William y Samantha [parte 3]

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Samantha

Ryan besó mis labios, puse mis manos en sus hombros, lo alejo, pasé mi mano por mis labios deseando limpiarme, Ryan se ve molesto por eso pero me sonríe.

—No vuelvas a besarme.

—¿Por qué no quieres estar conmigo?.

—No me gustas, ya no es como antes, lo siento.

—Si me das la oportunidad verás que no soy así, por ti seré diferente, no será como con Elizabeth, por ella no siento nada porque te quiero a ti.

Salgo de la cama molesta, voy a abrir la puerta.

—No quiero que estés acá, no quiero que regreses a hablarme de esto, sé que si buscas por otro lado encontrarás a una mujer que te corresponda y pueda estar contigo, así que no pierdas tu tiempo conmigo.

Negó un par de veces, se levanta de la cama, viene hacía mi, me toma la mano, su pulgar acaricia mis nudillos, levanto la mirada.

—Está bien, sé que William de alguna manera borró lo que sentías por mi pero, sólo espero que cuando te des cuenta que esto es un error regreses a mi, te perdonaré.

Le quito mi mano, Ryan finalmente sale de la habitación, cerré la puerta de inmediato, me reí, Ryan no soy quien para señalar tus acciones pero si para cuestionar, no estaré contigo, tienes la fama de engañar a tus novias y dejarlas, no quiero ser de esa lista, quiero algo mejor, si hubiese algo relevante que saber de William, David me lo diría.

Pasé tres días sin saber de William o de David, tuve que escaparme para ir a verlos a su casa, veo a William llegar, estuve sentada en un escalón esperando a que alguno apareciera, esto es mejor que convivir con los hermanos Grey, están locos, me llama la atención el color rojo en la mano de William.

—Hola, Samantha— saluda.

Me levanto preocupada viéndolo cerrar la puerta con llave y entregarselas a un hombre que llegó con él, mi corazón se quiere salir del miedo, él viene hacía aquí, al llegar a mi puso su mano en mi espalda invitandome a subir con él.

—¿Qué te pasó en la mano?.

—¿Cómo has estado?.

—Yo bien, creí que nos veríamos y... pero no logré avisarte, pasaron tres días.

William se ríe, me dirige a su habitación, se está quitando la camisa.

—Cierra la puerta— cierro la puerta, lo vuelvo a mirar, tiró su camisa al suelo, bueno es algo desordenado —. Así que tres días.

Dijo yéndose al baño, estoy segura que su mano tenía sangre quizás se lastimó, William regresó secando sus manos con una toalla.

—¿Tanto pasó? Se pasa el tiempo cuando estás ocupado pero, aún así no pude sacarte de mi cabeza eres muy bonita— dijo apretando mi mejilla.

—Gracias.

—Ah pero ¿a quién buscabas a David o a mi?.

—Quería verlos a los dos.

—No, a David no lo vas a encontrar viajó anoche, ¿qué hay de ti? ¿te aburren los Grey?.

—Mucho— respondí haciéndolo reír.

William sujeta mi cuello me deja contra la pared, sus labios rozan los míos, quiero que me bese tanto como quiero saber por qué no me buscó y por qué tenía sangre en su mano pero, él no responde a mi pregunta.

William no me besa, sus labios se alejan de los míos después de haberlos rozado tan sólo.

—Samantha ¿tienes novio?.

Eres Mía [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora