12 "Editado"

3.9K 389 38
                                    

Emma

—Vamos, levántate. —me dice Nora.

—No. —le digo amortiguando mi voz con la almohada. No quiero levantarme, no quiero salir nunca de debajo de las sabanas de mi cama. Saber que tengo a primera hora clase con Alberto me produce tal ansiedad que me da hasta miedo estar en la misma habitación que él despues de lo que ha pasado.

—No puedes perderte una clase. —oigo que me dice mientras se coloca al lado de mi cama. Han cambiado los papeles. Ahora Nora es la responsable y yo una alumna pésima.

—Estoy enferma. No me encuentro bien. Necesito descansar. —y espero que con todas esas excusas me deje en paz y se vaya.

—Bueno, pues tu veras. Yo me voy que no quiero llegar tarde y aún no he desayunado. —me dice enfadada y puedo imaginármela con los brazos cruzados.

—Vale, si me encuentro mejor voy a la clase siguiente.

—Sí, claro. —bufa, y se va dejándome completamente sola.

En cuanto oigo como cierra la puerta vuelvo a colocarme boca a arriba en la cama. Noto un pequeño pinchazo en mi parte intima, y es el recordatorio de todo lo que hicimos anoche Alberto y yo y del poco tacto que tuvimos para hacerlo. Me tapo la cara por la vergüenza que me entra en el cuerpo al pensar en como se nos fue todo de las manos. Casi no he podido dormir en toda la noche recordando cada segundo de nuestro encuentro, la sensación de estar en sus manos aún me excita y me pone los pelos de punta, y aunque no pare de repetirme que esto no está bien, no puedo evitar disfrutar mientras lo recuerdo. Porque aunque sea una locura, ha estado muy bien y eso mi cuerpo lo sabe.

Tengo dos horas para pensar, recapitular y hacer como que no ha pasado nada. No puedo estar todo el curso evitándole, no puedo permitirme perder más clases a parte de esta. ¿Soy una cobarde por no querer enfrentarme a la realidad ni a él? ¿Soy una estúpida por haber permitido que todo esto llegara tan lejos? ¿Qué nosotros llegáramos tan lejos? Por favor, si sabéis de alguna manera de salir de este embrollo ilesa, es el momento para decírmelo.

***

Entro a la zona de las aulas y miro de un lado al otro con miedo de encontrarme a Alberto en cualquier esquina. No quiero que me vea y sepa que me he escaqueado de su clase pero que a la siguiente si que voy. Sabrá que lo he hecho por él, porque ahora mismo la vergüenza llena todo mi cuerpo.

Con pasos rápidos atravieso todas las puertas hasta llegar a la que voy a dar la clase de hip hop. Cuando entro no hay nadie, solo mi profesor. Me fijo en la puerta que hay en una de las esquinas y no puedo evitar pensar en todo lo que hicimos anoche Alberto y yo en una sala de esas. Vale Emma, céntrate.

—Buenos días señorita San Martin. —me saluda mientras se mira el reloj.

—Buenos días profesor Fuentes. —le digo mientras voy hacia una de las esquinas para dejar mi macuto.

—Hoy viene temprano. Aún quedan cinco minutos para que empiece la clase.

—Se ve que me he dado mucha prisa. —y me río a la vez que me encojo de hombros para dar a entender de que no me he dado cuenta de la hora.

—Bueno, pues empieza a calentar mientras vienen tus compañeros. —me dice mientras se gira y va hacia la mesa de la minicadena para mirar unos papeles.

—De acuerdo. —me siento en el suelo y pongo mis piernas rectas para tocarme las puntas de los pies con las manos.

Durante estos cinco minutos mis compañeros van entrando uno detrás de otro, y cuando Nora atraviesa la puerta y me ve en el suelo, me dedica una mirada interrogativa. Seguro que se está preguntando por qué no he ido a la primera clase y a esta sí si estoy tan enferma como aseguraba. Yo desvío mi mirada y sigo con mis estiramientos.

Baila Conmigo (1° Trilogía Conmigo) COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora