『❀』 "I lied
⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀Because the is no reason
⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀ to love someone like me.
『❀』No copias, ni adaptaciones.
『❀』 La historia cuando acabe la voy a sacar para editarla y luego la subiré.
『❀』 Empezada: 6 de abril del 2018.
『❀』 Ter...
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Dos años después.
Día 12:
"Veo resultados con el batido de mango. He perdido unos cuantos kilos, no es notable, pero la báscula no miente... Seguiré con la dieta, eso haré. Sin embargo, no escribo aquí para esto. Quiero hablar de mi ángel. Después de aquel día, que me defendió de Sehun y me llevó a aquella cafetería, no pasó ni un segundo solo. Estamos en vacaciones y pronto, ello acabará. A veces me lleva al parque y hablamos de muchos temas que por más aburrido que parezcan, tiene la habilidad de hacerlo divertido. Se llama Hoseok, es un chico encantador y creo que será un amigo muy especial. No me mira por mi físico, no me mira por mis tropiezos o qué pasos hago mal en mis bailes. Me mira por lo que soy, me mira más allá de lo que alguien me ha observado en los diecisiete años que llevo vagando por el mundo. Solo espero que él no me deje como el resto..."
Al terminar fragmento, lo leyó una última vez más sin saber que decir. No le gustaba husmear entre las cosas de otro, pero hace algunos días notaba extraño a su mejor amigo. Quizás estaba buscando en el lugar equivocado, pero con grandes recuerdos. Él lo volvió a colocar de donde lo había sacado suspirando un poco. Movió unas cuantas cosas más y allí vio su primera foto. Sonrió.
La puerta se escuchó y con rapidez terminó de organizar y recobró la postura.
—¿Qué haces en mi escritorio? —él vio a Jimin entrar—. Si buscas tu cuaderno de apuntes de danza, lo tengo en mi mochila...—sus palabras quedaron en el aire al sentir el abrazo de Hoseok—. ¿Qué sucede?
—¿Sabes algo Park Jimin? —preguntó—. Eres lo mejor de lo mejor —volvió abrazarlo más fuerte mientras los ojos recientes del aula le miraban extrañado.
—Basta, nos pueden decir algo los prefectos —dijo Jimin abrazándolo mas fuerte—. ¿Nos vemos después?
Hoseok le miró con ojos llenos de brillo y asintió.
—Te espero después de clases.
Le sonrió proporcionándole un leve beso en su frente y antes de irse, aprovechó para quitar los envases de mango que poseía el menor en su mochila sin que él se enterase. Él no permitiría que Jimin se hiciese más daño. Haría lo que fuese para acabar con todo lo que le lastimara. Para él, Jimin era lo único bueno que había tenido luego de aquel terrible momento que hizo que su vida fuese defectuosa.
Parándose en frente de los casilleros, miró los envases detenidamente y el desechó en el contenedor de basura de forma inmediata y al voltearse, tropezó con una chica.
—Disculpe...—se dio cuenta que era la chica que tomaba el curso de danza junto a él y Jimin en la academia—. Yseul, ¿cierto? —le sonrió de forma tímida.
—Hola, Hoseok —dijo ella haciendo una reverencia y una sonrisa, algo despistada—. No sabía que estábamos en el mismo colegio, me alegra ver que tu instalación ha sido mejor de lo que esperabas.
