Capítulo 18.

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Salí de mi habitación y bajé las escaleras, no sé veía ni un rastro de mi madre y eso me daba gusto. No quería cruzar palabras con ella, escuché un sonido en el garage y me dirigí a este.

Noah estaba sacando unas herramientas para hacerle algunos arreglos al auto, el capó del auto estaba levantado y un poco de aceite estaba en el suelo. Noah levantó las herramientas por un momento y estas cayeron al suelo de golpe.

-Noah...- dije acercándome rápidamente él, Noah se apoyó sobre el auto e hizo una mueca de dolor -¿Qué te ocurre?

-No es nada...- dijo tomando algo de aire.

-Déjame ver- rodeó mi cuello con su brazo e hice que se apoyara en mí hasta llegar a un pequeño muro que estaba en el jardín -¡Levanta tu camisa!- le ordené enseguida, él me miró confundido pero accedió. Levantó su camisa y de un costado tenía un moretón, los chicos de la cafetería si que lo habían lastimado.

-No es nada...- dijo Noah intentando evadir mi mirada.

-Entremos a casa y no se te ocurra decirme que no ¿escuchas?- dije llevándolo dentro de casa. Entramos por el garage y llevé a Noah a su habitación, lo recosté sobre su cama y fue a la cocina por una compresa fría. Momento después regrese a su habitación y retiré su camisa cuidadosamente.

-Ponte de aquel lado- dije indicándole que se girara y él enseguida obedeció. Puse la compresa bajo su brazo izquierdo cerca a sus costillas.

-¡Agh!- dijo Noah haciendo una mueca de dolor.

-Aún no entiendo por que haces esto, mira nada más- dije molesta -Nunca se te ha pasado por la cabeza que te puedan asesinar, eres un... inconsciente por intentar hacerte el héroe. No sé qué sería de mí si te hubiesen dispara...- Noah me interrumpió.

-Sencillo, tu madre conseguiría un nuevo guardaespaldas en un dos por tres- dijo tumbandose del otro lado.

-¿Es lo que en realidad crees?- dije mirándolo a lo ojos sentandome a su lado.

-...- guardó silencio.

-En realidad me preocupo por ti porque...- dije.

Porque me interesas

-Porque te has convertido en un apoyo para mi, eres el único que me soporta. ¡No se te ocurra hacer algo asi!- dije dandole un golpe a su hombro y él hizo una pequeña mueca.

-Me siento halagado...- dijo con un sonrisa.

-Espero que no sea muy grave, sino deberás ir al hospital...- abrió los ojos como plato y esto me hizo soltar una carcajada.

-Ya estoy bien- dijo levantándose de la cama -Lo vez... Estás preocupándote demasiado por una tonteria.

-Regresa a la cama Noah- dije señalando -Te cuidaré si hace falta, ahora que debo estar aquí en casa encerrada debo mantenerme ocupada para no perder la cabeza.

-¿Entonces seré como tu conejillo de indias?- preguntó regresando a la casa.

-¿Disculpa?- dije -Espero que no sea lo que estoy pensando...- me molesté demasiado con su comentario -Intentas decir que estas aquí en contra de tu voluntad, además que sería capaz de experimentar contigo cuando lo único que trato es de ayudar y solo me preocupo para qu...- Noah rodeó mi cuello con una de sus manos y rápidamente me acercó a él para besarle.

No me resistí y me dejé llevar, sus labios eran más suaves de lo que alguna vez pude haber imaginado. Los movimientos con los que sus labios conducían a los míos se sentían muy bien pero de repente un pensamiento retumbó en mi cabeza.

¿Taylor? ¿Crees que así ayudarás a tu padre?

Esa voz, la voz de mi madre me metió hasta el lugar más pequeño de mi mente como si fuera un virus. Alejé a Noah de mi enseguida.

-¿Qué crees que haces?- dije cubriendo mi boca, Noah lucía un poco confundido.

-Yo... creí que- el ambiente se comenzó a sentir un poco tenso.

-Taylor... ¿en dónde estás?- la voz de mi madre se escuchaba a lo lejos y segundos después pasó por la habitación de Noah e hizo una cara de sorpresa al vernos juntos -¿Qué están haciendo aquí ustedes dos?- miró el torso descubierto de Noah y me miró fijamente.

-Noah está lastimado...- dije levantándome enseguida de la cama -Le traje una compresa fría, es todo- dije poniéndome a un lado de mi madre.

-¿Es eso cierto Noah?- preguntó mi madre acercándose a Noah para ver su moretón -¡Agh! Eso no luce nada bien, llamaré al doctor Richard- salió de la habitación y nos dejó solos de nuevo.

-Yo... iré con ella- dije dejando la habitación después de esto.

No podía creer lo que había ocurrido, aunque estaba empezando a sentir cosas por Noah el verme forzada a salir con Matthew me ponía mal y me hacía sentir culpable sin ninguna razón.

Me dirigí al estudio de mi madre y la encontré hablando por el teléfono, tomé asiento mientras esperaba a que terminara la llamada.

-Muchisimas gracias Richard, estaré esperando- dijo mi madre terminando la llamada, puso su teléfono sobre la mesa y tomó asiento.

-¿Vendrá a ver a Noah?- pregunté preocupada.

-Si... algo así- dijo mi madre -Necesito hablar contigo de algo muy importante Taylor.

-Si, dime que necesitas...- dije.

-Mañana irás a ver a tu padre, quiero que tomes en cuenta todo lo que te pedí... Recuerda que hice hasta lo imposible para que pudieras verlo- dijo mi madre.

-Pero... Noah está lastimado no puede ir así, tendrás que cambiar la fecha- aclaré.

-¿Bromeas?- dijo soltando una carcajada -Le pagaré una enfermara para que lo cuide si es lo que tanto te preocupa pero tu irás como sea, incluso Matthew Koch se ofreció ha llevarte así que problema resuelto- dijo mi madre.

-¿Matthew? No, no ¡no!- dije subiendo el tono de mi voz -¿Por qué?

-Son ellos los que le salvarán el trasero a tu padre...- dijo mi madre entre dientes -Serás amable y dejaras de comportarte como una niña malcriada, últimamente no he hecho más que consentirte trayendo a Brenton. Algo que me has echado en cara desde hace mucho así que...- alguien llamó a la puerta y mi madre me hizo una señal para que fuese  atender.













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