Capítulo 2.

558 17 2
                                    

Noah subió en el auto como mi copiloto.

-Deberías usar el cinturón, digo sería excelente que regresaras a casa en una sola pieza pero solo es un consejo...- el rostro de Noah se tornó un poco pálido y eso era lo que estaba buscando.

Conduje hasta casa y estacioné mi auto en el garage. Bajé mi mochila y Noah bajó del auto haciendo cara de enfermo, hice hasta lo imposible para que Noah se sintiera incomodo en medio del camino. Rebasé auto en las autopistas, frenaba en seco en cada parada y me pasaba los semáforos en rojo.

Quiero aclarar que lo que acababa de hacer era una conducta muy seguida que usaba para conseguir lo que quería y en esta ocasión quería que Noah sufriera un poco por haberme hecho llevar un susto en la mañana camino al instituto.

-¿Te sientes bien?- pregunté a lo lejos mientras este se recostaba sobre un pequeño muro que dividía el garage del jardín principal.

-Si... yo estaré bien en un segundo- una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro. Caminé hasta la puerta principal y subí a mi habitación.

Saqué mi uniforme y busqué algo cómodo en mi guardarropa. Sarah... la camisa que había olvidado seguía aquí, significa mucho para mi pero para ella no estoy muy segura.


Un año antes...

Era un día más de clases, nunca me gustó llamar mucho la atención en el instituto así que siempre he tratado de seguir las reglas. Usar el uniforma de la manera correcta era algo que me caracterizaba.

Al llegar al instituto fui rápidamente al baño para verme por ultima vez en el espejo. Habían muchas chicas ahí dentro incluyendo a Sarah mi mejor amiga, la conocía desde los 3 años toda la vida habíamos estado juntas.

Su familia y la mía eran muy unidas. Aarón su hermano mayor había sido mi crush por muchos años y desde hacia unos meses había comenzado a coquetear pero Sarah era muy sobre protectora con él, aunque el ya no me veía como la mejor amiga de su hermana.

-Sarah ¿quieres que nos veamos después de clase? Necesito que me ayudes con algo- dije entrando en el tocador.

-Tay... no te vi llegar- dijo disculpándose por no saludarme- Ok, déjame avisarle a Aarón. Déjame hablarle de tu teléfono, el mio no tiene batería- le di mi teléfono mientras yo entraba al baño. Sonó la campana y trate de apurarme, todos salieron del baño mientras Sarah y yo seguíamos ahí. Jalé la cadena y abrí rápidamente. Sarah estaba apoyada en el lavabo mientras miraba mi teléfono molesta.

 Sarah estaba apoyada en el lavabo mientras miraba mi teléfono molesta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡Pero que demonios es esto!- dijo Sarah muy molesta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



-¡Pero que demonios es esto!- dijo Sarah muy molesta.

-No se de que hablas- dije confundida.

-De que sales con mi hermano a mi espaldas, no pensabas decirme "hermosa"- tomó su bolsa y salio del baño, la seguí y la tome del brazo llevándola a un lugar más privado.

-Déjame explicarte, no es lo que piensas- dije tratando de calmarla.

-¿Explicarme que? Él tiene novia, lo sabías ¿no es así? Tú eres la otra- dijo molesta subiendo el tono en el que me hablaba.

-¿Qué?- por un momento estaba mucho más confundida que ella, él jamas me lo dijo- No lo sabía, enserio lo lamento mucho. Tú me conoces, sabes que si lo hubiera sabido jamas habría hecho algo así- intentaba excusarme.

-Eres la peor amiga que he tenido, lo leí todo. Me das vergüenza- dijo dándome la espalda mientras todos salían de las aulas para ver el espectáculo que estábamos presenciando.

-¡Espera!- la tome nuevamente del brazo -Déjame explicarte Sarah...

-¡No me toques! No tienes nada que explicarme, yo no hablo con perras como tú- me dejo hablando sola mientras todos se reían de mi.


Tomé una camisa cómoda y me retiré el uniforme del instituto, bajé las escaleras y recosté sobre el sillón para revisar mi teléfono. Solo tenía mensajes de Thomas, mi entonces ahora mejor amigo preguntándome en dónde estaba. De la nada escuche la voz de Noah en la cocina llamándome repetidas veces así que me levante y fui a ver que ocurría.

-¿Oye ya almorzaste?- dijo mirándome fijamente.

-No, no tengo hambre- dije -¿Por?

-Solo quería saber, podría prepárate algo si deseas- sonrió.

-No, gracias. Una manzana sera suficiente- dije tomando una manzana del refrigerador. Noah trataba de ser amable conmigo pero yo lo evadía.

-Ok... ¿tienes pensado salir?- dijo cambiando la conversación.

-No en realidad, tal vez este aquí todo el fin de semana- hice una mueca intentando sonreír.

-Sabes, me gustaría saber con anticipación lo que harás. Así podría estar preparado- dijo.

-Descuida, lo tendré en cuenta- dije saliendo de la cocina.

•Mi Guardaespaldas•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora