Narra Carlos
-No te pido que lo entiendas, sé que es imposible.- le dije, mirando al suelo.
Entonces le oí sollozar, sabía de sobra sin ni siquiera mirarla que se lo estaba aguantando hacía ya un rato.
-Es que no lo entiendo, joder Carlos, no puedes hacerme esto.- dijo llorando, sentía que me rompía cacho a cacho sólo con oírla.
-Lo entenderé si no quieres ni hablar conmigo, soy un capullo.
-Sí que lo eres.- dijo cortante, antes de echarse a llorar otra vez.- pero es que ese es el problema, que sí que quiero, Carlos... te quiero.
-Y yo a tí, Julia, aunque no lo parezca.
-Sí, una mierda, no te entiendo, de verdad, ¿era todo un juego para tí?
Yo me quedé callado, no sabía qué responder. Por un lado le podía decir la verdad, pero insistiría en que daba igual y yo no podría decirle que no.
Sí, esto era lo mejor.
-Vete a la mierda, de verdad.- dijo, y en ese momento levanté la cabeza para mirarle.- Si esto es lo que quieres, vale, pero luego no intentes volver conmigo.- continuó.
Una vez más, me quedé callado, luchando conmigo mismo internamente para no ceder.
Ella interpretó mi silencio como lo que realmente parecía.
-Te odio.- dijo, y fue lo peor que me habían dicho nunca, pero lo que realmente me destrozó fue que, justo después de decir eso se rompió de nuevo, y verla a ella ahí, tan vulnerable, pareciendo tan frágil, tan rota por dentro, y saber que todo eso lo había causado yo, fue lo peor que había presenciado hasta el momento, y supe que nunca iba a sentirme tan mal ni tan culpable como me sentí ahí.
Y es que había destrozado a la persona que más quería en el mundo.
Una lágrima cayó por mi mejilla, y al sentir que se avecinaban más, salí de allí.
Salí de ese baño lo más rápido que pude, sin dignarme siquiera a mirar atrás, como un cobarde.
Y es que eso era yo, un cobarde.
Y un completo imbécil.
Entré en la habitación y me tiré sobre mi cama, esa cama que había compartido con ella tantas noches, y que ya no íbamos a compartir más.
Miré a mi alrededor, estaba sólo.
Me apoyé en la pared, y entonces noté algo.
Era un papel.
Lo cogí, con muchísimo cuidado, y lo desdoblé.
En ese momento pude comprobar que la letra era de Julia.
Sólo con leer la primera línea supe que era la letra de "La Casualidad"
Al comprobar que así era, se me nubló la vista a causa de las lágrimas.
Dejé el papel a un lado, y me sequé las lágrimas con las manos, al igual que había hecho ella tan sólo unos minutos atrás en el baño.
Ese recuerdo hizo que las lágrimas siguiesen brotando de mis ojos sin cesar.
¿Qué he hecho?- me repetía una y otra vez.
*He decidido subir este capítulo porque hemos llegado a 9K, aunque no es muy de celebración lol (mañana por la mañana otro, a partir de aquí no va a ir a peor, lo juro)
No me matéis 💔
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Pídeme Más -julright-
FanfictionY es que una vez cruzas los límites, ya no hay vuelta atrás... Desde el primer momento, Carlos y Julia se hicieron inseparables, tanto que sentían ese magnetismo que los unía, a pesar de todas las circunstancias, que los separaban. (Esta historia ti...