❀¦catorce

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01 de Enero del 2019

JungKook había regresado de Busan hace un día exactamente, había celebrado el año nuevo con sus padres y su hermano mayor, también habían llegado sus abuelos, todo había sido perfecto e incluso quiso llorar por la emoción al momento en que su madre le dio el abrazo de año, al momento en que ella le susurró que estaba tan orgullosa de su bebé.

Y Dios, recordarlo tampoco le hacía bien. Quería llorar, se sentía un niño añorando estar con su madre nuevamente, creía haber dejado esa etapa en el momento que cumplió diecinueve y salió de la secundaria, creía haber superado esa crisis existencial pero ¿Quién lo podía culpar? Toda una semana con su madre mimándolo, con abrazos, con cariños que en Seúl no tenía.

—Vengo necesitando una pareja —se dijo a su mismo con pena terminado de desempacar en un suspiro.

¿Qué tan necesitado de cariño estaba?

Y de pronto recordó las palabras de su jefe horas antes de tomar su tren y cuando subió su bufanda para cuidarse del crudo frío de la madrugada. Ese recuerdo lo había acechado desde el momento en que puso un pie en su casa esa noche de navidad.

Se tiró a la cama pasando sus manos por sus mejillas, queriendo casi gritar de la impotencia que sentía, de lo confundido que se sentía. Esa misma noche logró conocer tantas facetas de TaeHyung, más de las únicas dos que conocía que son "soy un grano en el culo" o "soy más frío que el helado", claramente no le agradaba ninguna y tampoco creyó que había algo más en esa cáscara.

Hasta que lo vio sonreír a su madre y abrazarla, hasta que lo vio hablar con una cálida sonrisa a su padre y a la familia de YoonGi y JiMin, hasta que lo vio relacionarse con su mascota que si no mal recordaba lleva por nombre Yeontan mientras tenía a la hija de SeokJin en brazos, hasta que lo vio sonreírle y le dijo que se cuidara.

¿Algo cambiaría después de eso? ¿Tanto impacto había tenido ver esa preciosa faceta de TaeHyung? Pues su corazón tenia las de ganar, no dejaba de saltar en cuanto su mente le traicionaba y le traía ese día de regreso.

No sabía qué sentir por TaeHyung, no lo conocía prácticamente de nada y lo único que admiraba de él más allá de su inigualable físico era su forma de hacer negocios, de ganar dinero, de dirigir una cadena de empresas tan grande, de tenerla sobre sus hombros. Lo demás viene sobrando por no decir que no le importaba, o eso creía.

¿De aquí cuando se dedicaba a pensar tanto en TaeHyung más allá del jodido trabajo que tenía que entregar mañana? Sacudió su cabeza levantándose de la cama para seguir con su ropa.

🍥🍥🍥

TaeHyung se encontraba en la sala de juntas en la empresa luego de una presentación. Estaba revisando sus notas con detenimiento, mirando los pro y contra de comprar un complejo de turismo en China, esto sugerido por YoonGi hace unas horas.

Mientras el escribía, YoonGi abrió la puerta de cristal —¿Se puede? —cuestiono el azabache y TaeHyung finalmente despegó la mirada de esa hoja para asentir al más pálido.

—¿Sabes si JungKook llegó bien? —fue lo primero que preguntó cuando YoonGi tomó asiento frente a él.

El azabache alzó una de sus cejas, extrañado —¿A ti debería de importarte por qué…?

TaeHyung relamió sus labios volviendo a su trabajo —Motivos laborales —respondió simple —Es mi gerente, se debe estar pendiente de su bienestar.

Su voz no salió del todo segura, YoonGi quería reírse en su cara —Para eso está Lalisa, seguramente llamó a JungKook para cerciorarse de ello y crees conveniente el preguntamelo a mi cuando sabes bien que eso en lo mínimo me concierne.

—No he tenido tiempo de acercarme o llamar a Lalisa —se excusó mirando de mala gana a el azabache sabiendo a que rumbo iba su conversación —Es solo responder una simple pregunta, no saques conclusiones de más.

—JiMin dijo que había llegado ayer, todo bien, ¿Terminaste tu lamentable papel de jefe preocupado? —cuestionó con obvio sarcasmo — Bien —relamió sus rosados labios y entrelazo sus dedos sobre la mesa de juntas —Necesito una secretaria.

—¿Lalisa te esta siendo insuficiente? —TaeHyung alzó ligeramente la mirada ignorando todo lo dicho anteriormente y concentrándose en el pedido.

—He ahí el problema. Dudo que Lalisa pueda con todo después de la temporada fuerte que viene, aparte, también tendrá que lidiar con los pedidos de JungKook, piensalo, tener una secretaria para mi beneficio aumentaría el rendimiento en la entrega de informes y propuestas.

Y YoonGi tenía un punto.

La verdad siempre lo tenía. YoonGi no era el tipo de pedir o sugerir algo por nada, el sabia porqué necesitaba una secretaria y siendo vicepresidente, TaeHyung no tendría porqué negárselo.

—De acuerdo, pero tú te encargas de la entrevista, sabes que no cualquiera puede cruzar las puertas de esta agencia.

—Hecho.

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sugar ➳ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora