarte, Will, no perteneces aquí y que alguien como yo crea eso vale mucho.
¡Hola!
Em bueno acá está el final como les dije no sabría cuando llegaría la pregunta es ¿les gustó? ¿quieren extras?
Voten comenten y pueden seguirme también seguiré escribiendo.. y siempre al pendiente de ustedes amigos
ESTÁS LEYENDO
Eres Mía [1]
RandomLa protagonista de ésta historia es Samantha Lawrence, pronto convertida en una víctima de su historia, víctima de sus miedos, sus malas decisiones, obligada a permanecer en silencio.. Tuvo personas buenas en su vida y luego también malas personas. ...