Capítulo 30 ¿Dónde estás?

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(William)

-¿Quién es Samantha?.

-Una... es alguien que conocía.

-Acabas de llamarme Samantha.

-Si, es algo que pasa cuando estás pensando en algo, también podría pasarte... olvídalo. Debo hacer un viaje te quedas ¿verdad?.

-¿No quieres que vaya?.

-Diane, tú decides no importa lo que yo quiera.

-Quiero ir, no me gusta quedarme siempre con la señora de la cocina- dijo haciéndome reír.

-Entonces vienes conmigo.

Salgo de la habitación cerrando la puerta, me voy a mi habitación, me tiré en la cama. Tener un secreto llega a ser muy molesto ¿por qué tuve que llamarla Samantha? Soy perfecto todo el tiempo un error de vez en cuando no me viene mal, supongo que no importa tanto ese mísero error.

No me pondré a hablar del origen de mi provocada "maldad" sólo diré que asumo la culpa de mis "terribles" actos en un 3% como los de: asesinar, robar, pero sólo a veces al igual que la primera, asumo que si he secuestrado a Samantha, pero el accidente no ha sido culpa mía, fue ella quien lo provocó aún así me ocupe de todo eso.

Desde el accidente primer acto fue limpiar toda la escena, segundo acto llevarmela muy lejos, tercer acto ayudarla. Si a pesar de todo la ayudé cuando debí matarla porque casi y por muy poco moría esa vez, pero se salvó de morir pues estuve esperando unos meses a que despertara del coma y cuando lo hizo tuvo demasiada suerte al no recordar quien era, se despertó sin saber su propio nombre. Entonces me dije a mi mismo "es mi oportunidad de lograr que ella sea completamente mía sin tener que forzarla".

No la ayudé a recordar, pero tampoco la ayudé a olvidar ya que no fue necesario. Yo no tengo la culpa de que los medicamentos en vez de ayudarla sólo la han empeorado, pues seré sincero su adicción a esas pastillas me duele un poco, pero de no ser por esa adicción sólo quizás creo que ella sería difícil de manipular.

Veamos esto de ésta forma, la mente de Samantha me pertenece es totalmente mía, mientras siga alimentando su adicción ella no me dirá que no jamás. Es una niña malcriada eso si es mi culpa, la ayudé a verse bella otra vez, con ese accidente su rostro estaba mal con cicatrices que la cirugía plástica arregló.

Samantha no se ve como la de antes, al ver el trabajo de esos cirujanos con gusto pagué todos los gastos. Aunque su nariz estaba sólo un poquito mas pequeña, algo elevada también y sus labios aún más gruesos, fueron conservadores con el resto de ella no le quitaron su esencia tan hermosa. Permití que cortara su cabello, está más hermosa ya lo dije un millón de veces y no me cansaré de repetirlo.

Se ve mejor ahora de lo que estaba antes, sólo sé que está mejor conmigo de lo estuvo con Ryan. Samantha es mi esposa ahora, me casé con ella hace tres meses, pero no quiero joder las cosas entre nosotros, dormimos en habitaciones diferentes, apenas nos vemos, viajo todo el tiempo lo dejé todo allá.

Ya ha pasado mucho tiempo ya no creo que la sigan buscando y si regresa no la van a reconocer, sólo debo mantenerla alejada de sus "conocidos" y eso es todo.

Bueno con otra identidad, Diane Johnson mi esposa eso es lindo romántico tratándose de mi. Y su apariencia no es la misma, pasaría de ser percibida si por casualidad se cruzara con alguno. Hay algo que te hace descartar que sería Samantha y es su imagen, pero si sería posible que notarían que es muy parecida.

Tal vez debí hacer un mejor trabajo como de haberle permitido un falso funeral. No importa lo hecho pues hecho está. Ya lo tengo llegando allá sólo haré que me "liberen" de prisión. De aquella vez supuestamente estuve encerrado y ninguno volvió a verme, así quedaré descartado de su lista de sospechosos si aún la tienen. Por las dudas. Mejor prevenir, no diré que lamentar, yo nada lamento, si tengo que matar mataré a quien sea que lo arruine.

Eres Mía [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora