- capítulo 41 -

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Narra Julia

Los días después de la final fueron agotadores, pero llenos de felicidad, al menos para mí.

Después de todo un día juntos, los 16, en la academia, nos fuimos a cenar al hotel, el mismo en el que nos alojábamos. No paramos de reír en toda la cena, pero yo empezaba a notar el cansancio acumulado, así que me levanté y dije que me iba a dormir.

-Yo también me voy.- dijo Carlos, levantándose conmigo.

-Si pues, mañana madrugamos, ahora organizaos como queráis, pero tened eso en mente.- dijo Sabela.

-Tío Carlos que Julia lleva un montón de noches sin dormir a penas.- interrumpió Natalia, de broma.

-A mí no me mires, por mi culpa no es, no hemos coincidido ninguna noche desde hace más de un mes.

-Pues ale, pasadlo bien.- dijo María.

-¡MARÍA!- exclamamos los dos a la vez.

-Sabemos dormir, eh.- dijo Carlos.

-Perdona que discrepe, pero es que el repaso que te acaba de hacer ésta con la mirada...- respondió África, en un tono para nada inocente.

Yo me puse roja.

-No he mirado nada.

Presidiendo la mesa, Miki estalló en carcajadas.

-Bueno, que me voy... A dormir.- dije mirando fijamente a María.

-Pues buenas noches.

Empecé a caminar hacia el ascensor, una vez dentro, noté su pecho pegado a mi espalda y sus brazos rodeando mi cadera. Ni siquiera me había dado cuenta de que me había seguido.

Me giré, y nos quedamos mirándonos a los ojos, con las sonrisas más bobas del universo iluminando nuestros rostros.

-¿Te he dicho lo guapa que estás hoy?

Sonreí aún más si era posible, con mi boca casi pegada a la suya.

-Te quiero.- fue mi única respuesta.

Él me besó.

Me elevó a unos centímetros del suelo, y yo enrollé mis piernas en su cadera, aún besándole.

-Uy, ¿tú no estabas cansada, locuela?- dijo, con nuestras frentes pegadas.

-No sé, quizás ya no tenga tanto sueño.

-¿Les decimos algo a Dave y Noelia?- me preguntó él, caminando, aún conmigo encima suyo.

-Paso, pon el cartel de "no molestar" para que pillen la indirecta y ya, pero entra, que estamos en medio del pasillo.- respondí señalando la puerta de su habitación compartida con Dave. -¿Bajo?

-No hace falta, tengo esto controlado.

Me apoyó en la puerta y usó una mano para abrir la habitación.

Una vez dentro, se aseguró de cerrar la puerta bien, y me sentó en la cama.

-Y... ¿ahora qué?- preguntó con tono inocente.

-¿Me tomas el pelo, no?- pregunté mientras le quitaba la sudadera que llevaba puesta.

-Así voy a tener frío.- dijo para hacerme rabiar, pero lo que él no sabía era que, en ese momento, no había quien me frenase.

-Tranquilo, yo te mantengo caliente.- dije, literalmente tumbándome encima de él.- ¿Vas a seguir resistiéndote, o me vas a quitar esto?- pregunté señalando el vestido que llevaba puesto.

-Te lo quito, te lo quito.

-Así me gusta, un chico obediente.- bromeé.

-No, si obediente soy, lo sabes de las otras veces.- dijo con cara pícara, antes de lanzarse a besarme con muchísima intensidad.

Poco a poco fueron desaparecido todas nuestras prendas, no pudimos evitar los gemidos que escapaban de nuestras bocas, pero ya nos daba igual. Y finalmente, llegamos.

-Te quiero.- dijo él al acabar, echando la sábana de la cama por encima de ambos.

-Y yo, no sabes cuánto.- respondí cerrando los ojos, poco después, me dormí, con él a mí lado.

Y en ese momento caí en la cuenta de lo muchísimo que le había echado de menos. Era más de lo que las palabras me dejaban expresar, pero verle ahí, tumbado a mi lado, era la mejor sensación que había experimentado nunca.

Ojalá fuese así para siempre...


*Espero que os haya gustado este capítulo, a mí personalmente me encanta, y me gusta todavía más el siguiente (yass hype 😏)

Gracias por leer, ya no queda casi nada para acabar jo🤧❤️

Pídeme Más -julright-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora