PROMITO

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Y desde ahí Sofia se hizo adicta a los dulces de anís...
Muchos años después, durante su embarazo, esos dulces se convertirían en su antojo preferido.
Si. Ella se casaría en el futuro así que de nada le sirvió haber insultado a las parejas casadas ni a las madres amorosas.
De hecho yo también me habría de casar. Casi todos. Pero ese no es el punto ahora.
La cosa fue que el hindu llegó el lunes siguiente al colegio y le contó algo a Restrepo que lo dejó pensando todo el día y pues los demás no nos podíamos quedar atrás...
- Pero no le van a contar a las chicas.-dijo él.
- ¡Agh que si hombre!-Fernando estaba impaciente.
- Bueno... me voy a casar a los 18.
Jajajajaj.
Todavía me acuerdo de la cara de todos. Estábamos en el salón de clases en la hora del descanso en junta de acción masculina. Todos se esperaban que él iba a decir que se tenía que devolver a India y que dejaría a Sofia aquí y con el corazón partido y pues con la noticia del matrimonio no había tanta diferencia.
Lo felicitamos todos con palamaditas en el hombro y nos reíamos con esa risa nerviosa que da a veces. El momento se puso el doble de bueno cuando dijo que la promerida era su prima.
Ese hombre de verdad estaba jodido. Pero no nos importó lo que sentía él en ese momento.
- Pero... está buena ¿verdad?-lo que nos interesaba de verdad.
- De 1 a 10 ¿Cómo está?-preguntó Tena.
- No lo sé... es mi prima, mierda.
- Si pero va a ser tu esposa.-dijo Sergio.
- Ok... entonces mejor les muestro una foto, manada de pervertidos.
Y nos mostró una foto reciente de la susodicha. En serio, estaba muy linda. Con esa sonrisa blanca y los ojos como... entrecerrados y bien definidos.
- Ufff... marica ¿pero de qué se queja?-Fercho no tenía remedio.
- Si no la quieres tú, con mucho gusto yo tomo tu lugar.-dijo Javier.
Era literalmente un mar de hormonas varoníles. Y la chica en serio estaba buena.
- Bueno ya... el niño está enamorado de otra y ustedes morboseando su futura mujer.-dijo Restrepo.
Y todos soltámos sonora risa. En verdad, si yo tuviera esa oportunidad, no lo dudaría ni un segundo...
Pero la cara de Ranjit lo decía todo. Así que dejé que los demás termináran de hablar de las posibles medidas de la prima de él y de la manera como debía hacer las porquerías con los hombres para luego hablar con el pobre Ranjit.
- Oye... ¿qué tienes?-le dije.
-¿Qué crees tú? No me puedo casar con ella. Sería como un suicidio.
- No sabes nada del matrimonio...
- Tengo 17 años. Ponte en mis zapatos Richard...
Si, Richard es mi nombre.
Un gusto.
- Háblale a tu padre. Seguro te escuchará. No puede hacerte eso.
- Si que lo puede. Laksmí tiene 15 y las niñas a esa edad ya deben estar comprometidas.
Gracias a Dios no había nacido hindú.
Pensé que Ranjit no tenía problemas ni nada por el estilo. Digo, parecía un atrapa-chicas por quién sabe que cosa y tenía a Sofia con él.
Cada quién tiene sus gustos.
Era un adolescente "normal" pero viene las tradiciones hindus y le cagan la vida. Así de fácil.
Aunque no eran las tradiciones de la India. Eran más bien sus padres o mejor, su padre...
-¿Qué vas a hacer entonces?
- No lo sé, Ri... Solamente no quiero terminar siendo un camionero de 80 kilos, manteniendo a mi prima que además es mi esposa junto con mis 20 hijos que no más me piden para comer...
- No terminarás así. Si hablas con tu padre, no.
-¿No hay otra manera?
- Pues la otra seria hablar con el presidente de la India y con casi todos los paises de oriente medio para que vuelvan ilegal el matrimonio antes de los 18 y no permitan que tampoco se cometa incesto...
- Esa opción se me hace más sencilla de hacer...
- Si a mi también... sólo déjame contactar mis amigos de Al-Qaeda ¿si?
Y le pude sacar un poco de su risa y después le dije que si quería, lo podía ayudar a decirle a su papá todo lo que pensaba.
- Ok. Solo quédate afuera de la casa. Cuando acabe, saldré por el tejado y me reúno contigo...
-¿Sáltas tejados?
- Cómo crees que la sigo viendo a ella...
Puse cara de resignado y me giré.
Ya habían empezado las clases...

