❀¦cero

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━ 🍥 ;; Introducción.

07 de Diciembre del 2018

Un aburrido sábado lleno de trabajo. Aquello es totalmente típico para el dueño de una empresa tan grande como lo es la perteneciente a la familia de los Kim.

¿Quién es el pobre dueño de la empresa que pasaba sus escasos días antes de los treinta dentro de una oficina con el tamaño de una sala de estar? Kim TaeHyung, por supuesto.

Veintisiete años de edad que no se notan en sus serias, firmes y atractivas facciones, digno de ser comparado con un Dios griego. Desde esos ojos marrón oscuro que dejaban encantado a cualquiera con tan solo una pequeña mirada de soslayo hasta esos labios que una persona en sus cinco sentidos desearía probar a su gusto. Su cabello rojizo, suaves y gruesos mechones cayendo al nivel de sus preciosas pestañas dejando descubierta parte de su también sensual frente. Sí, Kim TaeHyung es un hombre hermoso, un bombón completo dentro de toda la regla pero, lamentablemente, como todo lo bueno tiene algo malo y es que esta fuera de la liga de cualquiera.

Ese hombre tiene en mente una sola cosa y eso es el trabajo. Todos a su alrededor piensan que si el trabajo fuese una persona, TaeHyung no hubiese tardado ni dos segundos en pedirle matrimonio, dejaba de lado su vida para dedicarse cien por ciento al trabajo. Y su mejor amigo, el buen Park JiMin, ya tiene suficiente de eso.

— ¿Cómo es que el trasero no se te queda pegado a la silla? — el de mechones rosáceos alzó una de sus cejas mientras cruzaba una pierna sobre la otra, fulminando con la mirada a TaeHyung quién le ignoraba olímpicamente por estar metido en su ordenador, tecleando quién sabe qué.

— Si, JiMin, también es un gusto verte ¿A qué se debe tu inesperada visita? — cuestionó con su profunda y grave voz bañada en sarcasmo pero sin perder la seriedad en su rostro, frunciendo el ceño concentrado en las letras que su pantalla reflejaba, sus largos dedos tecleando sin descanso — Y si no es nada que requiera mi necesaria e inmediata atención, te pido amablemente que te retires y nos veamos luego del horario laboral.

JiMin sonrió en burla, una sonrisa dirigida así mismo por aquellas palabras vacías provenientes del pelirrojo, porque sí, era una burla pensar que TaeHyung tendría tiempo fuera de su horario laboral —¿Hasta navidad entonces?

TaeHyung suspiró luego de eso, dejó caer su espalda contra la silla. Las ruedas hicieron que se moviera hacia atrás casi topando con la pared. Sus ojos viajaron más allá de la figura de su mejor amigo quién le observaba esperando alguna respuesta. Estaba observando más allá del cristal, miraba la nieve caer con detenimiento.

La vista a Seúl es totalmente hermosa desde su oficina, a su parecer. Le da un momento para respirar tranquilo, la nieve le da ese momento de tranquilidad dentro de aquellas cuatro paredes que se volvieron parte de su diario vivir y de inmediato volvía a la realidad, en este caso, volvió su vista a JiMin.

— Faltan todavía dos semanas para eso — no estaba seguro si iba a ser posible una cena navideña con su familia y amigos. Su gerente había renunciado hace poco y el trabajo lo tiene con el agua al cuello por ello, aún con eso, todo está bajo control pero la persona frente al él no tenía porqué saberlo. La renuncia de DonWoo se volvió el pretexto perfecto para no asistir. Cruzaba los dedos para no ser descubierto, JiMin estaría muy molesto si se enteraba. Se sentía mal con solo considerar mentirle a su mejor amigo luego de toda la preocupación que el pequeño chico de rosados cabellos ha demostrado.

— Sí, dos semanas ¿Qué con eso...?  — repuso el mayor incitando a que el pelirrojo continuara.

JiMin ya veía venir alguna excusa a causa de otro pesado suspiro que salió de los labios de su mejor amigo.

TaeHyung tras ello, apretó sus labios antes de hablar, tenía que ser cuidadoso si quería que todo saliera bien
— Jiminnie...Me falta un gerente general, mi mano derecha — explicó — Desde que DonWoo renunció he estado con el agua al cuello y es imposible conseguir un reemplazo...un buen reemplazo — se corrigió de inmediato — A estas alturas no creo que se me sea posible presentarme a la cena de este año. Mucho menos conseguir un empleado — acaba de mentirle a JiMin y se sentía mal por haberlo hecho pero fue necesario. Por su empresa lo era.

JiMin mordió su mejilla interior, no quería comportarse como un niño pequeño y egoísta pero sentía hasta su mandíbula temblar. Esta harto de la ausencia de quién suponía es su mejor amigo. El trabajo siempre había sido una excusa los últimos  tres años  desde que tomó posesión de la directiva de la industria. Había perdido a TaeHyung desde ese entonces y no reconocía a ese amargado y estresado chico detrás de ese escritorio ¿Dónde está su bobo mejor amigo?

— Vale, entonces ayudaré a Lalisa a conseguir a alguien y así dejas de poner excusas — una sonrisa de autosuficiencia se paseó por sus labios. Ignoraria su molestia y se concentraría en dar una solución al asunto, hará lo que haga falta para tener a su mejor amigo en la cena navideña. TaeHyung sabe muy bien lo que acompaña a esa sonrisa — No acepto una negación por respuesta. Tendrás un gerente que haga de tu mano derecha en menos de lo que canta un gallo.

Solo deseó que la pequeña mentira no le pasara factura a futuro. Seguía en pie con que era totalmente imposible que JiMin le consiguiera un empleado antes de la cena navideña a dos semanas de distancia. Sin gerente no iba, era fácil para él, difícil para JiMin y eso es bueno.

Serán unas largas dos semanas ¿Dos semanas? Será un largo Diciembre.

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sugar ➳ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora