- epílogo final -

2.4K 80 64
                                    

21 de Septiembre de 2024
Narra Julia

-Felicidades pequeñaja.- dijo mi marido cogiéndola en brazos.

-Pero Carlos, ¡deja a la niña que sople las velas!- exclamó María.

-Vale, vale.- respondió mientras se sentaba con ella en brazos, enfrente de la tarta, que tenía una vela de número 2 encendida.

-Tú conmigo papi.- dijo la cumpleañera, estaba aprendiendo a hablar todavía, cada vez ampliaba más su vocabulario, pero le costaba formar frases largas.

Saqué el móvil para captar en vídeo el momento, y todos empezaron a cantar "cumpleaños feliz" con miradas confusas en medio de la canción por no haberse puesto de acuerdo en si decir "te deseamos todos" o "te deseamos Eli" que era el apodo cariñoso con el que todo el mundo llamaba a mi hija, incluida yo, para acortar. Solamente Miki y Carlos a veces la llamaban Elisabet cuando hablaban en catalán, o, por el mismo motivo, mis suegros. También Joan y Alba, pese a ser de otras zonas.

-¿Has pedido un deseo?- le pregunté, cogiéndola en brazos.

Ella sonrió ampliamente y respondió con un tímido "sí".

La dejé en el suelo y se fue a jugar con Damion.

Estuve un rato con María y mi nuevo sobrino, Lucas, que tiene ya un año y poco, y es una cucada de niño.

Busqué con la mirada a Eli, que había dejado de jugar con Damion, y se encontraba sentada encima de las piernas de Sabela, que seguía sentada junto a la mesa.

-A ver, di Then Polka.- decía la gallega.

-¿Olca?

-Pero con P, de Papá.- seguía explicando mi amiga, bajo la atenta mirada de mi hija, la cual buscó a Carlos con la mirada, y cuando lo encontró, le señaló, Sabela rió y negó con la cabeza.

-Then Polka.- repitió Sabela, marcando mucho la P y alargando las vocales.

-Then Polka -repitió mi pequeña, llevándose un aplauso de Sabela, el cual repitió también.

***

Julio de 2027
Narra Carlos

Nada más quitarle el cinturón, Eli salió corriendo del coche, solamente para encontrarse con su primo Lucas, al que María le decía a gritos que tuviese cuidado porque se iba a caer.

La mayor de mis hijos estaba ansiosa por reencontrarse con sus tíos y primos, pero sobretodo con Lucas, que era como su mejor amigo.

-¡Tío Carlos!- me llamó una voz a mis espaldas, yo me agaché a darle un abrazo al pequeño de Sabela, que además se llamaba como yo y era mi ahijado.

Después de reencontrarnos todos con todos, empezamos a hablar sobre cómo sentarnos.

-Los niños ahí y ya, ¿qué más da?- dijo María.

-Ya pero... Los más pequeños nos necesitan todavía.- respondió Julia, no muy convencida.

-Bueno, Jaime, tú siéntate al lado de tus primos.- ordenó Sabela a su hijo de cuatro años.- a Carlitos le siento en una trona junto a su hermano, y si les pasa cualquier cosa, estamos al lado.

Julia se agachó para quedar a la altura de nuestros hijos.

-Eli, tú cuidarás a tu hermano, ¿verdad?

Pídeme Más -julright-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora