Thomas y yo salimos del auto, ya estábamos en casa del amigo de Aarón.
Thomas y yo solíamos fingir ser pareja enfrente de la escuela, pero en realidad era como fingir ser la novia de un chico mucho más femenino que yo solo por diversión. Thomas rodeó el auto y tomó mi mano para entrar a la fiesta.
-Taylor...- escuché la voz de Noah detrás de nosotros, Thomas lucía tan sorprendido como yo. Noah había llegado a la par con nosotros, parecía bueno haciendo su trabajo.
-Regresó en un segundo...- solté la mano de Thomas y caminé hasta Noah, estaba apoyado sobre el capó de su automóvil. El automóvil negro que me seguía días antes al instituto.
-¿Que haces aquí?- preguntó desviando su mirada a Thomas.
-Una fiesta, ya que no pueden haber chicos dentro de mi casa decidí traer la fiesta a otro lugar...- mi intento por fastidiar a Noah seguía su curso, podía ser una maldita pesadilla cuando me lo proponía.
-Basta ya de tus juegos Taylor, entra al auto. Regresaremos a casa- Noah se levantó del capó y abrió la puerta del automóvil esperando a que entrara ahí.
-Déjame pensar...- murmuré y pasé mi mano por mi mi barbilla fingiendo que tomaba una decisión -No lo creo Noah, hoy no es tu día de suerte- caminé hasta el y cerré la puerta mientras lo observaba fijamente. Le di una pequeña sonrisa y regresé con Thomas para tomarle la mano y entrar a la fiesta.
La música estaba muy alta, podía escucharse a metros de distancia. Fuera de la casa habían chicos en la entrada, chicos del instituto con quienes jamás había hablado pero si recordaba haberlos visto antes. Thomas les dio un apretón de manos y seguido entramos en la casa.
Habían demasiadas personas en ese lugar, algo de mi total desagrado. Thomas y yo caminamos hasta la barra de bebidas que estaba pasando la sala y a un lado del patio trasero.
Thomas me ofreció un poco de ponche y después de esto me llevó al patio trasero en donde había un ambiente más tranquilo.
-Conoces esta casa a la perfección- dije sonriendo.
-Lo sé- dijo -Ven sentémonos aquí- me señaló un escaño que estaba en frente de unos arbustos -Noah se ve muy atractivo...- murmuró Thomas fijando su mirada a la barra de bebidas. Noah había entrado a la fiesta y lucía perdido mientras nos buscaba.
-No es lo que tu mente retorcida y pervertida está pensando, es mi guardaespaldas. Así que no insinúes nada ¿ok?- le di un sorbo a mi ponche y vi a Noah entrando en el patio trasero tomando un lugar lejos de nosotros.
-¿Recuerdas del chico del que te hablé? -asentí rápidamente tomando un poco de ponche -El amigo de Aaron, el de la fiesta.
-Ajá...- dije haciendo un mueca.
-Quería que lo vieras y me dijeras que tal te parece- dijo preocupado -Sabes que tu opinión me interesa mucho.
-Esta bien ¿cuál es?- dije revolviendo los ojos.
-Es aquel de funda negra que esta junto a Aarón- volteé lentamente para ver al chico, era alto y de tez morena como Thomas, llevaba el cabello corto y las facciones de su rostro eran realmente definidas, era muy atractivo.
-Esta muy guapo, te felicito. Por primera vez en la vida siento que has tomado en cuenta mis consejos- dije sonriendo.
-Aarón no deja de mirarte y viene justo para acá- dijo susurrando. Al momento siguiente Aarón ya estaba de pie junto a nosotros.
-¿Podemos hablar?- dijo mientras Aarón mirándome fijamente. Thomas puso su mano sobre mi entre pierna y lo miró con disgusto.
-¿Estarás bien?- susurró en mi oído. Asentí y Thomas se levantó dejándonos a solas.
-Bien...- dije con seriedad.
-¿Como estás? Hace mucho no hablamos- dijo Aarón mientras se sentaba a mi lado.
-Muy bien Aarón ¿necesitas algo más?- dije molesta.
-¿Por que eres así conmigo? Quiero saber como estas porque en realidad me interesas, pero veo que tu sientes todo lo contrario- contestó.
-¡Oww!- dije asombrada -Tu nivel de cinismo es de otro planeta Aarón, actuó así porque cada vez que estás cerca de mi me traes problemas- dije molesta mientras me alejaba de él pero tomó mi brazo impidiéndome seguir caminando.
-Hablemos, por favor- dijo Aaron.
-¡Suéltame!- dije soltándome de su agarre -No tenemos nada de que hablar- seguí caminando y en la puerta me encontré con Noah. Estaba recostado sobre la pared mirándome fijamente.
-Te estaba buscando- dijo cruzando los brazos a la altura de su pecho -Tu madre me ha llamado muchas veces preguntándome por que no contestas tu teléfono, acabas de reducir mi salario un 10%- comentó.
-¿Le dijiste en donde estábamos?- dije preocupada mientras buscaba mi teléfono en los bolsillos de mi pantalón pero no lo hallaba -Creo lo deje en casa, lo debí olvidar mientras escapaba- murmuré.
-No te preocupes, le dije en la tarde habías salido a correr y habías quedado muerta- dijo -Creo que estaré por allá, avísame cuando te quieras ir- completó mientras se alejaba y entraba a la casa.
Me alejé de donde estaba Aaron y busqué a Thomas para decirle que posiblemente había perdido mi teléfono. Entré a la casa y logré ver Thomas a lo lejos sentado hablando con un chico diferente al que me había enseñado anteriormente, mientras caminaba hacia él alguien me chocó el hombro fuertemente empujándome hacia atrás. Un pequeño quejido de dolor de me escapó.
-¿Estás perdida Kelleher?- el tono agudo de la voz de Sarah retumbó en mis oídos.
-No Sarah ¿tú... si?- dije sarcásticamente, me giré y quedé enfrente de ella.
-Recuerda que el lugar de las zorras es por allá- dijo señalando la puerta de salida. Le di una pequeña mirada a la puerta y sonreí.
-Si lo recuerdo pero ¿podrías llevarme? He escuchado que conoces muy bien el lugar.
-¿De que hablabas con mi hermano?- preguntó molesta.
-¡Huh!- dije molesta -Deberías preguntarle a él porque sinceramente no me place hablar contigo y... algo más, por favor dile que deje de buscarme ¿si?- sonreí con picardía y continué caminado en medio de la gente hasta que sentí que jalaban mi cabello.
-¡No te le vuelvas ha acercar, si no quieres que haga de tu vida un infierno!- dijo gritando, entretanto yo solté un quejido de dolor que hizo que Noah corriera rápidamente a donde me encontraba.
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•Mi Guardaespaldas•
Teen FictionMi familia a pesar de tener mucho dinero también tiene muchos problemas, mi padre por su parte al intentar tener más comodidades puso mi vida en riesgo y nunca le importo. Ahora me encuentro viviendo con mi guardaespaldas cada vez nuestra convivenci...