Necesitaba hablar con alguien pero sabía que Thomas no sería de mucha ayuda, tenía que distraer mi mente así que comencé a buscar un vestido para la cena, revisé mi armario pero sentía que nada se acomodaba a mi gusto necesitaba algo diferente. Hace unos años mi padre me había obsequiado un vestido para su boda y pensé que sería una excelente idea usarlo de nuevo.Comencé a prepararme para el evento porque me toma mucho tiempo estar lista. Una hora antes de la cena mi madre entró nuevamente a mi habitación.
-Tendré que pasar a mi oficina por unos documentos que dejé sin firmar así que yo llegaré después- no tuve más opción que aceptar ya que estaba obligada a asistir, mi madre salió de mi habitación y recibí una llamada de Thomas.
-¿Hola?-
-Taylor ¿porqué no devuelves mis llamadas?-
-Yo... he estado algo ocupada, no he tenido mucho tiempo para escribirte-
-No sabes lo preocupado que estado por ti Tay, después de lo que me dijiste cada momento en el que no sé de ti pienso en que algo te pudo haber pasado-
-Tommy, perdóname por favor...-
-Está bien, al menos ahora sé que estas bien ¿iras a la cena de los Kochs?-
-¡Si! Espero verte ahí, debo irme-
-Está bien, adiós-
Terminé la llamada con Thomas y bajé las escaleras cuidadosamente intentando no tropezar, hace mucho no usaba zapatos altos mientras Noah ya estaba en la puerta principal esperándome.
Salimos de casa y subimos en el auto de Noah, nos dirigimos a la mansión de los Kochs. No dije ni una sola palabra de la vergüenza que tenía, Noah me observaba con frecuencia pero yo evadía su mirada. Tras un vieje largo y silencioso llegamos a dicho lugar, la mansión de los Koch estaba a reventar.
Gran parte de las personas importantes de la cuidad solían frecuentar este tipo de fiestas lujosas, mi madre no solía obligarme a venir pero esta vez había sido diferente. Se había tomado la molestia de hacerme un invitación formal, a su manera lo cual se me hacía bastante extraño.
Noah se estacionó en la puerta principal y bajó rápidamente para ofrecerme ayuda.
-No tienes que hacerlo- dije bajando del auto sin ayuda alguna. Noah le dio las llaves del auto al valet parking para que se este encontrara un lugar adecuado para el auto. Ingresamos al salón y desde la entrada pude notar cierta atención hacía mi por parte de los demás invitados. Por cada lugar por el que pasaba atraía las miradas de los demás acompañadas de murmullos.
No podía sentirme peor en ese momento, podía ver como pronunciaban mi nombre entre dientes y estaba más que segura que no era por el atuendo que llevaba. Di un pequeño suspiro y recordé la noticia más vergonzosa de la fiesta.
-Larry Kelleher...- susurré, mi queridisimo padre. Le encantaba impresionar a lo grande.
Noah dirigió su mirada a mi como si pensase que le hablaba a él, un pequeña sonrisa le hizo olvidar el pequeño comentario. De repente sentí las manos de alguien rodeando mi cintura por detrás, escuché el sonido de su respiración en mi oído y de inmediato supe de quien se trataba.
-Te ves increíble...- Thomas, de inmediato un sonrisa se dibujó en mi rostro. Me di la vuelta y lo abracé.
-Agradezco por fin ver un rostro conocido...- dije susurrando en su oído, besó mi mejilla y me apretó con fuerza -No tienes ni la menor idea de lo mal que me siento, todos mi miran y comentan sobre mi...
-Debe ser una pesadilla, no sabes cuento lo siento Tay- dijo tomando mis manos entrelazándolas con las suyas -Tenemos dos opciones, darles el placer de verte mal o... ir hacía allá y beber champanage sin que nos importe un demonio- dijo sonriendo.
-Definitivamente... que nos importe un demonio- Thomas sabía como ponerme de buen humor y eso era lo que más me encantaba de pasar tiempo con él. Caminamos hasta la barra y bebimos algo de champagne.
-Sabes, hay algo que me preocupa...- dije mientras buscábamos un lugar tranquilo para hablar.
-¿Hablas de tu padre?- preguntó Thomas.
-No exactamente, digo si. pero hay algo más...- aclaré, caminamos hasta un pequeño mirador que había cerca a la barra y nos sentamos ahí.
-Bueno y...¿de que se trata?- replicó Thomas.
-Ayer en la tarde tuve una peque discusión con mi madre, salió mal y me abofeteó- los ojos de Thomas se abrieron como platos al igual que su boca -Me molesté mucho y salí de casa furiosa, de hecho te llame y no respondiste.
-Lo lamentó, prácticas de fútbol- dijo Thomas disculpándose.
-El punto fue que... terminé en el departamento de Noah y no recuerdo absolutamente nada- expliqué a Thomas.
-Espera ¿qué? En el departamento de Noah...- asentí y le di un sorbo a mi copa.
-Desperté esta mañana en mi habitación y no recuerdo cómo llegué ahí, quise hablar con Noah hasta que vi las grabaciones de la noche anterior y actuaba como una ebria descontrolada- dije preocupada.
-Pero, exactamente que es lo que quieres saber ¿por qué actuabas así? O ¿si ocurrió algo entre los dos?- preguntó Thomas, de inmediato cubrí su boca con mi mano.
-Baja la voz, alguien podría escucharte y no querrás que piensen que además de ser la hija de un criminal soy una chica fácil o ¿si?- Thomas me hizo una señal para que quitara mi mano de su boca, después de esto comenzó a reír a carcajadas.
-Está bien, pero deberías preguntárselo a él para que no te quedes con la duda...- dijo Thomas.
No era una mala idea pero debía admitir que me daba algo de nervios.
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•Mi Guardaespaldas•
Dla nastolatkówMi familia a pesar de tener mucho dinero también tiene muchos problemas, mi padre por su parte al intentar tener más comodidades puso mi vida en riesgo y nunca le importo. Ahora me encuentro viviendo con mi guardaespaldas cada vez nuestra convivenci...