━ ❝ En la vida se necesita un poco de dulzura ❞
Diciembre en Seúl significaba como normal y mundialmente que las fiestas navideñas se encontraban a la vuelta de la esquina, para todos, todos a excepción de TaeHyung.
El como presidente de una de las...
Luego de todo el revoltijo que se había hecho mientras preparaban el almuerzo, que ya comieron por cierto, se encontraban en el parque que quedaba a unas cuadras de la gran casa de SeokJin.
JungKook miraba desde su lugar como TaeHyung mecía a Solar en los columpios. Por un momento, por no decir que todo ese día se había estado imaginando lo que sería tener una familia, una familia propia, con un hijo y una ¿Esposa? No estaba seguro de ello.
Pero al ver a Solar y TaeHyung juntos, tenía una sensación cálida en el pecho que inconscientemente le hacía sonreír.
—Es lindo ver a los niños convivir con sus padres ¿No? —una suave voz se hizo presente a su lado, consiguiente, el peso de alguien más en la banca.
JungKook, curioso, volteó encontrándose con un hombre extremadamente lindo de carnosos labios, ojos grandes, piel pálida y sedoso cabello negro que estaba ligeramente largo. Él es realmente hermoso.
—L-Lo es — balbuceo levemente intimidado pero cuando el chico volteó para verle mejor, también le obsequió una amigable sonrisa, cosa que le hizo entrar un poco en confianza —¿U-Usted tiene hijos? —se atrevió a preguntar, tambien suponiendo que el hombre es mayor.
Y la respuesta que obtuvo fue el largo dedo índice apuntando a un carrusel, hacía un niño que estaba siendo acompañado por un hombre bastante fornido, de cabello rubio, también bastante atractivo.
—Adivino que también traes compañia ¿No? —cuestionó aún manteniendo su tono de voz suave a la vez que cruzaba sus piernas y JungKook mostró una pequeña mueca sin saber exactamente qué responder —Eres bastante joven, dudo que estes casado y con hijo, te ves como el tipo que cuida sobrinos.
Y el castaño no pudo evitar relajarse en una pequeña risa —Es algo así, es la sobrina de un co-compañero de trabajo.
Y el balbuceo hizo que el de cabellos oscuros alzara una ceja totalmente dudoso. Observó la dirección en la que JungKook veía y notó a la pequeña con él hombre que empujaba detrás, volvió a ver al castaño, notando sus orbes brillantes al mantener la mirada en ese hombre.
Y no necesitó analizar más —Deberias decírselo si no lo sabe, lo miras justo como mi esposo me mira. Hazlo antes de que sea muy tarde, quizás te termines arrepintiendo —el mayor se atrevió a dejar pequeñas palmadas en la espalda de JungKook antes de levantarse y retirarse.
JungKook mordió el interior de su mejilla, sabiendo muy bien lo que tenía que hacer. Su mirada viajó hasta donde aquel desconocido se había dirigido, ahora el chico se encontraba abrazado a su cónyuge, mientras el niño jugaba con otros.
Y en un suspiro, sacó el celular ¿Para qué retrasar lo inevitable? Lo desbloqueó metiendose a la aplicación de mensajes, buscando un contacto en específico.
Desde lejos, TaeHyung y Solar le veían expectantes. El azabache se colocó de cuclillas con la niña aún sentada en el columpio —¿Que estará haciendo tío JungKook? —cuestionó a la menor como si ella le daría la respuesta.
—Haciendo las cosas bien, jum —cruzandose de brazos y en su tierno tono de infante. TaeHyung le miró un poco sorprendido pero se limitó a desarreglar su sedosa cabellera.
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—Te veías muy pensativo hoy —mencionó TaeHyung, ya ambos estando tranquilos alrededor del otro, caminando bajo el cielo oscuro que daba entrada a la noche.
Habían ido a cenar a una cafetería, no fue la gran cosa pero fue algo que todos disfrutaron. Ahora estaban camino a casa de SeokJin, Solar iba en la espalda de TaeHyung profundamente dormida.
JungKook acarició en trance la espalda de Solar para luego mirar a TaeHyung —Realmente, no es nada. Solo es agradable ver a los niños con sus padres.
El azabache asintió comprendiendo el sentir del castaño, lo relacionaba a lo que él experimentaba al ver a NamJoon, SeokJin y Solar —Creo que hoy nos veiamos como una familia —río un poco tras su comentario y JungKook sonrió enternecido —¿Te has planteado tener una familia, pequeño gruñón?
JungKook no pudo evitar darle un pequeño golpe en el hombro por el apodo— El gruñón aquí es usted —contradijo —Y creo que he estado tan sumido en mis estudios, en cosas del futuro, en ser alguien, que nunca me plantee el tener una familia o siquiera casarme.... —hizo una pausa relamiendose los labios —Hasta hoy, supongo. Todos se veían lindos, felices y me pregunté ¿Así sería casarme y tener procedencia?
—Dicen que una familia es la clave de la felicidad, en lo personal, pienso que crear una familia con alguien que amas, da más que solo felicidad. Esas serán las personas que te llenen, que llenen el vacío que ocasionalmente, las personas que pueden, llenan con dinero.
Un silencio se hizo presente, ambas miradas atrapadas y concentradas solo en ver hacía el frente —¿Tú eres feliz? —cuestionó JungKook casi como un susurro.
TaeHyung no se esperaba esa pregunta pero sonrió suavemente, dirigiendo su vista a JungKook quién también lo miró, ambos orbes perdiéndose en los ajenos, todo era parecido a cuando se dieron aquel beso —Me sentía vacío y llenaba eso con exhaustivas horas en la empresa, eso me gustaba, de hecho, creo que él yo de hace unos meses jamás habría aceptado cuidar a Solar —relató, una efímera sonrisa se dibujó en sus labios— Este tiempo, me he dado cuenta de lo que tengo alrededor, de quienes estan alrededor, de cierto chico que vino a endulzar cada uno de mis días con su gruñona pero tierna forma de ser. Y aunque se considera poco lo que me llena, es lo que realmente me hace feliz, JungKook.
Y así, Jeon JungKook entendió entre lineas que su llegada había traído muchas cosas para TaeHyung, que aunque no fueran nada, TaeHyung lo consideraba algo fundamental para sentirse completo, lleno y feliz.