Me fuí directo a la casa de Ranjit saliendo del colegio y debo confesar que nunca lo ví tan nervioso. En realidad, estaba cagado en los pantalones...
- Dile lo que piensas solamente. Es tu padre y tiene que entendérlo, lo debe hacer...
- Si yo sé. Pero no encuentro las palabras...
Dios mio. Ahora el padre de Ranjit sonaba muy... ¿peligroso? No lo sé. Había escuchado que era buena persona, así que por eso lo alenté a hablar con él.
Me indicó dónde quedarme mientras él iba a dentro con su papá y me dijo que volvería en menos de nada.
Quisiéra saber cómo cree Ranjit que pasa el tiempo por que iban a ser las 5 de la tarde y yo estába todavía en un costado de la casa, en uniforme y con la maleta.
En los primeros instantes escuché la voz de un hombre y varias voces de mujeres...
¿Como cuántos vivían en esa casa?
Al cabo de un rato, ví a un hombre alto y esculpído acercárse a la casa con la barba oscura y el cabello semi-largo que entró a la casa.
En seguida, el hombre salió de nuevo con una mujer preciosa en su brazo que tenía el trapo de las musulmanas en la cabeza.
Iban a ser las 6 de la tarde cuando escuché crujir las tejas de la casa y Ranjit saltó de ellas. Lo hizo con tanta facilidad que se podría comparar con un gato...
-¿Y...?
Estaba... desolado. Jamás voy a olvidar su cara al borde de las lágrimas y como si se le hubiera muerto su madre...
- Oye..  pareces como si te hubieras comido un alacrán.
Algo en su rostro pareció quebrarse y su labio comenzó a temblar mientras que se le escurrían las lágrimas de los ojos distantes...
Creo que fue una de muchas veces en las que he tenido que consolar a un amigo. Esta fué la vez mas difícil en la que había tenido que consolar a alguien y sinceramente, no sabía que hacer... o que decirle.
Al final lo animé de cualquier modo y me dijo que no quería volver a su casa...
- Pero... tienes que comer y dormir...
- Prefiero hacerlo en la calle que en mi casa.
Así que me lo llevé a la mia que quedaba en el otro lado de la ciudad, pero el quizo correr el riesgo...
Le escribí a mi madre que llegaría con... invitados a la casa y pues me dejó. Era un asunto de hombres y además,  de vida o muerte.
Le acomodé un colchón al lado de mi cama  pero no quería dormir... quería hacer lo que hacemos todos cuando no sabemos que hacer.
En otras palabras... pues... embriagarse.
Entonces llamé a Javier que vivía cerca a mi conjunto para cuadrar todo. Bueno, eso se podría decir y pues nos llevámos al hindú para que se desahogára...
El bar al que fuimos era más que todo para menores de edad y el propietario conocia a Javier, así que no había problema...
Luego llegó Fercho y Sergio (que putas) y entre todos pagamos el trago para luego ir donde una fiesta casual en el conjunto de Fernando.
Si. Hay muchos conjuntos residenciales en esta ciudad por que simplemente están construyendo en todos los lotes vacíos y espacios sin propietarios...
El ambiente estába muy animado y todo eso. Fernando había traído droga y pues nos pusimos en el plan... Fue la primera vez que Ranjit se trabó y probablemente fue la última... Nada sorprendénte pero para él si.
Jajajaj.
Igual que como si estuviera borracho, sólo se sentó en la silla y veía hacía adelante con los ojos perdidos. Fué muy raro en verdad por que fue Sergio el que se puso hiperactivo...
Agh.
Pero bueno. Hay una primera vez para todo...

QUACKERZ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora