Capítulo 28 Tu tiempo se acabó

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(Samantha)

-Samantha... eh ¿te gustaría venir a... cenar? Yo voy a cocinar, así que estaría bien si vienes- lo miré enseguida sorprendida, Ryan se ve nervioso.

-¿Por qué me invitas de repente?- pregunté sonando desinteresada.

-¿Es un no?.

-¿Tú que creés? Simplemente no entiendo por qué la invitación.

-Sólo te invitaba ¿acaso está mal? No te arruinará la vida por completo aceptar cenar conmigo.

-¿Cuándo? Veré si puedo.

-Ésta noche.

-No, demasiado pronto y no estoy interesada.

-Como quieras.

Hace un año y medio de que nuestra relación acabó y las cosas no pudieron ponerse más frías entre nosotros, dejamos de vernos por semanas, nos decíamos "hola" y como mucho un "adiós" no se nada de él ya en el sentido de que bueno si tal vez esté saliendo con alguien... pregunta ¿qué hacemos saliendo juntos si a penas nos miramos? Pues en un par de días nuestros bebés cumplirán un año estoy tan contenta.

Tuve mellizos son encantadores, Thomas y Darya Grey, son toda mi vida, como no amarlos. Tengo que admitir que fue duro al principio todo me asustaba, no entendía nada de nada de como cuidarlos, pero todos me ayudaron mucho no me quejo. Aunque no tendré más hijos nunca la cesárea fue horrible, pero ellos llegaron como un regalo después de la navidad pues nacieron el 26 de diciembre.

Terminamos de comprar las cosas, Ryan me llevó de regreso, salgo del auto y le digo.

-Adiós cuídalos bien.

-Si, Samantha- asentí.

¿Quién se quedó con mis bebés hoy? Pues Verónica, de vez en cuando dejo que Ryan los lleve con su familia.

-Samantha.

¿William?.

Me doy la vuelta efectivamente es él.

-William.

-¿Sabes? Creí que con eso de la maternidad te verías horrible, pero no, te ves igual de hermosa si no es más.

-Regresaste.

No lo veo desde unos meses antes que mis hijos nacieran.

-Ajá ya te extrañaba- puso su mano en mi espalda me pegó a él.

-¿Sigues soltera?.

-Sí.

-¿Desde lo de...?-

-Sí.

-Vaya eso es mucho tiempo ¿extrañas tener sexo conmigo?.

-Déjame, William.

-Samantha, no te olvides que una vez les perdone la vida a tus hijos déjame informarte que no habrá una segunda oportunidad- William me besó en la boca tuve que corresponder su beso.

-Vamos.

Lloré, pero no me negué, tengo mucho miedo no puedo permitir que por mi culpa lastime a mis bebés. Entré en su auto, me quedé mirando la ventanilla del auto con tal de no mirarlo.

-¿Cómo has estado?.

-Bien.

-¿No has tenido sexo después de mí?.

-No.

-Debes de estar ansiosa por tenerme dentro de ti... ¿recuerdas como te sentías?.

-Sí... ¿a dónde vamos?.

Eres Mía [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora