11

470 73 4
                                    


No podía creerlo, tendrías que ser muy descarada como para volver a Hanamura de esta forma. ¿Desde cuándo habías aceptado representar a tu familia? ¿Acaso no la odiabas también? ¿Cómo podías siquiera mostrar un rostro tan muerto? ¿Cómo podías ni siquiera mirarlo a la cara?

Genji estaba molesto contigo, pues en tres años su actitud y pensamiento había pasado por un cambio drástico; por los entrenamientos, los castigos y el vacío en su pecho. Mantenía su estado fijo en la etapa de rencor. Mientras te encontrabas hablando con Hanzo, estaba sentado a un costado de su hermano mirando al suelo para no sentir el bilis subir por su garganta; admitía que quería gritarte mil cosas y reprocharte por cómo le habías hecho sentir.

¿No han venido más miembros de su Clan? – La voz calmada de Hanzo se escuchaba por la habitación, completamente alejado del revolú de los demás invitados que aún permanecían ahí.

Está viendo al único miembro que queda vivo.

Genji no pudo evitar fruncir su ceño ante el tono de tus palabras, tu voz sonaba tan vacía que le aturdía; como si no hubiera visto antes tu rostro envuelto en pena y lágrimas. Se preguntó que ocurrió contigo en estos años.

Una verdadera pena.

Por su parte Hanzo estuvo descolocado al reconocer tu rostro luego de retirar el pañuelo blanco, intentando no mostrarse sorprendido por tu regreso o el hecho de que fueras una Uesugi, solo te había logrado notar como una simple bailarina. Podría parecer hipócrita de su parte tratarte pero tratándose de su propio clan era necesario. Hanzo inclino ligeramente su cabeza a un lado detallando tu imagen, tu expresión estaba fija al frente mirando hacia el acto que realizaban algunos artistas invitados de otros clanes. Desde la última vez que te vio tu cabello había crecido demasiado hasta el punto en el que rozaba el suelo estando sentada en el suelo. Luego miro a su costado, donde se encontraba Genji con los labios apretados y la cabeza baja.

Le era más que obvio para él que Genji estaba disgustado con tu presencia cerca, seria mentira si dijera que no disfrutaba de su incomodidad en este momento.

Sería un honor para el Clan Shimada que nos enseñara sus técnicas con las armas. – Comento despacio, poniendo sus manos dentro de las magas de su ropa esperando una respuesta que no fue más que un asentimiento con la cabeza. Sonrió satisfecho y agito su mano para que uno de los criados se acercara en silencio. – Se le dará una habitación en el castillo, puede retirarse si lo desea.

Mis lecciones se impartirán mañana a primera hora. Tenga preparados a sus discípulos.

Ambos mantuvieron silencio mientras abandonabas la habitación siendo guiada por uno de los criados.

(...)

El cuerpo de Genji volvió a caer al suelo una vez más por un golpe que le proporcionaste en sus piernas con el bokken, sintiéndose frustrado por no haber logrado derrotarte ni una vez desde tu llegada hace dos días. Habías derrotado a todos los discípulos del clan sin tener compasión de alguien más que no fuera Hanzo; y solo porque era el líder. Lo último que deseabas era una mala mirada por parte de su consejo de ancianos pero sabías que ellos te reconocían como una oponente digna, aun cuando no estuvieran acostumbrados a ver una mujer capaz de manejar las armas con tal destreza como la tuya.

Esperaste a que Genji volviera a ponerse de pie. Observando su rostro fruncirse.

Estas disperso. Entenderé si no deseas seguir ya. – Relajaste tu postura cuando al ver como Genji se ponía de pie, su pierna tambaleaba por el golpe recibido.

Para nada – Espeto, poniéndose en posición, sujetando firme el bokken entre sus manos.

Era el único que insistió en practicar más luego de que tiempo se acabara por lo que ahora estaban entrenando ligeramente a oscuras; estaba sobre forzando su cuerpo.

Ha sido suficiente por hoy – Sacudiste el bokken a un costado bajando tu guardia, dando a entender que no seguirías con el entrenamiento.

Pero Genji no acepto tu decisión, estaba en un afán por derrotarte y se enfocaba en ello. Por lo que amen de otro intento, dirigió un golpe hacia a ti que apenas lograste frenar interponiendo tu arma entre la suya; casi golpeaba tu clavícula con el sable de madera. Eso hubiera sido un golpe muy riesgo por lo que te cuestionaste en silencio que tan lejos deseaba llevar su rencor contra ti. Impulsaste tu cuerpo hacia adelante y lo empujaste lo suficientemente lejos para recomponerte.

Fue suficiente, Genji. – Advertiste en un tono pausado, queriendo no lastimarlo más.

Oh. ¿Ahora te diriges a mí por mi nombre? – Volviste a bloquear su golpe a un costado de tu cuerpo, notando como el resentimiento que presentías fluir por tus palabras y movimientos. Su rostro molesto se acercó al tuyo entre las armas dejando todo su peso contra el tuyo. – Pensé que estarías con esa actitud arrogante todo el tiempo, aquella con las que has actuado desde llegaste. ¿Cuándo empezaste a actuar así? ¿Desde qué te fuiste de Hanamura acaso?

¡Suficiente! – Golpeaste su costado haciendo que se echara hacia atrás sujetando el área lastimada. Le arrebataste el bokken de la mano y respiraste hondo, notando como te había sacado de casillas. Giraste sobre tus talones para irte.

Te marcharas otra vez. ¿Por qué no me sorprende? – Apretaste la mandíbula, mordiéndote la lengua para no gritar.

Solo quise encaminar nuestras vidas por separado, Genji. – Te giraste un poco para darle cara, observando su expresión molesta que revolvió tu pecho con fuerza, puesto que realmente había cambiado.

Su sonrisa llena de vida se había remplazado por una mueca y que en ocasiones se transformaba en una maliciosa, la mayor parte de sus brazos estaban cubiertos por cortaduras que reflejaban ser causadas por algún tipo de entrenamiento y una que resaltaba a un costado de su rostro, sobre su mandíbula. Su cabello ahora era de color negro y estaba corto mientras que su pecho había crecido notablemente al igual que el resto de él. Sin embargo y aun con todo eso:

No lograbas reconocer al Genji que conociste y del cual te enamoraste; y un dolor se alojaba en tu pecho al saber que eras en mucha parte responsable de ello.



¿Lo ven? Ni yo misma puedo seguir los horarios que me impongo xD

Se le quiere <3

Ojos PardosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora