Capítulo 22.

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Después de varios shots de Tequila, esta bebida alcohólica de procedencia centroamericana comenzaba a tener un efecto en mi. Y aunque me cueste un poco aceptalo, lo admito... Tiendo a ponerme un poco sentimental.

—¡Bailemos!— escupió Matt sin que me lo esperara, tomó mi mano y me jaló hasta la pista de baile, rodeó su cuello con mis brazos y llevó sus manos hasta mi cintura. Justo en ese momento me di cuenta de lo estúpido que había sido tomar los shots de Matt para evitar que este se embriagara y no pudiera conducir a casa.

Love is a Bitch comenzó a escucharse en el lugar, mi mente recordó la primera vez que la escuché en la playlist que Thomas había hecho para mi en mi computadora pero solo hoy se sentía plena. El tener presente que Noah y Ramé habían coqueteado en mi presencia me molestaba pero recordarlo en el estado en el que me encontraba hacía que un nudo en mi garganta bajando hasta mi pecho y lo presionándolo con mucha fuerza.

—¿Pasa algo?— preguntó Matt susurrando en mi oído.

—No... solo que lograste hacer que embriagara un poco— dije dando una pequeña carcajada pero esta se borró de inmediato mientras seguía escuchando la letra de la canción, me acerqué más a Matt y él bajó sus manos hasta mi trasero —No entiendo como lo haces...— susurré poniéndome de puntillas.

—¿Cómo lo hago?— preguntó confundido.

—¡Sí!— aseguré —Eres guapo, agradable, joven y ya acabaste tus estudios. Además parece que tienes muy satisfecho a tu padre... lo único que no me hace coherencia es que al parecer estas soltero— aclaré. 

—Oww...— bufó —Escuchar eso de tí es muy halagador— dijo con una sonrisa.

—Digo, te ves muy feliz complaciendo a los demás es lo que no me explico— aclaré.

—Los que sufren lo hacen porque quieren— replicó —Parece que hay algo que te quita el sueño ¿me equivoco?— dijo acomodando mi cabello tras mi oreja —Yo puedo acabar con tu dolor si me lo pides— susurró y acercó su rostro a mi.

Matt eres el tipo de chico que te decía justo lo querías escuchar y si lo dejabas entrar en tu mente podría causar muchos estragos.

—Creo que te equivocas pensando que soy esa clase de chica...— me puse de puntillas y susurré en su oído —Pensaste que si me embriagas un poco... ¿alcanzarías lo que estabas buscando?— lo miré fijamente molesta —Pierdes tu tiempo...— murmuré y me alejé de él.

Estaba molesta y ebria, mala combinación por cierto. Pensé que le había quedado claro que no estaba interesada en ser su fuckbody, solo había aceptado estar cerca de él para poder ver a mi padre pero todo estaba a punto de echarse a perder.

—¡Espera!— dijo tomándome del brazo —Lo lamento, de verdad— dijo parándose en frente de mi —Es solo que se me estaba acabando las ideas contigo pero ya me quedo claro... ¿Quieres irte ya?

—Si...— dije —Debemos viajar mañana ¿lo recuerdas?— él asintió y salimos del lugar un poco tensos, Matt me llevó a casa y entré por la puerta del garage por si mi madre aún no se enteraba que había salido de casa. 

Traté de no hacer mucho ruido al abrir la puerta, eran alrededor de las 11 y mientras iba por el pasillo tropecé con una pequeña mesilla de madera que tenía sobre esta un jarrón de mi madre.

—¡Maldición!— dije mientras me sostenía de la pared para no caer al piso, después de esto inmediatamente miré hacía mi derecha y la puerta de la habitación de Noah estaba abierta, no me aguante ni un poco y me dirigí a esta. Noah estaba parado frente a su cama mientras terminaba de empacar.

—¿Aún empacando?— pregunté mientras apoyaba mi cabeza sobre el marco de la puerta, él se giró sorprendido con su teléfono en mano y me sonrió —¿Puedo pasar?— pregunté y este asintió. Me senté una esquina de su y lo miré fijamente.

—¿Saliste de casa?— preguntó y asentí.

—Puedo ayudarte a empacar si tu quieres...— dije mirando su maleta de viaje —Noah... dime por favor que no te quieres ir por lo que ocurrió entre nosotros, estoy muy apenada de verdad...— dije mientras él miraba su teléfono, su barbilla se tensó y me ignoró por completo.

—No es necesario que sientas lastima por mi, no necesito tu ayuda— cerró su maleta y la bajó de la cama asiento una mueca de dolor.

—¡Espera!— dije levantándome y me acerqué rápidamente a ayudarle —Déjame ayudarte, te vas a lastimar Noah— Noah acercó su rostro al mío e hizo una cara de desagrado.

—¿Es enserio?— bufó frunciendo el ceño.

—Te lastimaras— dije tomando su maleta.

—¿Estuviste bebiendo después de todo lo que pasó? ¿Sales de fiesta cuando estuvieron a punto de secuestrarte?— dijo molesto —No puedo creerlo— tomó su maleta quitándomela de las manos bruscamente.

—Relájate Noah, no es para tanto— dije tratando de tranquilizarlo.

—¿Qué me relaje?— preguntó molesto —No te reconozco, Taylor— dijo saliendo de la habitación, salí tras de él preocupada de que se fuera a lastimar, este se detuvo y se paró frente a mí —Debiste decirme que salías con alguien, habría sido mucho más sencillo y no así te ahorrarías el estarte disculpando cada  minutos— dijo decepcionado.

¿Qué?

—No sé de qué hablas...— dije confundida. Noah sacó su teléfono y me mostró mi estado de whatsapp.

Lo que mis ojos estaban viendo era imposible de creer, éramos Matthew y yo en el club al que me había llevado.

—Pudiste ser sincera y me hubieras ahorrado esto...— dijo Noah decepcionado guardando su teléfono

—No se como llegó eso ahí pero juro que Matt y yo solo somos amigos— aseguré.

—¡No me mientas más, Taylor!— dijo molesto —Entiendo que él tiene mucho más que ofrecerte de lo que yo pero merezco la verdad— aseguró.

—¡Creeme!— dije mientras sentía nuevamente el nudo en mi garganta pero estaba vez quería desatarse en llanto —¿Cómo sería capaz de mentirle a la persona que me gusta? Se que me comporto como una maldita la mayoría del tiempo pero es solo apariencia...— dije mientras mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

—...— Noah no dijo una sola palabra y desviaba su mirada al suelo.

—Además...— dije entre llanto —¿Cómo es posible que tú me digas que no me reconoces cuando te atrevez a coquetear con Ramé en frente de mi?— dije molesta.

—Yo...— dijo Noah pero de inmediato lo interrumpí.

—Tú me lastimaste Noah, por eso salí a beber y no logré mi cometido porque solo me habría olvidado de tí si me hubiese embriagado hasta perder la conciencia...— me alejé de él y subí a mi habitación.


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