Enero, 1989, Bogotá
Tres a uno, tres a uno, tres a uno, tres a uno, tres a uno, tres a uno...
Simón susurró esas palabras a sí mismo, pedaleando como loco al colegio. Hoy, cuando su padre había leído el periódico, notó que el equipo de fútbol favorito de Juan Pablo, Atlético Nacional, había ganado tres a uno contra los Millonarios de Bogotá. También le gustaba Manchester United, un equipo del Reino Unido. Simón lo sabía porque una vez escuchó como Villamil había hablado con Marco sobre su gran sueño de jugar en el estadio Old Trafford de aquel club exitoso. Para poder hablar con él hoy, Simón se obligó a empezar una conversación sobre el partido de ayer. Claro que los demás se sorprenderían y se preguntarían por qué Simón, que nunca había hablado mucho con ellos, quería platicar sobre fútbol, pero le importó un carajo.
Quería hablar con ese chico espectacular y ya. Sabía que él no le miraría raro porque Villa nunca lo había hecho. Siempre actuaba cortés y amable con sus compañeros de clase y Simón no deseaba nada más que mirar a esos ojos verdes, escuchar esa voz melodiosa y ver esos labios rosados moverse al pronunciar cada palabra...
Tres a uno, tres a uno, tres a uno, tres a uno, tres a uno, tres a uno, tres a–
De repente, Simón se dio cuenta de que no sabía contra qué equipo había jugado Atlético Nacional. ¿Contra cuál equipo ganaron? No importó cuánto se esforzó, ya no podía acordarse. ¡Pero lo sabía hace unos segundos! Si no hubiera visto la imagen de la cara perfecta de Juan Pablo en su mente, no lo hubiera olvidado. Pero sus labios eran tan suaves...
Espera. ¿Cuál era el resultado? ¿Tres a cero? ¿Dos a uno? Mierda.
Simón no entendía por qué siempre fallaba en cada aspecto acerca del amor. Se podría memorizar el libro completo de biología, ¿pero el resultado de un partido de fútbol no quería permanecer en su mente? Qué imbécil soy.
Otra vez llegó al patio de su colegio y, como cada día, los diferentes grupos de amigos holgazaneaban en su lugar típico, reservado para cada grupo de amigos. Aunque esta vez llegó más temprano que ayer para poder hablar con Villamil, Simón no podía distinguir a Juan Pablo en ningún lado. Quizá ya entró a clase.
Se apuró para encontrarse con él cuando sólo pocos de sus amigos hubieran llegado; quizás eso le permitiera hablar más tranquilo con el chico guapo. Sin embargo, cuando llegó a la clase de biología, todos ya estaban menos Juan Pablo Villamil. Con la cabeza gacha, Simón se sentó en su asiento. En el laboratorio de biología, las mesas estaban colocadas lado a lado en tres filas y el asiento de Simón se ubicaba en la segunda fila al lado de un chico llamado Pepe que siempre estaba ausente aparte de los miércoles y junto a Belén, una chica tímida que casi nunca hablaba. Claro que podría estar peor, pero Simón prefirió las mesas individuales donde nadie le podría molestar.
Echó un suspiro al buscar un bolígrafo un su estuche para empezar a tomar notas de lo que el profesor decía, pero sólo apuntó lo que escuchó; no entendió la clase como normalmente lo hacía. Estaba demasiado distraído por sus pensamientos en Juan Palo Villamil. Cuando vio la superficie de la mesa donde estaba sentado, se acordó de una anécdota.
Hace un mes, Simón se quedó un poco más tiempo en el laboratorio porque tenía que escribir todos los apuntes de la pizarra, mientras los otros alumnos ya se habían ido. Estaba completamente solo; solamente una persona se quedó con él y se sentó en su mesa donde estaba escribiendo. Cuando Simón miró hacia arriba, distinguió la cara hermosa de Juan Pablo. Le sonrió de una manera encantadora y se fijó en sus ojos.
"Hola, Simón. ¿Cómo estás?" le preguntó de buen ánimo.
Simón no supo exactamente cómo debería actuar, sentado ahí con la persona de la cual estaba enamorado a solas en una habitación. "Hola, Juan Pablo. Estoy bien. ¿Y tú?" respondió nerviosamente.
ESTÁS LEYENDO
Antes De Los Veinte
Fanficleucemia [lew'θemja]: s. f. MEDICINA Enfermedad que se caracteriza por un exceso de glóbulos blancos en la sangre cuyos síntomas son anemia, hemorragias o postración. s. f. AMOR Enfermedad que impide que Simón Vargas pueda confesarle su amor al chic...