Capítulo 21.

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Thomas me ayudó a empacar para el viaje y horas de estar hablando sobre nuestro majestuoso plan, Thomas regresó a casa.

Bajé para comer algo, después de todo había sido un día bastante complicado. Caminé hasta la cocina para y tomé una manzana seguido de unas frituras que estaban sobre el mesón, escuché alguien llamar a la puerta y enseguida caminé hasta la puerta principal. Por un segundo pensé que podría ser el torpe de Thomas que había olvidado algo así que abrí la puerta de golpe.

-Matt... ¿qué haces aquí?- dije asombrada pues ya se le estaba haciendo costumbre a los Kochs pasar mucho tiempo aquí.

-¿Puedo pasar?- preguntó y asentí.

-Creo que, no esperaba verte hasta mañana- dije cerrando la puerta y guiandolo para que fuera conmigo al patio trasero.

-Lo sé pero creo que te debo una explicación al respecto...- dijo, sonaba sincero.

-Creo que me perdí ¿una explicación?- pregunté desorientada. Abrí la puerta de cristal que separaba la cocina del patio trasero y tomamos asiento bajo la sombra.

-Mira no soy nadie para opinar de tu vida y creo que hoy rebase un límite intentando decirte lo que deberías hacer por tu bien, quería disculparme por eso...- dijo -Se que debe ser extraño para ti ver que soy tan insistente pero quiero que estes bien y en realidad me encantaría tener una bella amistad contigo...- dijo cabizbajo.

-Relájate Matt, he vivido el 90% de mi vida haciendo lo que me ordenan así que algo tan mínimo como eso me tiene sin cuidado- dije dándole una sonrisa.

-¿Eso significa que estás de acuerdo con comenzar una bella amistades conmigo? O algo más- susurró.

-Espera... ¿qué?- dije dando una carcajada -No pierdes tu tiempo- dije entre risas.

-Podemos llevarnos muy bien, lo prometo...- comentó Matt riendo a carcajadas.

-Bastante persuasivo además- aclaré.

-¡Sal conmigo esta noche!- dijo de repente -Sé que mañana será un día bastante complicado para tí según lo que tu madre me dijo y sería bueno que te distraigas un poco ¿no crees?- preguntó. Tenía razón, necesitaba distraerme de todo esto.

-Está bien...- dije.

Matt en realidad era divertido y me estaba dando cuenta de que podría pasar un buen rato con él, nos levantamos del césped húmedo y lo acompañé hasta la puerta principal para después despedirse besando mi mejilla.

Subí a mi habitación y comencé a prepararme, ya comenzaba a anochecer y Matt no demoraba en regresar. Busqué unos sneaker, un short de mezclilla corto y una camiseta sin mangas gris oscura. Arregle un poco mi cabello y lo dejé suelto, rocié un poco de perfume sobre mi cuello desnudo y pinté mis labios.

Mi teléfono sonó y de inmediato corrí a verle.

Salí de mi habitación y bajé las escaleras rápidamente, cuidadosamente sin que nadie viese salí de la casa y entré en el auto de Matt. 

-¿Todo bien?- preguntó Matt con las manos en el volante.

-Sí, aunque deberíamos irnos ya...- dije. Matt encendió el auto y en pocos minutos ya estamos lejos de casa -¿A donde iremos?- pregunté.

-Es un secreto- susurró -Pero la pasarás muy bien- dijo sonriendo. Matt condujo por unos minutos, no tenía ni la menor idea a dónde nos dirigimos pero acepto que por un momento me gustaba no tener el control. Después de un rato Matt se estacionó frente a una bodega en el centro de la ciudad.

-¿Vinimos a buscar a alguien?- pregunté mirando a mi alrededor.

-Algo así...- dijo quitándose el cinturón de seguridad. Abrió la puerta del auto y salió -¿Vienes?- preguntó desde fuera.

-¡Espera!- dije saliendo del auto -No quiero ser grosera pero este lugar no se ve muy acogedor...- la ciudad solía ponerse algo peligrosa en estos sectores y en verdad quería regresar a casa en una sola pieza.

-No te preocupes- dijo Matt y me hizo una señal para que me acercara a él, de inmediato lo hice y rodeó mi cuello con su brazo -Si estas conmigo siempre estarás a salvo...- susurró en mi oreja.

Caminamos hasta la bodega y Matt hizo un ruido con su boca, se me hizo tan extraño que un chico con tanta clase como él pudiese hacer algo así. Seguido de esto un hombre con una sudadera negra abrió la reja de la bodega y nos permitió no sin antes tener un afectuoso saludo con Matt.

-¿Ahora me dirás en donde estamos?- pregunté mientras recorríamos un pasillo con poca luz, las bombillas titilaban. Parecía que estaban de echarse a perder, las paredes que adornaban el pasillo estaban agrietadas por la humedad y la poca pintura que llevaban se estaba cayendo.

A mitad del pasillo un chico salió de una puerta y se tambaleaba de lado a lado, dió un salto en el aire y corrió hacia nosotros golpeando mi hombro y siguiendo de largo. 

-Sabes, es difícil encontrar un lugar que mi padre no conozca. Vengo aquí muy seguido cada vez que quiero darme un respiro- al llegar al final Matt abrió la puerta y me sorprendí al ver un club nocturno en lo más recóndito de la bodega, las luces de colores estaban sobre chicos bebiendo y bailando como si no hubiera un mañana.

-Esto es...

-Es La Cueva- dijo Matt, la música comenzó a retumbar en oídos. Era ilógico, desde fuera no se escuchaba absolutamente nada.

-No soy muy fan de las fiestas, tal vez deberíamos ir a otro lugar- insinué.

-Mira, no te pediré que bailes conmigo si no quieres. Solo tomemos algo y no vamos ¿ok?

-Yo no...- Matt me sonrió y me sentí obligada a acceder -¡Agg! Está bien- Matt tomó mi mano y bajamos las escaleras que estaban junto a la puerta, a un lado estaba la barra a la cual nos dirigimos de inmediato. Tomamos asiento frente a esta y el mesero se acercó.

-2 shots de Tequila... para empezar- dijo Matt al mesero, mis ojos se abrieron como platos. ¿Acaso Matt no estaba consciente de que mañana viajaríamos y tener resaca no era una buena idea?

-No nos quedaremos mucho recuerda que...- Matt me interrumpió

-Mañana viajaremos, lo sé- Matt tomó el shot y se lo llevó de un golpe a la boca, me acercó el mio y lo señaló con la mirada -¡Tu turno!










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