『❀』 "I lied
⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀Because the is no reason
⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀ to love someone like me.
『❀』No copias, ni adaptaciones.
『❀』 La historia cuando acabe la voy a sacar para editarla y luego la subiré.
『❀』 Empezada: 6 de abril del 2018.
『❀』 Ter...
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5 años después...
Era de noche y como siempre, él era el último en sumirse en las profundidades del cansancio luego de una noche agitada y apasionada. Se encontraba en el ventanal de la habitación admirando el cielo nocturno y las pocas luces que deslumbraban la ciudad. Tenía su mano derecha en el hombro izquierdo mientras solo existía. Giró levemente la cabeza hacia un lado, viendo como a través de la penumbra, podía ver dos bultos sobresalientes y cubiertos por las mantas que fueron testigos de los actos de amor de hace algunas horas.
Permaneció mirándolos sin moverse de su lugar. Nunca creyó caer por una persona, pero al final del día y de la vida, terminó vinculando su alma con otras dos. Recordaba el primer día que había aterrizado en los lares de un país no tan desconocido para él. Japón tenía su encanto siempre y cuando no era para hacer negociaciones por parte de su lugar de trabajo. Sin embargo, la última vez que decidió visitar el país, no pensó que sería para aventurar una de las mejores cosas que le pasó en toda su vida.
La primera vez que conoció a su alma de ojos color oscuros, él tenía los ojos llorosos y de matices rojos. Él se sorprendió, no supo actuar en el momento que vio la puerta cerrarse de forma veloz hacia su dirección. Pensó que se había equivocado de lugar, pero cuando volvió a buscar la dirección, la puerta se abrió de nuevo. Sonrió al recordar su rostro apenado preguntando quien era o que necesitaba. En ese momento supo que él tenía su corazón hecho pedazos y no se equivocó.
Por alguna razón, le permitió la entrada a su hogar y él le explicó la razón de su visita. Estuvo varias horas esperando por él, en un silencio incomodo y con una taza de té que le ofreció su chico.
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Ojos oscuros y almendrados.
I.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó a Jeongguk—. Es para dejarle un mensaje a Jimin de que estás aquí.
—Jeon Jeongguk —le respondió—. Usted es Yoongi, ¿no?
—Así es. ¿Él te hablo de mí?
—Un poco, sí —dijo con una sonrisa y notó nuevamente la mirada triste de Yoongi—. ¿Puedo preguntarle qué le pasa?
