Confusa tragedia

X- Ser o no ser

Al día siguiente en la escuela, decidieron saltarse la primera hora de clases ocultándose en el baño de hombres para hablar sobre los avances de Valentín.

Vasile hizo un gesto que demostró luego la obviedad de sus palabras. 

—No hay nada que entender, probablemente era una anciana comunista que olvidó que el queso le hace daño y empezó a alucinar —soltó. 

—Da igual —bufó Valentín—. No es como si supiera toda la historia para poder entender.

—Es que, piénsalo, ¿por qué te diría eso?

—Puede que Clover haya insinuado algo en su diario sobre que ser inocente y que necesitaba de mi ayuda.

Vasile levantó una ceja, expectante.

—Y, ¿por qué tú? Sabes, pensaba que te había entregado el diario porque le gustabas, pero ahora no lo entiendo bien.

Un joven entró al baño y se dirigió hasta las duchas, por lo que Valentín esperó a que estuviera lo suficiente lejos para continuar.

—Puede que yo hubiera ayudado a alguien de una forma parecida —murmuró.

—¿A quién?

Valentín no contestó.

—¡Oh, vete a la mierda! ¿Sabes algo? lo descubriré.

—Olvídalo, Vasile.

Pero el joven negó, mientras sus ojos brillaban alucinados.

—Me encantan los secretos.

Y al instante, Lassere recordó el «no puedes evitarlo» que dijo Jade después de acusarlo de ser un entrometido.

—No querrás que la escuela se entere que eres un fenómeno, ¿o sí? —le preguntó, casi sin pensarlo, peinándose el cabello hacia un lado con los dedos frente al espejo.

Vasile dejó de sonreír. 

—Te creerán, es como lo que todos saben, pero de lo que nadie habla. Soy rico, Lassere. No lo intentes —respondió, pero para Valentín no pasó desapercibido el desánimo en su voz.

—Si lo quiero puedo ir donde Antonescu y decirle que me has tocado y por ello te he golpeado. Mi madre es abogada, Bogdan, mi padre un machista de mierda. Te comerán con pan francés. —Sonrió y se fue, dejando a Vasile con ganas de contestarle.

Fuera de los baños pudo soltar el aire contenido en su pecho, e incluso se tomó un minuto para procesar lo anterior: había expuesto a la luz una parte de sí que creía perdida. Una parte fría que solía apoderarse de él, recordándole el alcance que podía llegar a tener para proteger sus secretos.

—¿Te ocurre algo? —le preguntó la chica que recordó como la amiga de Anthea que repartía volantes.

—Ahora no —le contestó viendo cómo Vasile cruzaba por el pasillo con la mandíbula apretada.

—Muchos... Prefieren exteriorizar esa energía en el escenario. —Sonrió ella mientras se encogía de hombros—. Segunda planta al fondo —y añadió con voz dulce—: Anthea estará.

Valentín mordió el interior de su mejilla. No viniste a salvar a nadie, ni siquiera conociste bien a Clover, se dijo sobre empezar a investigar, sin embargo, no dejaba de preguntarse cómo la joven se había enterado de lo de él y Annette. De la pelea que los obligó a huir.

Necesitaba conocer más de Dráck.

—¡Eh! —Corrió tras de la chica de falda hasta debajo de las rodillas y la tomó por el hombro—. Te acompaño.

[xx]

—Por lo que esperamos que los nuevos integrantes entiendan que no todos podrán actuar. Algunos se encargarán de la escenografía y demás. ¡Aclaro que los créditos serán iguales para todos!

Valentín se mantuvo sentado en el salón de teatro mientras repicaba su pie sobre el suelo, empezando a fastidiarse con la voz de la chica sonriente. En todo momento mantuvo la vista puesta en la muchacha de coletas a los lados que se encontraba con la vista fija en el suelo.

—A la mierda —se dijo tomando asiento junto a ella al principio del salón—. Eh. —Sonrió al estar a su lado y Anthea levantó la vista con temor.

—Hola —murmuró en respuesta, metiéndose uno de los mechones de su cabello en la boca—. ¿Ocurre algo?

Valentín negó.

—Sólo quise saludar y pasar a ver cómo estabas.

—No... No necesito de tu lástima, Valentín y estoy bien, gracias.

El joven ladeó la cabeza.

—¿Sabes? No puedes andar por ahí y pretender que todo el que es bueno contigo es por lástima, de todas formas, si sabes hacerlo bien puedes sacarle algo de provecho. Mi padre... Le dice todo el tiempo eso a mi hermana. Por alguna razón cree que es tonta, pero es hermosa, por lo que le repite lo fácil que es para ella persuadir.

—Definitivamente no soy hermosa —contestó Anthea.

—Eres dulce y eso es algo que ni Annette tiene, pero no lo entiendo. ¿Cómo es que alguien puede hacerle algo así a una persona tan dulce como tú?

Anthea lo miró.

—Nicoleta era... Era malvada y compulsiva. Un día decidí que no podía aguantarlo más. Ella no pudo tolerarlo, creo.

Valentín asintió

—Y, ¿quien grabó ese video? ¿Nunca supiste quién pudo haber sido?

—Alguien bastante insensible y desagradable. ¿Cómo puedes solo grabar algo tan horrendo y hacer como si nada? No pasa en la vida real.

—Bienvenida al mundo real, Anthea. —Se levantó de su asiento—. Y hablando del mundo real, esto de ser o no ser, Macbeth. Nunca fue lo mío así que te veré por ahí.

Salió del salón de teatro y se dirigió a la cafetería. Necesitaba organizar su siguiente movimiento.

Nicoleta Ardelean sería la siguiente ficha del ajedrez.

[xx]

Tocó a la puerta una vez y otra más. Sabía que Annette no abriría, por lo que habló.

—He decidido descubrir quién es Clover Funar —murmuró a través de la puerta, esperanzado porque su hermana se decidiera a abrirla, pero con cuidado de que sus padres pudieran despertar—. Necesito de tu ayuda para esto, lo prometo.

Esperó, y suspiró resignado al no escuchar nada al otro lado. Volteó para ir a dormir a su habitación, pero para su sorpresa, pudo oír el cerrojo de la puerta siendo quitado.

Debido a la poca luz solo pudo distinguir algunas facciones de su rostro, incluso sus ojos se encontraban oscuros. Cuántos recuerdos le traían.

—¿Cómo es que podría ayudarte? —preguntó ella, confusa y él sonrió.

—Eres la única que conozco que podría hacerse amiga de un grupo de populares.

Ella se cruzó de brazos.

—¿Y eso para qué serviría?

—Dráck sólo ataca cuervos.

N/A: ¿alguna teoría sobre lo que viene? Cuénteme si les va gustando, me motiva a publicar más. ¡Y no se olviden de seguirme!