Capítulo 11.

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Di un último sorbo a mi copa y me decidí a hablar con Noah, di un suspiro hondo y dejé a Thomas en la barra. Vi a Noah al otro lado del salón así que me encaminé así él pero desafortunadamente me topé con mi madre en el camino.

-¿Y tú... a dónde crees que vas?- preguntó mi madre observándome de pies a cabeza -¿Por que llevas ese vestido? No sabes todos lo recuerdos que me trae...

-Iba al tocador...- dije señalando el corredor a un lado de nosotros.

-Pues tendrá que esperar, necesito que vengas conmigo- dijo con una mirada penetrante -Se que estás molesta conmigo pero he conseguido una manera de ayudar a tu padre- susurró mientras acariciaba mi cabello -Aprenderás a que algunas veces  debes sacrificar mucho en la vida para obtener lo que quieres...

Todo tenía sentido, ahora entendía por que me había obligado a venir a este lugar.

-Porque ayudar a tu padre es lo que más deseas ¿cierto?- de inmediato asentí, ella sonrió y sujetó mi mano, desvió mi camino y nos dirigimos al centro del salón.

Mi madre me guió a la mesa principal, nuestros lugares estaban ahí junto a los Kochs. Los anfitriones de la fiesta. 

-Quiero que seas lo más amble posible...- susurró en mi oído -No quiero que empieces con tu juego hoy ¿entiendes?- ladeó su cabeza fingiendo una sonrisa, su mirada se dirigía a la familia Koch.

Luscious Koch, un hombre realmente importante en esta ciudad. Poseía empresas en todo el país pero la más importante la tenía aquí, además de ser un excelente empresario era el esposo de la hija del alcalde. Poseía cierto poder que no muchos lograban entender.

May, su esposa contrajo matrimonio a muy corta edad y siempre a estado al cuidado de su esposo e hijo. 

-Diana, Taylor...- Luscious se acercó a nosotros saludándonos -Es un placer tenerlas aquí- dijo dándonos un fuerte abrazo.

-No saben cuento nos complace estar aquí. Estamos muy agradecidas por su invitación- insistió mi madre -Aunque es una lastima que Larry no nos pueda acompañar- aclaró.

-Taylor...- Luscious se acercó a mi -Es una lastima todo lo que está ocurriendo con tu padre en este momento, quiero decirte que May y yo estamos totalmente seguros de que tu padre es un bueno hombre incapaz de hacer algo así-  dijo rodeando mi cuello.

-Eso significa que...- Luscious me interrumpió.

-Significa que estamos dispuestos ayudar, mientras cumplan con ciertos términos...- mi madre se alejó con May pero no dejaba de mirarme persuasivamente. 

-¿Qué términos?- pregunté confundida.

-Taylor, tu padre y yo no solo somos amigos. Somos como una familia- Luscious aclaró -Un convenio entre tu familia y la mía sería lo justo, que trabajara para mi sería lo más conveniente. Además habrá un lugar para ti en nuestra si aceptaras... pero deberás consultarlo con tu familia primero- dijo con una sonrisa a boca cerrada.

-Señor Luscious, pensé que el convenio seria solamente con mi padre- dije frunciendo en ceño.

-Bueno... Quiero que nuestro convenio marque la diferencia- dijo -Me gustaría que nuestras familias se conviertan en una sola- mi respiración comenzó a agitarse e intente ocultarlo con una sonrisa -Pero no es necesario que me des una respuesta ahora mismo como ya dije quiero que lo discutas con tu familia- dijo con mucha prudencia -Aunque en su situación seria la mejor opción- susurró mientras se alejaba.

Suspiré hondo y me dirigí al tocador, el corredor hacía este estaba vació pues todos estaban en el salón ya que la cena estaba a punto de comenzar.

Aprenderás a que algunas veces debes sacrificar mucho en la vida para obtener lo que quieres...

La voz de mi madre invadió mis pensamientos y comenzaba a sentirme mal. Acaso que tanto debía sacrificar para ayudar a mi padre.

-¿Un lugar en su mesa? ¿Ser una sola familia?- murmuré de camino al tocador.

-¿Taylor?- escuché la voz de Noah detrás de mi, me giré y de inmediato le sonreí -¿Podemos hablar?

-No creo que sea el momento...- dije entrando en el tocador, Noah detuvo la puerta y entró en el tocador.

-¿Estás bien?- preguntó y cerró la puerta del tocador quedando encerrados en ese lugar los dos solos.

-¿Qué haces?- pregunté -No está bien que estemos aquí, solos- aclaré intentando caminar hacía la puerta.

-Espera...- dijo Noah poniéndose enfrente de mi -¿Acaso hice algo que te hiciera molestar? Actúas indiferente conmigo.

-No, no ocurre absolutamente nada- lo miré a los ojos e intenté esquivarlo para salir del tocador, tomó mi mano y me detuvo.

-No es cierto, hasta ayer todo iba bien entre los dos...- dijo, mi cuerpo se tenso un poco y me dirigí a él.

-No recuerdo con exactitud lo que sucedió ayer, así que por error entré a tu habitación y vi las grabaciones de la noche anterior...- dije cabizbaja.

-¿Hiciste que?- preguntó asombrado.

-Lo lamento, solo intentaba buscarte y no me pude resistir...- intenté disculparme pero Noah se fue acercando más y más a mi, segundos después ya me tenía acorralada contra la pared.

-Creí que hurgar en las cosas de los demás era algo que las chicas como tú no hacían...- me miró fijamente y sonrió -Cada día me sorprendes...

-Lo lamento enserio pero necesitaba saber por qué...- Noah me interrumpió.

-¿Por qué actuabas así? No tengo la menor idea pero debo admitir que eres un tanto escurridiza y astuta, imagino que lograste distraerme para beber un poco- dijo entre risas.

-Lo lamento mucho, Noah- dije avergonzada.

-Las personas cuando están ebrias tienden hacer eso y otras cosas...- dijo alejandose de mi.

-¿Otras cosas?- pregunté tomándolo del brazo -¿Hice algo más?

-Solo...- me miró a los ojos y sonrió -Olvídalo, soy tu guardaespaldas y son gajes del oficio. Puedo ser tu niñero, guardaespaldas o lo que haga falta- se giró y salió del tocador dejando la puerta entre abierta.


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