Capítulo 7.

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Noah tenía toda la razón, de nuevo.

-Debes escoger mejor a tus amigos- dijo Noah sentado a mi lado.

-Lo sé, al parecer nada me está saliendo bien- dije cabizbaja.

Mi madre, quien no se había contactado conmigo me tenía preocupada. No sabía nada de ella era como si se hubiera desaparecido de la fas de la tierra, nada en mi vida estaba saliendo bien últimamente.

Después de esa pequeña charla con Noah subí a mi habitación y mi teléfono no dejaba de sonar. Era Thomas no tuve más opción que responder.

-Taylor, por fin respondes...-

-Thomas, no esperaba tu llamada-

-Mira, sé que debes estar pensando que... Qué soy una basura, pero no es así, te debí haber defendido. Nadie se esperaba eso de Sarah-

-Te agradecería si no habláramos del tema... Por favor-

-Está bien pero antes, todos estaban hablando de ti y de la salvaje de Sarah-

-Imagino que debo ser objetivo militar... Ahora mucho más que antes-

-Se rumora que Aarón discutió con Sarah por defenderte ¿increíble no?-

-Por favor, nada que tenga que ver con los hermanos Ribeiro-

-Debemos vernos Tay, tengo que compensarte esto. Por favor-

-Esta bien. Solo te tengo a ti-

No podía enojarme con Thomas o al menos no por mucho tiempo. Dejé mi teléfono a un lado he intenté dormir pero no podía. Mi cabeza solo pensaba en Noah, después de todo era muy agradable conmigo y lo que había hecho por mi había cambiado de la forma en la que lo veía. Después de un rato logré conciliar el sueño.

La mañana siguiente el sonido de mi teléfono despertó, eran las 8 de la mañana y era un mensaje de texto de mi madre.

Mi madre llegaría a casa hoy y nuestra tradición era que cada vez que pasábamos mucho tiempo distanciadas salíamos a cenar juntas y hablar de lo que habíamos hecho una sin la otra

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Mi madre llegaría a casa hoy y nuestra tradición era que cada vez que pasábamos mucho tiempo distanciadas salíamos a cenar juntas y hablar de lo que habíamos hecho una sin la otra. Bajé para avisarle a Noah que saldríamos en la noche, lo encontré en el sillón de la sala principal sentado.

-Buenos días... Saldremos en la noche- sonreí.

-Está bien ¿como sigue tu brazo?- contestó.

-Ya mejor- dije algo seria.

-Sabes... hay un lugar que quiero mostrarte. Si quieres- me miró intentado convencerme.

-Está bien- sonreí -Me hará bien salir de la rutina- completé.

-Nos vemos en 20 minutos, no tardes- dijo.

Subí a mi habitación y me preparé lo más rápido que pude, haber estado pensando toda la noche en Noah me tenía muy confundida pero a la vez entusiasmada era como una cita sin que él lo supiera. Tomé mi bolsa y me dirigí a la planta baja de la casa, me dirigí a la habitación de Noah para hacerle saber que estaba lista pero me encontré con algo más.

Lucía tan diferente que era casi irreconocible, estaba asombrada.

-Qué bien luce tu propio estilo...- solté una carcajada.

-¿Te parece? Puedo parecer un viejo aburrido pero nunca podré perder el estilo- sonrió haciéndome un guiño.

Salimos de la casa y entramos al auto. En medio del viaje no dejaba de verlo, se veía muy adorable.

-¿A dónde vamos?- dije observando que nos dirigíamos al bosque -Quiero que sepas que... no soy muy amiga de la naturaleza, si sirve de algo- completé.

-Cada vez que necesito alejarme de las personas, vengo aquí- dijo -No debes preocuparte, no te pondré a subir árboles ni nada por el estilo, a menos de que tu lo quieras hacer- se dibujó en el una pequeña sonrisa.

-Estamos en medio del invierno genio- continué mirando por la venta -¿Quién subiría a un árbol así?- dije sarcásticamente.

-Tienes un buen punto... pero hemos llegado, así que dejamos el debate para otro momento- bajamos del auto y en realidad era increíble lo que mis ojos podían ver.

 pero hemos llegado, así que dejamos el debate para otro momento- bajamos del auto y en realidad era increíble lo que mis ojos podían ver

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Lo que mis ojos estaban viendo era algo indescriptible, jamás había visto algo tan hermoso viviendo en el mismo lugar por 17 años.

-Definitivamente esto cambia mi opinión sobre la naturaleza- dije asombrada -Pero aún así me estoy congelando ¿por que no me dijiste que trajera algo mas abrigador y unos trazos de leña?- Noah soltó una carcajada y se marcaron de nuevo los hermosos hoyuelos que adornaban sus mejillas.

-Me parece bien y por favor deja de coquetearme, aun que hagas reír demasiado no soy fácil de seducir- dijo sarcásticamente.

-¿Huh?- murmuré -¿Crees que intento seducirte?- pregunté.

-¡Claro que si!- dijo acompañado de una sonrisa.

-Si que quieres hacerme molestar- dije entre dientes.

-¿El chico de la otra noche, era tu novio?- dijo cambiando el tema, solté una carcajada y tuve que contenerme para no hacer tanto ruido.

-¿Hablas de Thomas?- pregunté entre risas.

-Si... ¿pero que es tan gracioso?- preguntó Noah confundido -Por él te golpearon la otra noche ¿no?

-Thomas, el chico al que no dejaste entrar a casa es mi mejor amigo y... está saliendo con un chico- aclaré -Aarón, él chico que viste ayer fue por el que me dieron una paliza.

-Oh... entiendo- dijo Noah -Deberías tomar un par de clases de defensa personal para evitar lo de las palizas, digo ya que para ti es tan normal- dijo acompañado de un risa burlona.

-¡Maldición!- dije molesta -Ahora tienes mucha información, tendré que deshacerme de ti- dije y Noah me dio una pequeña sonrisa .

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