Quiero Besar Tu Piel

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Marzo, 1989, Las Vegas, Nevada

Simón esperaba que tuviera tanta confianza en sí mismo como Athanasia parecía tenerla. Pero no la tenía y ahora estaba parado sobre un escenario oscuro, llevando un traje elegante y ropa interior aún más elegante. Si alguien le hubiera dicho antes que el Cobra Club era un strip club, jamás hubiera aceptado la oferta. ¿Qué es más embarazoso que desvestirse en frente de un público? Hasta cantar en vivo para un club entero sería mejor. Por lo menos no conozco a nadie en el público, pensó. No como había sido el caso con Villamil hace tres años en el cuarto de Sara. Él se atrevió a hacer un striptease en frente de sus compañeros de clase y hasta lo hizo absurdamente bien. De repente, las luces se encendieron y Simón vio el público en frente de él. Pero aún peor: el público también le vio a él.

Sé como Sugar Pablo. Sé como Sugar Pablo.

Un aplauso solitario sonó desde el público. Originó de la primera fila directamente en frente de Simón, donde Juan Pablo había tomado asiento y ahora le aplaudió.

"¡Vamos, Simón!" gritó.

"Now we have some Latin temperament for you, ladies!" La voz de Sebastián anunció a Simón desde las bocinas. "Let's welcome Simón from Colombia!" Las mujeres en el público aplaudieron, pero el único hombre, Juan Pablo, aplaudió lo más fuerte. Sé como Sugar Pablo. Sé como Sugar Pablo.

Buscó ayuda en los ojos de la persona que interpretó a Sugar Pablo hace tantos años y se encontró con una sonrisa que le dio ánimo. Okay, ¿qué hizo Juan Pablo aquel día? Primero, movió sus caderas. La música empezó, y Simón también. Lentamente movió sus caderas, tal como Villamil. El ritmo de la canción de Genesis entró a su sistema paso a paso. Quizá ni siquiera me veo como un desastre completo.

Simón tenía razón. Su presentación no se veía como un desastre completo. Por lo menos eso pensaba Juan Pablo. Él estaba sentado en una mesa con un grupo de una despedida de soltera y las mujeres estadounidenses ya le habían adoptado. Juntos observaron como Simón bailaba sobre el escenario vestido en su traje ilegalmente guapo. Si Villa no hubiera pasado tanto tiempo con el chico inteligente, no lo habría reconocido. La manera en la que sus zapatos costosos se movieron sobre el escenario casi pareció profesional. Y cuando abrió su pajarita, muy despacio, Villa estaba convencido de que ya había aprendido cómo hacer un striptease antes en su vida.

"Wow!" exclamó una mujer cuando Simón se quitó la chaqueta y la tiró a la audiencia. Villa sólo le miró con la boca abierta. ¿Cómo lo hace tan bien?

"Take it off! Take it off!" coreó el público y seguro que se referían a la camisa blanca de Simón. Botón tras botón se abrió hasta que no quedó ninguna. Ninguna tela cubrió su torso y rastros del tatuaje que le hicieron en Río estaban visibles en su espalda. Pero... ¿a quién estoy engañando? Eso casi le hace lucir aún más atractivo. Yo puedo pensar eso, soy su amigo. Es completamente natural pensar eso.

"¡Ay!" soltó Juan Pablo repentinamente. Simón ya no llevaba zapatos ni pantalones. Y ahora estaba bajando del escenario en sus calzoncillos apretados hacia la mesa donde estaba sentado Villamil y el grupo de la despedida de soltera.

Las mujeres chillaron cuando Simón caminó hacia la mesa. Una le señaló que se acercara a la futura esposa y otras tomaron shots, hasta ofrecieron uno a Villamil. Villa vio como Simón hizo paso tras paso hacia la novia y tragó el alcohol de una vez. Hizo una mueca por el sabor asqueroso y volvió a dedicarse a comer la piel de Simón con sus ojos. Sólo es por el alcohol... Los pensamientos de Villa se mezclaron con una niebla densa, tal como el alcohol se mezcló con su sangre. No le ayudó que las mujeres le ofrecieran más para beber mientras Simón bailó para la futura esposa. Su cabello azabache cayó de una manera tan atractiva, quizá por el gel que Athanasia le puso, que Villamil sonrió bobamente. Sólo es por el alcohol...

Antes De Los VeinteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora