Pues... creo que ya saben quién soy ¿no?
La hija mayor del mayor de la familia Sharma, debo ser un orgullo para toda la familia.
Mi papá dice que soy una flor de loto y todos me tratan como si fuera una porcelana desde muy pequeña.
Obviamente alguien tenía que ser así en la familia, todos tienen a la prima perfecta.
Kali es muy terca, Ravi es muy rebelde y digamos que Ranjit es demasiado voluntarioso para el gusto de cualquiera.
Mi hermano menor está aprendiendo a vivir todavía y pues, alguien tenía que ser el orgullo de la familia.
Y aqui estoy yo, claro.
Soy la típica niña hinduista.
Que esperaban de una adolescente que ha vivído la mitad de su vida en la capital de la India y la otra mitad en Calcuta.
Si. Calcuta es de India.
Demasiado folclórico y tradicional para cualquiera. En esa ciudad es como si todavía estuviéramos viviendo en la época de los Vedas... que es la época más antigua de nuestro país
Era emocionante en serio.
Pero en fin. Toda mi vida ha sido como de princesas, hacía algo y era el ejemplo a seguir.
Las niñas se querían vestir como yo y muchos muchachos me pretendiéron. Pero tuve que rechazárlos por que ya me habían prometido a Ranjit.
Desde que éramos niños, simpre hemos sido cercanos y todo eso. Además, éramos los que más se entendían por eso de la edad, los dos mayores.
Cuando él vivía con nosotros, yo era su mejor amiga y su confidente. Éramos los que dirigíamos a los demás niños y nos hacían caso en todo.
Él era como el hombre de la casa y yo la pequeña princesita, el tesorito de la casa.
Luego nos hicimos pubertos y bueno, me cambió el cuerpo a edad temprana y él también adquirió más seriedad en su rostro, se volvió más definido y me dí cuenta de que ya no éramos los niños de antes. Habíamos cambiado pero seguíamos siendo los mismos.
Luego él se tuvo que ir y mi padre me contó con entusiasmo que ya habían arreglado mi matrimonio con él dentro de unos años.
- Pero... ¿No es muy apresurado?-pregunté.
- El amor no se hace esparar querida-decía mi mamá- Mírate. Con ese cuerpo y esa carita... a tu edad ya me habían comprometido con tu papá
- Es una decisión que tomamos. Así la familia formará una alianza tanto fraterna como económica, así aseguraremos el futuro de los dos.
Ya no vivíamos en Calcuta, pero eso no significó que mi papá hubiera dejado atrás sus tradiciones más arraigadas.
Claro que no.
Al principio me asusté un poco por que Ranjit también era mi amigo, más que un primo, era mi hermano. Pero luego mi mamá me empezó a enseñar la comida hindú y a hacer las cosas del hogar mientras me contaba historias asombrosas de verdad sobre compromisos de niñas como yo...
- Muchas niñas a tu edad ya tienen niños o estan embarazadas-es verdad. La mayoría de mis amigas ya tenían esposo. Es por eso que en la escuela ahora solo van varones. Por esa época, yo ya casi ni iba a clases.- Tu abuela Anushka se casó a la edad de 15 años y al otro año tuvo a tu papá...
- Pero el abuelo Rama tenía 29...
- La edad no importa en estas cosas. Lo único que importa es tener la bendición de tus mayores y en especial del universo para que su vida sea muy buena.
Y así era la cosa y ya me había mentalizado de que las mujeres estamos aquí para complacerlos a ellos...
No sabía si Ranjit estaba enterado, me habían dicho que él ya lo había aceptado pero figurense la menuda sorpresa que me llevé cuando él resultó con el berrinche de que no se quería casar.
Y lo entendía, de algún modo. Esto tenía que pasar por que él tenía más contacto con el mundo moderno que yo y, aunque mi tío había cometido un error en estar con una mujer católica, teníamos la misión de enmendar ese error por que nuestra familia ya no era como bien vista después de eso.
No sé. El pobre en realidad no quería saber nada de eso y era mi deber consolar a mi futuro esposo con respecto a eso, por que no quería vivir así.
Esa noche del 31 lo sentí llegar muy tarde y me sorprendió que se hubiera quedado en su habitación por que los últimos días ni se había aparecido.
Subí las escaleras y entré a su cuarto con sigilo en el momento en que se quitaba la camisa.
Se volteó a mirárme y no tenía una expresión muy contenta que digamos.
Oops.
- Perdona... sólo quería hablar contigo.
Se volvió a poner la camisa y se compuso la cara en vano, haciendo un intento de sonrisa que pareció mas bien una mueca.
- Pasa.
Me senté en el borde de la cama y él me miró esperando que dijera algo.
- Ehh... No he podido hablar contigo desde ese viernes. ¿Dónde has estado?
- En casa de un amigo. Nada interesante.
- Ah, es que, ya que estás aquí, pues, me gustaría aclarar las cosas; por lo menos conmigo...
- Está bien. De todos modos no... podemos tenernos secretos.
- Si... -dije sin ganas.
En que estaba pensando, dioses.
- Emm... Ranjit... no sé si en verdad lo que dijiste el viernes era cierto.
-¿Qué cosa?
- Que no te querías casar.
Una cara de desesperación se posó en su rostro y me dijo lo más lógico.
- No es por ti... es... por mi. Suena tonto, lo sé. Pero es la verdad. Se me acabaron los pretextos para ti, para mi padre, para todos. ¿Acaso tu si te quieres casar a los 15?
Puse una cara de poquer y después me dijo:
- Ah, lo siento. No sé por qué pregunté... Debes estar muy orgullosa, ¿no es así?
No lo entendía por completo.
De pronto el chico tímido y amable que siempre había conocido cambió a ser alguién... ¿malgeniado?¿amargado?
No sé. Decidí hablar yo también con la verdad.
- Mira... sé que tienes tu chica, a la que en serio amas.-abrió la boca para decir algo pero le dije- Escucha. Eso no es malo. ¿Acaso te has preguntado lo que yo quiero o si también quería casarme a esta edad?
Ahora tenía cara de no entender N-A-D-A.
- Ranjit-dije sonriendo- Nadie puede cambiar lo que somos. Los dioses decidieron, no podemos hacer nada por arreglarlo. Si hubiera podido decidir, hubiera elegido ser una chica corriente. ¿No te parece que debemos estar agradecidos por ser nosotros? Nadie más lo es. -empecé a limpiarle las lágrimas que se le escurrían- Los dos somos únicos y somos extraordinarios por esta vida que nos tocó. ¿No lo crees?
Había dejado si palabras al pobre niño. Simplemente no apartó su vista nublada de la mía y lloró lo que tenía que llorar en mi hombro.
Como ven, no soy tan princesa como creen...
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QUACKERZ (COMPLETA)
Teen FictionHola soy sofia tengo 16 años y mido 1,50. Soy muy aburrida y bastante pesimista. Me fastidia todo exepto mis Quackerz. Y no, no son las galletas... Todo cambiaria el segundo dia de clases y me embriaga la emocion de solo pensarlo...