Era ya el mes de abril del año 2014 cuando al decimoséptimo día de ese mes, la feliz pareja tenía ya dos meses de noviazgo. Ulises se encontraba comiendo una deliciosa gelatina de aiyu cuando Ramsés lo llamó alrededor de las 3:00 a.m. para quedar en encontrarse cerca a un parque de diversiones al sur de Sunshine.
—Deseo que este momento sea especial para ambos, Ulises —dijo el tigre quien tomaba de la mano al paquidermo al estar presente y quien llevaba una camisa ajustada a su cuerpo de color roja con una estrella blanca en el centro, junto a un short de color blanco y tenis azules.
—¿En un parque de diversiones? ¿Y por qué aquí? —preguntaba el rinoceronte mientras giraba su cabeza y veía las atracciones que habían alrededor como si se tratara de un niño pequeño, además de notar la camiseta verde oscura, sus shorts de igual color que hacían conjunto con sus zapatos y juego con sus ojos.
—Es una manera de variar los lugares a los que te he llevado. Además, hay muchas cosas para ver y disfrutar —dijo el tigre luego de pedir un par de perros calientes con doble ración de mostaza.
—En eso tienes razón —dijo sonriente el paquidermo— Es muy lindo de tu parte el que hayas pensado en traerme acá. Honestamente, tenía mucho tiempo sin visitar un parque de diversiones, creo y sin mal no recuerdo desde que estaba en el IX Semestre de Ciencias Contables —dijo el paquidermo entrelazando su brazo izquierdo con el derecho del felino, comiendo su perro caliente con su mano izquierda.
—Uli, ¿no te da verguenza hacer eso en público? —preguntó el felino sonrojado ante tal acto mientras comía su perro caliente.
—¿Vergüenza? ¿Cómo por qué carajos? Si no me da vergüenza hacer eso, tampoco me dará hacer esto —dijo el rinoceronte soltando el agarre que tenían para darle un beso pasional y húmedo al felino, saboreando los restos de mostaza de sus labios y haciendo que a éste se le erizara la cola.
—¡Que atrevido! —exclamó sonriente el tigre quien recogía entre sus manos los pelos de su cola para dejarlos lisos de nuevo al separar el beso— Me gustó...
—Era obvio que te iba a gustar, jeje. Al haber confesado todo lo que sentía con la persona indicada, creo que ya no debo sentir miedo ¿O sí?
—No, la verdad es que yo no sentía miedo pero tampoco pensaba que tuvieras esos alcances —dijo el tigre mientras caminaban a paso lento.
—Ramsés, tú me has devuelto la confianza que había perdido y te doy gracias por ello. Así que ahora me siento feliz y realizado para hacer lo que me gusta, ya que es bonito compartir mi vida con un hombre tan guapo como tú aunque la sociedad me critique y todos se pueden ir a la mierda si no le gustan lo que ven.
—¡Que radical, jaja! —exclamó el tigre sorprendido para luego proseguir— Tú a mí me hiciste ver las cosas bonitas de la vida y aprender que si esperas y eres paciente con la persona indicada, grandes cosas se dan. Una de ellas fue volver a verte, enamorarme de ti y compartir experiencias maravillosas a tu lado. Por eso te traje aquí para celebrar nuestro primer mes juntos.
—Escogiste un buen lugar —dijo el paquidermo caminando rumbo a una de las atracciones en las cuales habían unas botellas y unas bolas de béisbol.
—¿Te parece bien si comenzamos por esta atracción? —dijo Ulises mientras su mirada se perdía en los ojos de Ramsés.
—Me parece bien —le contestó el felino.
—¡Venga, vengan! Pasen por aquí, señores —les decía un koala encargado del juego con su tradicional y festiva vestimenta— Paguen $5 por tres intentos para derribar esas botellas. Si logran hacerlo, se pueden llevar algunos de estos peluches que acá se encuentran.
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Confesión [Furry Bara] [Terminada]
RomanceEsta historia trata sobre Ulises Moya de una manera en la que cada capítulo es una parte de su vida. Para el rinoceronte, nada había sido fácil desde la perspectiva de ser aceptado y respetado por su condición sexual. Desde el día que confesó su hom...