SOFIA

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Volví a mi casa tarde y tenía mi celular apagado. Me caminé toda la distancia que hay de mi conjunto a la casa de Paula pero no me importó. La gente me miraba como si fuera una puta saliendo de algun bar pero tampoco me importaba. Estaba disfrutando siendo libre el tiempo que me quedaba y me sentía como levitando.
Llegué a mi apartamento y no se escuchó nada. No había nadie. Entré zapateando fuerte los tacones en el piso y tiré la cartera en el mesón de la cocina cuando oí voces que venían de la sala.
Y aquí vamos...
- Sofia, tenemos que decirte algo entre todos.
Obedecí y los ví a la cara ¿Habrá muerto alguien?
- Queremos que nos digas una cosa...
Ah si, la que había muerto era yo.
- Queremos que nos digas si... has empezado tu vida sexual ya.
Sip. Estaba muerta. Las palabras entraban y salían y al ver que no respondía nada, me forcé para decir que no con la cabeza... que no la tenía en su lugar.
- No mientas. Queremos que nos lo digas con tus propias palabras ¿ya has tenido sexo?
- Si...- musité.
Y pues... se desató el infierno, que les puedo decir. Lo que me sorprendió fue que lo estaban tomando muy tranquilamente. A exepción de mi mamá. Mi papa miraba el vacío y mi mama se estrechaba las manos con angustia mientras lloraba y hablaba. Miré a mi hermana y tenía la misma expresión nula de mi papá.
- ¿Es que no sabes lo importante que es el cuerpo de una niña? Nuestro cuerpo es el templo de Dios y tu...- bla bla bla.
El sermón duró al rededor de 1 hora y media y ya me tenían cansada de escucharla solo a ella. Quería a mi madre pero se pasaba en casi todo. Era así. Mi padre solo se limitó a decir que eso era normal en los jóvenes y que eso tendría que pasar en algún momento. Mi mama habló por encima de él y dijo que ese momento no tendría que haber pasado tan pronto. Y así.
Mi hermana ni se atrevió a hablar y mi mama la tenía ahí con la excusa de que la charla iba para las dos. No era justo que la hicieran aguantar eso por mi culpa. En verdad era... desesperante y yo no dejaba de suspirar de lo hastiada.
Al final mi mama cerró con que le hicieramos una promesa de no volver a faltar al respeto y obedecer. ¿Era tan difícil? Si. Lo es en el caso de que tu mama solo te dejara salir del colegio a la casa y viceversa y que para protegernos del mundo, prefiere amarrarnos a la pata de la cama en vez de enfrentárlo con nosotras.
Pero yo ya había caído en uno de los males del mundo... y me había vuelto adicto a él.
- Ahora, quiero que dejes de ver a ese muchacho. No me interesa de donde es o quién es. ¿Entendido?
Cuando terminó de hablar, hicimos la promesa y me decomisaron el celular. En la noche rezamos el rosario y el 31 de octubre, fuí a Noche Blanca que era un evento hecho por el grupo de oración el día de Halloween mientras los demás salían con sus disfraces...
Ranjit trataba de buscarme la mayoría de veces pero ya no me dejaban estar en mi habitación sola y creo que los padres de él también le prohibieron verme... aunque hubo una vez que vino por la noche y nos quedamos hablando en el balcón, hablando bajito y tomando vino tinto.
- Y... ¿ahora que hacemos?- le pregunté.
- No lo sé. Hacer caso... supongo.
- ¿No te cansas nunca de obedecer? ¿No te dan ganas de... correr lejos y no volver?
-¿Como Margo de Ciudades de Papel?
- ¡Si! Como ella. Un día le conté a Restrepo que quería hacer eso y fue lo mismo que si le hubiera contado a Paula.
- Lo que pasa es que ellos son mucho mas maduros y saben lo que quieren... tienen la vida hecha. Pero si algún dia te decides, yo te ayudo a poner las pistas y te iré a buscar luego...
- No tiene sentido. Asi no se puede hacer.
- Entonces tu sola haz las pistas para que yo te encuentre.
- No haría eso. La idea es que nadie me busque por que de igual forma, nadie lo notaría.
- Pues yo si... y tus amigas también.
- Un dia no salí a la formación por estar terminando una tarea en el baño y cuando regresé, me preguntaron que en donde estaba.
Me miró sorprendido.
- Ves que tu tampoco lo notarías...
- A la próxima entonces solo te voy a mirar en la fila para que no te escapes y si no estás en la fila, pues estarás en los baños.
Iban a ser las 11 de la noche y fue la primera vez en mucho tiempo que no nos encontrabamos para coger... o hacer el amor según yo.
Me dormí cuando se acabó el vino y él me dijo que me había escuchado hablar con Fercho, que le gustaba la idea de tener una vida mejor.
- Eso es bueno- le dije antes de caer profunda.

QUACKERZ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora