5 "Editado"

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Emma

—¿Qué haces? —me pregunta Nora nada más atravesar la puerta de nuestra habitación. Yo aparto los ojos de mis apuntes y le miro.

—Estudiar. —le digo como si fuera algo obvio. 

—Por favor, si el examen de música no es hasta el martes que viene y estamos a jueves. —me dice como si estuviera loca por ponerme con la materia con tanta antelación.

—¿Y qué? El señor Arias es muy estricto y seguro que nos pone un examen bastante complicado.

—Si lo que estamos dando es muy fácil. —y me dan ganas de decirle que yo no he tenido la misma suerte que ella, que yo no he podido estudiar en una escuela como lo ha hecho ella y que para mí todo esto es nuevo.

—Para mí no. —le digo enfadada otra vez conmigo misma por no tener experiencia en nada de esto. 

—Venga, vente a la sala de juegos. Hemos hecho un concurso de billar, los profesores ya se han ido y me han chivado que algunos de los alumnos han colado alcohol. —me dice mientras sube y baja sus cejas.

—¿Alcohol? ¡Está prohibido!. —le digo alarmada. Si antes no me apetecía acercarme a la sala de juegos ahora mucho menos al saber que han metido una sustancia prohibida en este centro. No, no, no. Con la suerte que tengo, seguro que me descubrirían y me mandarían para casa echándome la culpa de todo.

—¡Ay por Dios! ¿Tu no disfrutas? Pareces mi madre. —me pregunta con los brazos en jarras.

—Si que disfruto, pero no quiero perder la oportunidad que me está brindando este centro. —le explico intentando hacerle entrar en razón de que lo que van a hacer es una estupidez poniendo en juego el estar aquí.

—Eres muy aburrida. Sal de la habitación y diviértete.- y que me diga eso me molesta. Yo sé pasármelo bien, pero fuera de la escuela.

—Lo que tu digas, pero voy a seguir estudiando igual. —le digo de muy malas maneras dándole la razón como a los tontos, y vuelvo a centrarme en todos mis apuntes de música.

Nora se va de la habitación sin despedirse, y a mi me da realmente igual que no lo haya hecho. No puedo dejarme llevar por las relaciones sociales, sino me pongo a estudiar o a mejorar doy por echo que me expulsaran del centro por no llegar al nivel. Todos los demás no entienden que yo no tengo la base que ellos ya aprendieron en su día, que no he estudiado todas las ramas del baile y que no tengo experiencia en casi nada. A mi me cuesta más que a ellos, y eso, me jode mucho.

***

—Hola abuela. —le saludo mientras cierro la puerta de su casa detrás de mí. Llego hasta ella y le doy un beso en la mejilla agradeciendo volver a verla y que esté bien.

—Hola cariño. ¿Qué te ha pasado?. —me pregunta asustada mirando mi boca.

—Ah, nada. Me caí y me mordí el labio en una clase. —le explico queriendo quitarle importancia y recolocandome la mochila en el hombro.

—A vale. ¿Te duele?

—No, ya no.

—¿Y no tienes clase hoy? —me pregunta mientras le baja el volumen a la televisión.

—Esta mañana. Los viernes por la tarde no tenemos clase. ¿Has merendado? —le pregunto mientras dejo mi mochila con todos mis apuntes en una de las sillas del comedor.

—He cenado. —me responde ella, pero yo miro el reloj y veo que son las siete y media de la tarde.

—¿Estas segura? —le pregunto sin creérmelo.

Baila Conmigo (1° Trilogía Conmigo) COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora