- capítulo 8 -

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Narra Julia

Me desperté, todos estaban durmiendo.

Miré la hora, no llegaba a las 7.

Debatí internamente sobre si levantarme o dormirme otra vez, y finalmente me levanté, puesto que no tenía sueño.

Con cuidado de no despertar a ninguno, me levanté y comencé a andar hacia fuera de la habitación.

Cuando llegué a la altura de la cama de Carlos me agaché para mirarle, estaba profundamente dormido y me producía muchísima ternura.

Le acaricié un poco el pelo y me incliné a darle un beso en la frente, dejando mis labios en contacto con su piel varios segundos.

Deslicé mi mano inconscientemente por su mejilla y acaricié sus labios.

Me mordí los míos y decidí salir de la habitación, no sin antes darle una última mirada a mi compañero.

Me apetecía componer, así que me encerré en un box, porque no quería que se despertasen por el sonido de la guitarra.

Estuve allí un rato y luego fui a la cocina a tomarme un vaso de agua.

-Buenos días.- dijo una voz a mis espaldas.

Dejé el vaso en la mesa y me acerqué a darle un abrazo.

Carlos dejó un cálido beso en mi mejilla y mi cabeza.

-¿Qué cariñosa estás hoy, no? ¿Qué haces despierta a estas horas?- preguntó él separándose lentamente.

-No podía dormir, he estado componiendo un rato.

-¿Me puedes enseñar lo que has compuesto?

-Es que no está terminado, cuando acabe te lo enseñaré.- le respondí sentándome en la mesa.

Él no dijo nada, sólo se sentó a mi lado, estuvimos unos segundos en silencio, pero no era incómodo.

-Oye, el directo está apagado, ¿no?- dijo girándose hacia mí.

-Sí, ¿Por qué lo preguntas?- le respondí levantando la cabeza, lo que hizo que nuestras narices se rozaran, no me había dado cuenta de la cercanía hasta ese instante.

Pero no me separé.

-Por saber.- dijo en un susurro.

Nos miramos unos segundos, luego yo miré sus labios, él los míos, inconscientemente nos acercamos más.

Nuestros labios se rozaron, fue una milésima de segundo, pero podría decir con seguridad que era la mejor sensación que había experimentado en mi vida.

-Lo siento.- dijo apresuradamente mientras acortaba la distancia por completo.

Le correspondí el beso sin pensármelo dos veces, aunque estaba temblando, puse la mano en su nuca para profundizarlo más y él sonrió.

Entonces yo también sonreí, lo que causó que nuestros dientes chocasen mínimamente.

Fue el beso más bonito que me habían dado nunca, pero finalmente fue él quien lo rompió. Aunque no nos separamos del todo, nuestras frentes se quedaron juntas.

-No me lo puedo creer. Buah chicos que monos, madre mía, ojalá hubiese hecho una foto o algo. Dios.- dijo Marta de repente, apareciendo de la nada.

Yo me levanté de golpe.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí?

-Pues desde que habéis empezado a comeros la boca lleva, ya respondo yo por ella que está fangirleando y no puede.- dijo María haciéndose notar.

-No contéis nada.- dije yo.

-Pero Julia, ¿y esto desde cuándo pasa? Porque por lo que le decías ayer a Natalia no parecía que ya estuvieseis así.- dijo Marta.

-Sh, calla calla.- dije yo señalando a Carlos con la cabeza, que estaba con cara de no entender nada.

-Espera, ¿no habéis hablado?- me susurró María.

Yo negué con la cabeza y añadí:

-Ha surgido de repente, es la primera vez que pasa.

-Ostia.- dijeron ellas al unísono.

Entonces llegó Noelia.

-¿Qué hacéis todos despiertos?

-Se estaban comiendo la boca.- dijo María señalándonos a Carlos y a mí.

-Que va.- dijimos al unísono.

-Ay mira, si hablan a la vez.- dijo Noelia riendo.- oye que por mí bien, ya tardabais.

-Sois imposibles.- dije yo mientras me iba.

-Espera Julia.- dijo Carlos tirando de mi brazo para que no me fuese.

-Luego hablamos, ¿vale?- le dije yo.

-¿Pero estás bien?- me preguntó él.

-Si si, no te preocupes.

No quedó convencido con mi respuesta, porque siguió insistiendo.

-Lo siento mucho, de verdad, ¿no estás enfadada?

-Que va, no te preocupes, ¿vale? Luego hablamos.- le respondí yo, y le di un beso en la mejilla antes de irme.

-Adios eh.- dijo María, y añadió:
-a mí no hace falta que me des un beso si no quieres.

Yo me reí, y finalmente, me dirigí a la zona de los armarios.

Mientras cogía el micro y me lo ponía, empecé a pensar en lo que había pasado.

Estaba confundida, por una parte no sabía a qué había venido eso y por otra estaba muy feliz de que hubiese pasado. Pero claro, eso hacía que me sintiese culpable.

Decidí que no iba a pensar en ello de momento, puesto que había gala, así que necesitaba centrarme en la canción, y mañana sería un nuevo día, con una nueva semana y canción, y tendría más tiempo para pensar en esto.

*Pensaba subirlo mañana como regalo de reyes, pero me lo habéis pedido tanto, que aquí lo tenéis.

Espero que os guste, y muchísimas gracias por todo el apoyo, los comentarios del último capítulo me hicieron muchísima ilusión ❤️

Y gracias, porque esta historia ha llegado a 1K de lecturas 😍, sois lo más, de verdad.

Nos vemos en el siguiente capítulo...

Pídeme Más -julright-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora