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Sus palabras salieron como una bala hacia Hoseok

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Sus palabras salieron como una bala hacia Hoseok. El aire por un momento dejó de llegar a sus pulmones. Sintió que el tiempo pasaba en cámara lenta y como su mundo se detuvo por completo.

Los bullicios de las personas hicieron que el ambiente armonioso se convirtiera en uno tenso. Hoseok miraba a todos con ojos confundidos, su corazón latía muy fuerte y las palabras salieron torpes al querer expresarse. De un momento a otro, todos se encontraban hostigando y juzgando con la mirada a Yseul.

—Yseul —llamó con voz calmada mientras intentaba conectar su mirada con la suya.

Ella levantó la mirada a través del velo. Sus ojos estaban cristalizados. Intentó mantener la postura, sin embargo, sabía que su decisión era necesaria. Ya no podía cargar todo lo que habitaba en su interior otro día más. Llevaba mucho tiempo quebrándose con su silencio.

Era tiempo de decir la verdad.

Quizás no siendo el mejor momento. Sabría las consecuencias que esto tendría. Pero por una vez en su vida, tenía que ser sincera consigo misma y con más con la persona que tenía en frente.

—¿Podemos hablar en privado? —susurró en voz baja y su labio titiritando por las incontrolables ganas de llorar—. Por favor...

Hoseok asintió. Se giró hacia sus padrinos y notó sus rostros llenos de confusión. Les pidió con calma que manejasen la situación.

Él se disculpó con los invitados haciendo una leve reverencia y le otorgó el paso a Yseul. Ella como pudo caminó entre el gentío sintiendo las miradas hacia su persona. Hoseok tenía las manos en sus hombros tratando de calmarla un poco.

Seokjin los vio alejarse. Enseguida tomó el micrófono para llamar la atención de las personas que aún tenían los ojos en la pareja.

—Damas y caballeros, como parte del protocolo de emergencia...  ¿Por qué no ir directo a la comida? —dijo con una risa nerviosa e intentando suavizar el ambiente.

El protocolo de emergencia había sido inventado por ellos en los momentos donde sucedían situaciones inesperadas, como descubrimientos de infidelidad de parte de las damas de honor, gente que se oponía ante el casamiento o alguna otra cosa que lograban que el ambiente se tensara y los invitados también.

La gente comenzó a moverse y a levantarse, pero los murmullos no cesaban. El papá de Yseul se veía verdaderamente molesto con la situación. Jiwoo se encontraba con la señora Jung intentando reconfortarla.

Aquella situación fue una inexplicable. Las emociones que giraban en entorno hacían que las personas se sofocasen.

Seokjin suspiró. Namjoon dejó un tierno beso en su mejilla para ayudar en lo que fuese. Él cerró los ojos ante el dulce tacto de los cerezos ajenos y le vio desaparecer entre la multitud.

Él se giró para buscar a los engendros, puesto que, la señora Jung junto a su hija comenzaron a guiar a los invitados a donde sería la recepción.

i'm not her || hopemin || {EDITÁNDOSE} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora