Capítulo 38 Diane (extra)

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(Diane)

Me levanto de repente al escuchar un portazo, mi corazón casi se sale de su sitio, me asombra ver a la rubia en mi habitación, bueno Diana, me cubro con la sábana hasta el cuello, la miro con mis cejas elevadas por la sorpresa que me dio.

—Diana ¿estás bien?.

—William tiene razón Samantha eres una zorra.

—Diana, no puedes venir a hablarme así justamente en mi casa y otra razón más porque yo no te he faltado el respeto ¿por qué me dices eso?.

—Nadie más que tú puede haberme delatado.

—¿Hablas de William y tú?.

—Si, William y yo, deja de meterte en nuestra relación.

—Ay Diana, no era mi intención, tu misma sabes que yo no soy de tu clase, estoy felizmente casada con Ryan.. lo tengo todo. No tengo por que intentar arruinar nada. Fue sin querer, me arrepentí de no haberte hablado directamente, pero William me hizo mucho daño por forzarme a estar a su lado— Diana comenzó a reír.

—Samantha, pequeña tontita, no te creas mucho, no eras más que un objeto para William.

—¿Por que se casó conmigo?.

—¿Qué?.

—Mira linda no importa, no entiendo por que decides perder tu tiempo con alguien como William que según tú, yo para él era un "objeto" ¿quieres que te haga lo mismo acaso? Es una pregunta retórica. No somos amigas así que sólo me guardaré mis consejos, mis advertencias. Sólo no cometas el error de sacarlo de ese lugar, a ti no te conviene que lo logre, te van a culpar por eso.

—Tú a mi no me dirás que me conviene y que no. No te metas en mis asuntos.

—Si tranquila— dije agitando mi mano.

Cerré mis ojos con fuerza por un momento, si que es insoportable. Abro mis ojos, ella se fue de mi habitación. No quiero volver a tener que hablar con ella. Me levanté con la sábana enrollada en mi cuerpo, me voy a bañar, mientras lo hago inevitablemente comienzo a pensar.

Inventé que Diana y William estaban en una relación pero ¿realmente tienen algo? Samantha esto es nada más y nada menos que tu culpa, esa niña tonta no vendría de esa manera a tratarte así de haberme conocido a mi primero.

¿Qué tenemos que somos tan deseadas?.

Genial no traje mi ropa, da igual al parecer estoy sola, salgo del baño con la toalla enrollada en mi cuerpo, veo a Ryan quitándose la camisa, paso mi lengua por mis labios, me encanta lo que veo.

Por ti Samantha.

—Sam.

—Hola ¿de dónde vienes?.

—No puedo creer que te la has pasado durmiendo, llevé a los niños con mi mamá, tú dormías profundamente, intenté despertarte pero, no lo logré— levanté la mirada, le sonreí.

Rayos su cuerpo me hace perder la concentración.

—¿Dijiste algo? Bueno.. iré a buscar mi ropa.

—No, no vayas.

Me doy la vuelta con una sonrisa, voy hacía Ryan, lo empujé a la cama subiéndome encima, mis manos no dejan de acariciarlo, Ryan me quitó la toalla, me dio la vuelta, sus besos se instalan en mi cuello.

—¿Lo haremos todos los días?— pregunté sonriente.

—Y a todas horas si se puede.

Ryan me penetró, mordí mi labio inferior con fuerza ahogando mis gemidos, Ryan me besa, ah sus embestidas son más duras, mis uñas recorrieron toda su espalda, me dio la vuelta, abrí mucho mis ojos ¿¡me lo hará por detrás!? William me lo hacía por ahí pero, ya pasó mucho tiempo de eso.

—¿Qué pasa Sam? ¿no te gusta esa posición?—negué con la cabeza, me doy la vuelta, Ryan se acomodó su pantalón y se alejó de mi.

—Odiaré a William toda mi vida, debería ir a matarlo simplemente.

—No vale la pena, Ryan.

(William)

—Will ¿qué harás? Estás encerrado, tienes varias denuncias, una vida en prisión para pagar amigo, no creo que alguien vaya a sacarte.

—Ese momento llegará pronto, eso es lo que ves ahora, ves a todos los que me quieren aquí, pero hay muchos también que me quieren libre, me necesitan afuera— levanté mis manos mostrándole que están esposadas —. Ahora mira esto— tomé una llave quitandome esas odiosas esposas.

—Woo ¿cómo las tienes?— Flyn me las puso, guardé la llave en mi bolsillo.

—Tienen su precio como todo en éste mundo, como ves de que salgo de aquí salgo.

Luego nos regresaron a las jaulas. Aunque un policía me detuvo.

—Tiene visita—sonreí.

Tarde o temprano alguien vendría, me llevó a una habitación en donde está mi papá, nos dejaron solos, me siento en la silla frente a el.

—Necesito un favor.

—¡Claro papá! ¿en qué te ayudo?.

Odio hacer favores que quede claro.

—David tuvo que irse, eso quiere decir que estoy a cargo de ti, te dejaré salir, pero a cambio quiero parte de tus ganancias maldito, te aseguraste demasiado, a mi dinero lo hiciste tuyo y lo quiero de vuelta.

—Morirá mucha gente ¿asumes la responsabilidad de eso?.

—Lo cubriremos todo no te preocupes.

Nos dimos la mano ¿quién le dijo que queda excluido de mi lista negra por esto? Como sea. Puso una bolsa sobre la mesa.

—Cambiate nos vamos.

(...)

Salgo de bañarme, me vestí formal, salgo de mi habitación, bajo la escalera, veo a Diana, ella me saltó encima.

—Quitate, tengo cosas pendientes Diana, ahora no.

—William, dijiste que apenas salieras estarías conmigo.

—¿¡Qué!? Diana, te lo repito no tengo tiempo para ti ahora.

—¿Y qué esperas que haga? Dejé todo de lado por venir contigo.

—Yo no te lo pedí y no me importa.. si tan necesitada estás puedes quedarte en mi cama, cuando regrese veo si me apetece—dije alejándola de mi.

—Olvidalo ¿te casaste con Samantha?— me doy la vuelta.

—¿Quién te lo dijo?.

—Ella lo hizo.

Diane... siento algo incontenible en mi pecho. Miré a Diana por un momento. Me encogí de hombros.

—No tengo tiempo para ti.

Salgo afuera entro en la camioneta que acaba de llegar por mi.

—William ya está todo listo.

—¿Todo?— pregunté con una sonrisa.

—Si jefe.

—¿También tienen a Samantha?.

Hola..

Si les gustó voten y comenten estaré al pendiente muchísimas gracias por todo amigos

Hasta luego.

Eres Mía [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora