c h a p i t r e ; s e i s | e d i t a d o

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Luego de unas horas más tarde

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Luego de unas horas más tarde.

—¿Entendiste? —le preguntó Namjoon, pero Jimin se encontraba en algún lugar lejos del estudio—. ¿Jimin?

—¿Qué? —dijo aturdido.

—Te estaba explicando algunas cosas...

—Lo siento, Namjoon —se disculpó—. ¿Qué decías?

Namjoon frunció los labios en una línea recta.

—Te decía que Hoseok me ordenó condicionarte una oficina para que trabajes aquí —le dijo mientras se sentaba justo delante de él—. Me gustaría que me dieras algunas ideas o algo para mandar algunos empleados a decorarla.

Jimin escuchó aquello y enseguida su rostro fue un misterio de micro facciones. En el momento que escuchó la idea de acondicionarle una oficina en el estudio, sabría qué pasaría más tiempo cerca a Jung. Se removió incomodo en la silla, pensando en alguna excusa y decirle que era mejor trabajar en su habitación, pero no sabría cómo.

—¿Es necesario una oficina? —interpeló—. No me gustaría molestar.

—Te seré sincero, no es necesario, pero él quiere estar cerca a cada detalle.

Jimin había estado en el escritorio que se le asignó hablando por celular y haciendo uno que otra transacción para los detalles de la boda.

Asintió levemente, esperaba que pronto se le ocurriese algo.

—Bien, creo que iré a resolver algunos asuntos, te acompañaré hasta tu nueva oficina.

Ambos se pusieron en marcha, entre pequeños pasillos y pequeñas conversaciones, ambos llegaron hasta una puerta bañada en color madera caoba, Namjoon giró la manija dándole la bienvenida al campo visual una habitación enorme y blanquecina. Una habitación vacía en color, con un pequeño escritorio y un estante con algunos libros de diseño.

—Es muy bonita —dijo con una sonrisa—. Gracias.

—Me alegra —respondió Namjoon—. Puedes dejarme una lista de lo que desees para ir a comprarlas.

Jimin negó enseguida.

—Me gustaría hacerlo yo.

Namjoon hizo un gesto con los labios dándole a entender que estaba bien. Ambos tuvieron una pequeña conversación antes de que el primero se marchase. Jimin quedó solo, acomodando algunas cosas y haciendo que ese lugar tuviese un ambiente cómodo. A él siempre le ha gustado crear, remodelar y todo aquello que diga un nuevo cambio. Le gustaba mucho cambiar el apartamento cada semana, cambiar el color de su habitación cada vez que podía. Era un hombre joven que le encantaba ser dinámico con la creatividad.

Terminando un poco, decidió que era momento de hacer algún que otro trámite para dar por sentado el inicio de la boda más esperada del año. Abrió su carpeta, dando una ojeada superficial a cada detalle que había apuntado en las últimas reuniones. Había investigado de algunos lugares de exportación de mercancía de Japón a Corea por parte de ambas empresas. Había mandado los permisos en la mañana, solo se encontraba esperando respuestas.

i'm not her || hopemin || {EDITÁNDOSE} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora